Capítulo 10

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✨YoonGi (Genio)


—¡Genio!

No es JiMin el que me llama, sino TaeHyung. El cielo está a punto de iluminarse; los árboles son siluetas en lugar de nada más que oscuridad. Me pongo de pie bajo el roble y me sacudo la tierra de las piernas. Ha descubierto que ha pedido un deseo. Podría esconderme aquí para no tener que verle. No estoy obligado a presentarme ante él como cuando me llama JiMin. Pero no, se merece una explicación. Suspiro y desaparezco del parque para reaparecer a su lado.

—¡Vaya! Lo de llamarte ha funcionado —dice TaeHyung.

Está sentado en el asiento del conductor de su coche, fuera de la casa donde se celebraba la fiesta. Es extraño ver que donde hace tan sólo unas horas había mucho bullicio, ahora está muy tranquilo y en silencio, salvo por unas pocas personas que se tambalean hacia sus coches. El rocío matutino cubre los vasos rojos esparcidos por el jardín y ha empapado la ropa de un chico que se ha desmayado debajo de los setos de la entrada.

—Estoy esperando a que salga JiMin. Entra en el coche —dice TaeHyung con firmeza.

Su sorpresa inicial ya se le ha pasado. Asiento e intento calcular lo enfadado que está por el deseo de su amigo, pero me cuesta mucho leerle el pensamiento en este instante. Doy la vuelta al coche y me deslizo hacia el asiento del copiloto, donde acerco las manos al conducto de ventilación para calentarlas.

—Tenemos que hablar —dice TaeHyung, y me fulmina con la mirada.

Suspiro.

—Mira, él pidió el deseo y yo tenía que concedérselo. Para serte sincero, no quería hacerlo.

—No estoy enfadado. Pero quiero saber exactamente cómo funciona. Me refiero a que si JiMin quiere dejarle... ¿seguirá Ken enamorado de él?

Niego con la cabeza.

—Más o menos. Bueno, no. Los deseos no son permanentes. Deseó lo que Ken y JiSoo tenían, así que... hice que él lo quisiera a él en lugar de a JiSoo. Era la mejor manera de darle lo que quería sin cambiar demasiado cómo es él. En fin, hice algunos arreglos en el deseo. Todo lo que pude. Traté de que fuera un deseo para formar parte de algo, no un deseo de amor; pero puede acabar como cualquier otra cosa.

—Vale... vale. Bien.

TaeHyung  parece un poco aliviado.

—Y a ti te dejé fuera. Nada en ti ha cambiado —añadí.

No me parecía bien que la magia afectara a TaeHyung. Me vuelve a mirar, suspira y niega con la cabeza.

—Ummm... ¿Gracias? ¿Sabes? Tú y tus deseos no facilitan nada.

Logro formar una ligera sonrisa.

—Cómo nos complicamos la vida, ¿eh?

—Algo por el estilo —contesta TaeHyung y se frota las sienes.

Ambos nos volvemos para mirar hacia la casa cuando un movimiento capta nuestra atención. Es JiMin que camina despacio hacia la puerta delantera, de la mano de Ken. Les sigue un grupo de amigos de Ken, que no tienen el mismo aspecto glamuroso bajo la luz del alba que la última vez que les vi. JiMin, en cambio, está resplandeciente. Ken tira de él para acercársele y el chico levanta los hombros, tímido, luego se ríe, lleno de vida, y deja que él lo toque.

Tres Deseos: Una Novela Mágica || YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora