Capítulo 7.

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A pesar de que no me dejaban salir, tenía la manera exacta de convencerlos de que me dejaran en este caso particular, fue bastante simple; amenazándolos. No me gusta ese tipo de chantajes, no son los más dignos, pero sabía de muchas cosas que iban de boca en boca dentro de la mansión, así que no se salvarían de alguien como yo, con dos palabras todos los trabajadores de la casa se quedarían sin empleo fijo. Incluso yo era capaz de desemplearlos si quería, estaba a punto de ser mayor de edad, y parte de la casa me pertenece, está todo bajo contrato.
Volviendo al caso, salí a medias de la tarde, antes de que el reloj de muñeca marcara las 8pm. Me perdí al intentar encontrar las calles, pero fue buena idea preguntarle a un joven, al parecer era de la zona y no quedaba muy lejos. Cruzando unas calles ya me dejaría en el sitio en el que supuestamente él se encuentra. Se trató de vecindario, bastante bonito para mi gusto. Las casas eran pequeñas y se hallaban una al lado de la otra, con casi nada de patio delantero. Sí que algunas delataban la vejez del lugar, debe haber ancianos y pequeñas familias viviendo allí.
Me decidí por preguntar en una casa al azar por él, quería creer que alguien lo conocía. A lo mejor era en donde vivía. Toqué timbre en una pequeña casa de color celeste. Las plantas parecían ser parte de ella ya, eran muchas y la mayoría estaban secas por hojas, además de ser grandes para sus propias macetas. Muy pronto como toqué, una mujer salió por la puerta. Intenté adivinar su edad al verla. Era regordeta y muy mona, casi llegando al metro cincuencia. Sus canas me hacían saber que tenía unos setenta años.

—Buenas tardes, señora.

—Buenos tardes, joven. ¿Sucede algo?—me respondió. Parecía preocupada.

—Quería hacerle una consulta. ¿Conoce por esta zona a un chico con el nombre "Kang YeoSang"?

—¿Acaso eres un policía encubierto? ¿En qué lío se ha metido?

—No, señora, yo-

—¿Quién es, Miya?—habló un hombre saliendo por la puerta. Parecía ser su pareja.

—Creo que es un policía que busca a Yeosang.

—Yo no-

—¿El jardinero?—me interrumpió, nuevamente—¡Ese chico es un desastre!

—Cállate, viejo. Yeosang es un niño dulce. Tú lo odias porque se come tus galletas cuando viene.

Reí divertido al presenciar tal escena frente a mis ojos, eran dos ancianos adorables. Tuve suerte de que ambos conocieran a Yeosang, estaba en lo cierto, aunque ha de ser difícil intentar hablar con dos señores discutiendo entre sí y yo sin poder decir más de dos palabras sin ser interrumpido.

Luego de que hicieran todo un escándalo, pude hablar mejor. Me dijeron que era un chico que solía limpiar los jardines de las casas, pero que hace semanas no lo veían. Se decía que ahora vivía de lujos luego de abandonar a su abuela enferma, pero yo más que nadie sabía que eso no era cierto. Les expliqué que estaba trabajando para mí para ayudar a su abuela, aunque no ha de ser del todo mentira. Él necesitaba dinero. Pensé que se le hubiese hecho más fácil decírmelo, le habría dado.

—¿Podría decirme dónde vive?—le pedí, pero pronto se negó.

—No tengo idea. Ese chico se la pasa de un lugar a otro. A veces está con Mingi, otras veces con su abuela, pero no tengo idea de las direcciones. Hace años no salgo más allá de este lugar, hijo, lo siento.

Le agradecí una última vez antes de irme desesperanzado de allí. Es un caso perdido ir detrás de Yeosang. Eran las 8:34 cuando me sentí un total tonto y el único hasta entonces por ir tras una persona que tal vez sólo fue algo fugaz. Habríamos sido buenos amigos, él era bueno oyendo las cosas que tenía para decirle, compartir su tiempo para hacer cualquier actividad sin mostrar desinterés, o para contarme sus infinitas aventuras fuera de lo que yo conocía. Eran las más extrovertidas y fascinantes que he oído en toda mi vida. Podría pasar horas escuchándolo sin cansarme jamás, con esa voz que era capaz de tranquilizarme y no hacerme pensar en nada más que no sea en lo que él decía. Yeosang era vida, alegría, paz. No era necesario conocerlo desde hace años para saberlo, un mes me bastó para hacerlo.

1990. [SeongSang AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora