m o o n c h i l d

[10]

Sentí algo pesado en mi cuerpo a penas mis ojos abrieron, y pude ver su rostro.

"Yoonie, hyung."

Mis ojos se nublaron, hasta que pequeñas lágrimas cayeron en mi rostro y mi corazón latía de manera descontrolada, no podía creer que él estaba ahí.

Había despertado.

Su sonrisa hizo que quiera llorar incluso más porque él era tan lindo y no quería dejar de verlo, quería correr hacia él y darle un abrazo, decirle lo mucho que me gusta y que no aguanto las ganas de robarme un beso suyo.

Sus perlas brillantes fijos en mí... y quizá parezco un loco enamorado, pero el despierta en mí cosas que en vida pude haber pensado.

Mi corazón duele por que quiero darle un besito en la cabeza y decirle que todo va a estar bien y que yo voy a cuidarlo, que yo quiero salvarlo y que puedo esperar una vida por él y quizás, tan solo quizás ser un nosotros, porque no puedo dejar de verlo como si fuera mi hermosa luna, mi hermosa luz.

"hyung, deje de mirarme así" dijo removiendo su cuerpo en la camilla, "me pone nervioso", mi sonrisa es grande justo ahora.

Y hasta que no aguante más y me acerco a él, regalándole mi primer beso -de muchos- en su pequeña frente.

¿Puedo estar más enamorado?

Sus labios resecos por estar en el hospital sabiendo aún dulces, tomando sus mejillas con cariño y ladeando un poco la cabeza para profundizar este, sintiendo el sutil agarre del menor en mi nuca, sonríendo en medio de este al saber que correspondía.

"Precioso... ¿Cómo estás?" susurrando aún con nuestros labios rozando entre ellos, sintiendo su cálida respiración, dejando un último besito en su belfo inferior para ver sus bonitos ojos.

"Hyung... yo-" negado un poquito con la cabeza, sentandome a su lado y llevando una de manos a sus piernas, apretando un poquito. "Tú mamá tuvo que irse por la bulla que hacía y porque aún es de noche."  no dejando de aprovechar en robar otro suave beso en sus labios. "Estoy a tu cuidado ahora."

El suave suspiro que dio hizo que pueda entender que se sentía mejor, sonríendome y llevando una de mis manos a su cabellito, dejando suaves caricias sobre este.

"Voy a cuidarte hasta que te encuentres bien, te lo prometo."

Y Quizá esperaba que las cosas vayan mucho mejor.