Capítulo 28

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Luego de cuatro horas Naruto y Sasuke abandonaron las instalaciones para pensar en la propuesta de Sakura sobre darle un pequeño puesto en la compañía, con alcances dignos para satisfacer a su ambiciosa madre,ella se encargaría de hacerla entender la situación. Sakura entre bromas prometió que si aquello no funcionaba entonces no habría más remedio que escapar los cuatro, ella con Lee y Naruto con Sasuke.

El azabache rodó lo ojos por la idea.

Naruto se permitió pensar que todo sería fácil.

Al entrar al departamento permaneció silencioso y pensativo, necesitaba ir a primera hora donde la familia Hyuga para cancelar el compromiso y exponer las verdaderas razones, si no es que para esa hora ya sabían todo. Frunció el entrecejo por qué aún no recibía ninguna llamada de su madre.

—¿Cenamos?— el blondo salió de sus pensamientos y le sonrió a Sasuke.

Conversaron sobre el mejor puesto para ofrecerle a Sakura y juntos pesaron en qué sería un buen detalle ofrecerle mudarse a China junto con Lee donde también le darían un empleo justo para su novio dentro de la empresa que dirigía Itachi.

Ambos sonrieron de acuerdo y mientras compartían un beso el celular de Naruto comenzó a sonar.

El blondo suspiro al ver qué la llamada provenía de su madre, le dedico una mirada a Sasuke y se alejo de la sala para salir al balcón.

—Hola mamá— saludo y espero respuesta, frunció el entrecejo y se alejo el teléfono para mirar si se había cortado la llamada al no obtener respuesta inmediata. —¿Mamá? — intento de nuevo, entonces un sollozo ahogado llegó como eco hasta sus oídos. Y se preocupó enseguida.

—¿Madre que sucede, está bien papá? —escucho movimiento y supo que el teléfono había cambiado de manos.

—Hijo, vamos rumbo a casa de Hinata, hace unos minutos nos llamó .... y al parecer ella intentó...

Los sentidos de Naruto se desconectaron y el teléfono cayó de sus manos. Autómata, se giro y salió apresurando del balcón.

Sasuke lo vio cruzar la sala y dirigirse hacia la salida, miro hacia el balcón y encontró el teléfono en el suelo.

Le llamó, pero él blondo se calzaba apresurado los zapatos sin escucharlo. Entonces se acercó hasta él y lo tomo por los hombros y lo sacudió.

Naruto le miró asustado y pálido.

—Hinata, ella, e-ella cumplió. Ella...

Sasuke lo estrecho en un abrazo— vamos, te llevo, no puedes manejar en ese estado, yo no entraré ni me apareceré para evitar problemas, pero promete que si me necesitas me llamarás.

El rubio asintió y salieron juntos rumbo a la casa de los Hyuga.

Naruto miró desde la puerta de aquel lugar y sintió todo el peso de la culpa sobre sus hombros, los brazos pesaban tanto y en una de sus manos la carta que Hinata escribió.

Una hoja con letras que formaban palabras llenas de odio, rencor y culpa. Una hoja arrugada por las inumerables manos que la tocaron hasta terminar en las suyas. Letras que decían todo lo que le amo y que por culpa de ese amor la despedida era aún más dolorosa. Letras que señalaban con el dedo y marcaban lo que la sociedad veía como un error, el acto más impuro, un error que demostraba que su existencia arrancaba la vida de una persona que solo deseaba amar.

La suya.

{A las cinco de la tarde Hinata Hyuga llegó a su hogar, saludo a sus padres y subió a su habitación donde escribió una carta, con lágrimas en los ojos  y la furia quemando desde su vientre tomo un puñado de antidepresivos que adquirió sin receta médica en una farmacia y se acomodo en su cama. Lo odiaba, lo odiaba mucho; por aparecer en su vida y llevarse lo que por tantos años le perteneció.

Comenzó a sentir mareo y los ojos llorosos comenzaron a pesar, la oscuridad comenzó a llevársela de a poco y cuando el corazón comenzó a latir presuroso se asusto y en un último intento y presa del arrepentimiento alcanzó su celular para llamar a su primo.}

Lo demás fue lágrimas y malas miradas hacia su persona, golpes y bofetadas de la mujer que lo adoro mientras tenía el título del mejor candidato a yerno. Naruto permaneció inmóvil por largo rato, viendo como asistian a la chica que amenazó y cumplió, sintiéndose patético y estúpido por no actuar a tiempo. Por dejar que la situación se agravará de ese modo. Por poner en esa situación a su amiga.

Entonces apareció Kushina a lado de Minato y lo devolvieron a la realidad, llevandolo en el auto familiar rumbo al hospital.

Kushina permaneció en silencio, con la cara llena de lágrimas y el papel entre sus manos. Miro a Naruto perdido viendo el camino o tal vez viendo nada. Ausente. Y se sintió la peor persona para llevar el título de madre. Había dañado y puesto en esa situación a dos personas por su capricho. Y ahora una de ellas estaba en peligro de vida y el otro en posibilidad de cargar sentimientos negativos por el resto de su vida.

Kushina estiro la mano y tomo entre las suyas la de su hijo.

Naruto le miró con ojos enrojecidos y con la expresión cansada, el blondo hizo amago de abrir la boca pero no pudo y bajo la cabeza. Cómo aceptando lo que su madre tuviera que decir.

—Lo lamento— dijo Kushina y Naruto le miró sorprendido— Lamento haber dejado atrás a la mujer que llamaste madre cuando eras un niño y en su lugar darte a esta extraña mujer que es egoísta.

—Mamá...— intentó hablar el rubio

—No, déjame perdirte perdón, es lo único que se me ocurre, solo espero que Hinata salga de está situación para también pedirle que me perdone.

Naruto, mi príncipe azul, mi todo en esta vida, quiero decirte en estás líneas lo mucho que te amo.

De niña me gustaba verte reír, me gustaba la protección que me dabas y de a poco me enamoré de ti, recuerdo lo tímida que era ante tu presencia, mamá me decía todas las noches lo bonita que era, pero solo lo creí hasta que me lo dijiste tú, me enamoré de ti con tan solo ocho años y me ilusione cuando obtuve la aprobación de la persona más importante en tu vida. Tú mamá, quien decía que sería una maravillosa esposa para ti cuando fuésemos mayores, ella me miraba con tanto amor mientras me prometía que tú serías mío.

Mío.

En el jardín de niños tomabas mis manos entre las tuyas sentía que mil mariposas se alborotaban en mi estómago y yo ya quería crecer.

Y lo hicimos, crecimos y cambiaste incluso antes de que él apareciera. Cambiaste y en tus ojos vi el cariño que me tenías. No era amor. Muchas veces te encontré mirando a tus padres atentamente y entendí el anhelo que sentías por algún día tener algo así. El abrir los ojos de esa manera me obligaron a esforzarme a ser eso para ti. Pero yo ya sabía que nunca lo lograría. Y me odie por no ser perfecta.

Y lo odie a él cuando apareció en tu vida. Lo odie por qué en pocos meses lograste mirarlo como a mí nunca podrías mirarme.

Y me aferré por qué tú eres mío. Yo tengo mayor tiempo a tu lado y él llegó a robarme todo.

Es un hombre. Y mi orgullo no puede estar más destrozado por eso.

Sasuke Uchiha y tú mi príncipe no pueden estar juntos.

No mientras yo viva.

Tan sólo túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora