XVIII

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Jacob

Abrí los ojos lentamente y sentí un gran dolor en mi ojo derecho. Lo toqué pero me arrepentí de hacerlo ya que el dolor aumentó más.

—Ouh —Miré todo a mi alrededor y vi que estaba desnudo cubierto con una sábana.

Me senté en la cama.

—Buenos días —Jennifer entró a la habitación vistiendo mi camisa. Se sentó a mi lado—. ¿Te duele mucho?

—No sabes cuánto —Puse mi mano en mi cabeza.

—Creo que John se pasó —Rió un poco—. Te voy a traer una bolsa de hielo.

—Aún no comprendo porque es que hoy me duele, si ayer estaba bien.

—Creo que calentaste mucho la temperatura y ahora estás frío, por eso te duele —Se encogió de hombros—. Así como lo ves —Salió de la habitación.

Di un gran suspiro. No lo podía creer: Jennifer y yo estábamos juntos. Me levanté de la cama y lo primero que hice fue ponerme un bóxer. Luego me paré frente a un espejo y vi un gran moretón en mi ojo derecho, pero a parte de ese gran moretón vi algo diferente en mí. . . Me veía feliz. Dios, estoy feliz de tener a Jennifer a mi lado.

—¿Pensando?

La misma me sacó de mis pensamientos al volver con una bolsa de hielo. Sonreí lentamente y me acerqué a ella, la miré y junté mis labios con los de ella perdiéndome en un tierno beso, un beso suave, con dulzura, pero la pasión estaba presente. Poco después se separó de mí y me miró con una sonrisa.

—Tengo tantas ideas de cómo pasar el día junto a ti.


Jennifer

Eran las 10:30 PM y me encontraba en el pecho desnudo de Jacob. Ambos veíamos televisión, como una pareja ideal, supongo.

—Creo que esa película fue una porquería —se quejó cuando acabó. Me incorporé y le di un beso en los labios.

—Yo creo que fue interesante —respondí—. Pero debo de admitir que le faltó más personal.

—A eso me refiero —suspirñ. Me acorruqué en su pecho. Mi celular comenzó a sonar y Jacob me lo pasó.

—Es Jenny —Me levanté de la cama y comencé a caminar por la habitación—. ¿Hola?

¡Jennifer Monroe! ¿Qué fue todo ese espectáculo de la WWE? —sonaba molesta.

—Fue una pequeña discusión. . . Jacob y yo aclaramos nuestros sentimientos —respondí volviendo mi mirada a Jacob, quien me miraba con una sonrísa—. Lo quiero.

Oh hermana, no lo puedo creer pero. . . pero,  ¿era necesario hacer eso? ¿Qué pensara el señor Pérez?

—Mierda, se me había olvidado lo que pudiera pensar mi jefe y fue lo primero que nos dijo, que no quería saber de ninguna pelea más.

—Aún no logro comprenderlo. . . En un mes iremos todos para hacerles una visita. No hay problema, ¿verdad?

—Claro que no. Es más, es lo mejor que me has dicho. Los estaremos esperando, me imagino que será nuestra familia —sonreí.

—Y la familia de Jacob —Iba a responder pero ella colgó la llamada.

—Muy graciosa —murmuré y me acosté otra vez en la cama, sobre el pecho de Jacob.

—¿Qué dijo? —Comenzó a acariciar mi espalda.

—Me preguntó sobre lo que pasó en la WWE. También me dijo que al señor Pérez no le gustará nada de eso y que en un mes viene con nuestras familias.

En Búsqueda Del Amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora