-Tomaré dos -digo y meto la mano en mi bolso para sacar dos billetes de un dólar. Se los doy y agarro dos bolsas de pockys de la caja de cartón azul.

-¡Uuuh, galletas! -dice una chica de la Familia Real que está al otro lado de la mesa.

-¿Para qué las vendes? -pregunta uno de los chicos, tira un dólar en la caja y se lleva una bolsa con otro sabor.

La chica de la banda pone los ojos en blanco por un instante y yo no puedo evitar reírme. Ella repite el rollo y, cuando acaba, me hace un gesto de agradecimiento con la cabeza. Yo le devuelvo el gesto y al apartar la vista, veo que Genio me está mirando, apoyado en la vitrina de trofeos, con una sonrisa de satisfacción. Le miro con una ceja alzada y él se encoge de hombros antes de desaparecer.



✨✨

Cuando llego al aula de dibujo, después del último timbre, voy directo hacia el color rosa. Y el violeta. Y el naranja. No sé por qué, pero siento que puedo pintar con esos colores, que puedo salpicar el lienzo sin preocupación.

Aparto a un lado mis antiguos cuadros, pongo un lienzo nuevo y ni siquiera me importa que mis dedos hayan manchado por accidente los bordes limpios.

Retrocedo y miro el espacio en blanco. Pero ¿qué pinto? Hay demasiadas cosas brillantes y resplandecientes, que se prestan a una increíble obra de arte. Aprieto los labios.

-Pinta un cuadro sobre mí, aburrido en el parque desde hace ocho horas -dice Genio.

Me doy la vuelta y le sonrío ampliamente.

-No le haría justicia, señor -respondo-. Además, estuviste aquí esta mañana, así que no han sido ocho horas en realidad.

-Okey -dice Genio y me roba la bolsa de Pockys que me queda en el bolso-. Sólo quería asegurarme de que todo va bien.

-Sí. Lo cierto es que todo va estupendamente. -Genio se sienta sobre una mesa mientras yo me vuelvo hacia el lienzo-. Aunque he de admitir que pensaba que sería más fácil pintar. Bueno, sí que quiero usar estos colores, pero... ¡Guau! Estoy bloqueado.

-Espera... -dice Genio. Se acerca por detrás y me quita el pincel de la mano-. Ya lo tengo. Quedará fenomenal. Introduce la punta del pincel en el color carmesí y lentamente pinta una cara sonriente en el centro del lienzo.

Me río, pero Genio retrocede y se cruza de brazos, admirando su obra, antes de hacerme una señal para que siga pintando. Aclaro el pincel, lo baño en color fucsia y añado pelo de punta a la cara. Hago una pausa mientras la pintura se seca. Se parece un poco al punki de la clase de Shakespeare. Hoy no había pensado en dibujarlo como otros días, ni siquiera se me había ocurrido.

-¿JiMin? -me llama Genio cuando llevo un rato sin hablar.

-Perdona -me disculpo y me vuelvo hacia él-. Te toca, ¿no?

Niega con la cabeza.

-No se puede mejorar la perfección.

-Naturalmente -contesto.

Estoy a punto de continuar cuando oigo unos pasos que se acercan al aula de dibujo. Ken aparece por la puerta.

-Hola, bonito -saluda con los ojos brillantes. Mira el cuadro de la cara sonriente y se dirige a mí-. Es... ummm...

Me sonrojo.

-Sólo estábamos... estaba... jugando.

-¡Eh! Eso es arte del bueno -dice Genio detrás de mí.

-Es magnífica -se burla Ken de mí.

Me da un beso en la mejilla y entrelaza sus dedos con los míos, mientras trato de no tocarle la ropa con el pincel mojado. Ken es cariñoso y tentador, pero soy muy consciente de que Genio tiene clavados en mí sus ojos oscuros.

Tres Deseos: Una Novela Mágica || YoonMinHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin