⎯No... no quiero. ¡No!⎯ dio la media vuelta y se fue. Desearía poder quedar inconsciente, el dolor era demasiado. Sabía que necesitaba a alguien con quien desahogarse. Xen.

Marcó el número de su amigo, si había alguien que podía entenderlo en ese momento, ése era Xen.

⎯Xen.

⎯¿Pasa algo malo, Lian?

⎯Todo está mal... Xen, ¿podemos vernos... donde sea? Disculpa por ser una molestia, pero ya no sé a quién más acudir.⎯ Sollozó.

⎯Shh, Lian, no llores. Voy a ir a recogerte, no vayas a manejar. No creo que estés en condiciones de hacerlo. Estaré ahí en media hora.

La chica tuvo que darle la razón a Xen, si manejaba probablemente terminaría en un accidente automovilístico. Se alistó y esperó por el menor fuera de la casa.

No sabía que Kun estaba mirándole, que al verle subir al auto de Xen le rompió el corazón en pedazos como tantas veces lo había hecho en el pasado.

Ve con él, Lian... ve con la persona que te hace feliz...

Xen demostró ser la persona con la que necesitaba desahogarse, la escuchó, la dejó llorar y le hizo reír un poco con sus bromas. La chica le pidió que le dejara en su departamento, sabía que todavía no estaba lista para ver a Kun.

Estaba lista para ir a dormir cuando vio la carta. Ignoró la punzada en su corazón mientras la volvía a leer.

Estaba siendo egoísta... le estaban restregando todo en la cara pero ella no quería rendirse porque amaba a Kun, pero olvidó el hecho que Kun también la amaba... la amaba tanto que estuvo dispuesto a dejarla ir para que sea feliz.

¿Debería hacer lo mismo? se preguntó.

Voy a tratar por última vez... si todavía sigue queriendo su libertad, lo dejaré ir... se secó las lágrimas para evitar que siguieran mojando la carta. No quiero separarme de él, por favor, que recupere la memoria.

Se levantó de la cama y decidió volver a la casa de Kun, ya era tarde pero sabía que no podía esperar hasta mañana.

Reservó un pasaje por Internet, si su plan fallaba no estaba segura de poder enfrentar a Kun nuevamente.

Sonrió con tristeza, ella era más cobarde que Kun, esperó de todo corazón no tener que usar el pasaje en un futuro. Después de asegurarse de que todo estuviera preparado, cogió la carpeta con los papeles del divorcio y salió del departamento.

Kun no podía dormir, Lian todavía no había regresado.

Tal vez se extrañaban mucho, Lian no se ha separado de él desde el accidente. El muchacho cerró los ojos, pensar sobre el tema era una tortura, sólo le traía un inmenso dolor. Pensaba que se había preparado para ello, pero estaba equivocado.

Ignorando el dolor en su pierna, la cual todavía no terminaba de sanar, Kun saltó de la cama apenas escuchó el sonido de un auto estacionando fuera de su casa. Vio a Lian bajarse del taxi. Frunció el ceño y maldijo a Xen por dejar que Lian regresara a casa sola tan tarde.

La chica sintió sus nervios crispar al salir del taxi. Entró a la casa en silencio y se dirigió a su habitación para dejar los documentos, lo siguiente que supo era que estaba frente a la puerta de la habitación de Kun. Inhaló fuerte antes de tocar la puerta.

Se sorprendió al escuchar que Kun contestaba al otro lado de la habitación y supuso que era algo bueno.

No puedes echarte atrás ahora...

Sacó la cabeza por la puerta y vio que Kun sostenía un libro mientras estaba sentado contra la cabecera de la cama.

⎯¿Necesitas algo?⎯ Kun fijó su mirada en el rostro de Lian, los ojos de la muchacha estaban hinchados. Se preguntó si se había peleado con Xen, su mandíbula se tensó ante el pensamiento. Eso explicaba el por qué Lian había tomado un taxi.

Se preguntó si había tomado la decisión equivocada, ¿podía Xen cuidar de Lian?

Lian entró a la habitación acercándose cuidadosamente hacia la cama del muchacho. Se posicionó en el borde de la cama y quitó el libro que Kun estaba sosteniendo en sus manos.

⎯Lamento mucho la forma en que actué en la mañana, Kun.⎯ Dijo para empezar la conversación.

⎯Ve al punto Lian. ¿Qué necesitas?

⎯A ti. Te necesito a ti, Kun⎯la chica se sonrojó ante las palabras que dijo. Acercó su rostro al de Kun en un intento de besarlo pero el otro le empujó.

Kun estaba molesto, sentía que lo estaban usando. ¿Por qué Lian estaba actuando así?

⎯¿Qué estás haciendo, Lian?

Confusión y dolor se reflejaron en los ojos de la chica, le habían rechazado nuevamente.

⎯Kun, por favor, dame un oportunidad para ayudarte a recordar... por favor.⎯Rogó.

⎯¡El punto es que no quiero recordar!⎯gritó Kun. ⎯¡Lo único que quiero de ti en este momento es el divorcio! Me gusta Lixue, que mi memoria regrese no cambiará nada.⎯Dijo fríamente.

Fue como una fuerte cachetada en la cara, había sido una tonta al pensar que era tan fácil. Asintió con la cabeza antes de dirigirse a la salida de la habitación. Su corazón se sentía más pesado que antes, las lágrimas ni siquiera salían.

Antes de salir, le dio una última mirada a Kun.

⎯Buenas noches, Kun⎯dijo suavemente antes de cerrar la puerta detrás de ella.

Empacó las pocas cosas que tenía y miró sin expresión su equipaje. Recogió la carpeta y con manos temblorosas firmó los papeles dentro de él.

Después de eso escribió una carta para Kun, sonrió tristemente ante la falta de originalidad. Al terminar de escribir sus lágrimas empezaron a caer, empezaron a caer y no parecían querer dejar de hacerlo.

No sabía si el contenido le iba a importar a Kun, pero tenía que escribirlo todo.

Espero a que fuera una hora decente para poder salir, pero no esperó encontrar a la madre de Kun levantada tan temprano.

⎯¿Lian?

⎯Yun...

⎯¿Qué haces despierta tan temprano? ¿Qué haces con todo tu equipaje? ¿Te vas a ir?

Lian asintió con la cabeza, la mujer le dio un abrazo, podía sentir su dolor.

⎯Traté Yun... pero ya lo perdí, no debería de culpar a nadie porque todo fue mi culpa.⎯ dijo entre susurros. ⎯Cuídalo, por favor.

Sacó la carpeta y se lo dio a la madre de Kun, la mujer entendió de inmediato qué era.

⎯Cuídate, Lian.

La chica le besó las mejillas como despedida y salió.

Kun se levantó tarde esa mañana, cuando salió de su habitación su madre todavía estaba en casa.

⎯Mamá, ¿todavía estás acá? ¿Estás enferma?

Su madre apenas se tomaba un día libre ya que era una mujer de negocios muy dedicada a su trabajo, al ver que ella negaba con la cabeza, frunció el ceño.

⎯Sólo estaba esperando por ti⎯le dijo extendiéndole el sobre. Sus ojos reflejaban tristeza.

Kun echó una mirada a la carpeta, sabía que eran los papeles del divorcio, no había necesidad de leerlos.

Su madre le dio una palmada en el hombro antes de salir de la habitación.

Debería estar feliz... ahora Lian será feliz...

誠 Mientes → Qian KunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora