Si, lo había hecho incontables veces, después de 3 intentos de suicidio era imposible salvarme de aquello, pero nunca conseguían nada de mi y terminaban confundidos diciendo que lo mío era un vago intento por llamar la atención, y es que yo es cada sesión ponía mi mejor sonrisa, hablaba con claridad y mentira en mis palabras, me negaba a compartir mi vida con personas que solo estaban allí por trabajo, me negaba a agobiar a alguien más con mis problemas así que opté por la mejor opción.

Sonrei y callé.

Quería gritar y destrozar todo pero en vez de eso me callé y me destrozé el alma.

Aparenté que no tenía ningún problema mientras estos mismos me consumían por dentro.

Hasta que conocí a YoonGi, su vida no era precisamente la mejor pero a él ni siquiera le importaba, él lograba comprenderme sin siquiera escuchar una palabra de mi parte, me sinceré con él, por primera vez me permití confiar en alguien y nos hicimos amigos a pesar de lo contraria de nuestras personalidades, él era de pocas palabras y yo de muchas, pero nos complementabamos increíblemente bien, él de convirtió en lo único que tenía.

Hasta que Park JiMin entró en acción.

Molestarlo se convirtió en mi método de distracción favorito, él tenía una manera propia de brillar que me hacía sentir pequeño a su lado, su sonrisa me causaba miedo y sus gestos y palabras amables hacia mi, me aterraban profundamente, cuando se quedaba observandome temía que pudiera ver a través de todos los muros que había creado.

Park JiMin se convirtió en mi más grande miedo y a la vez mi más grande anhelo.

Cuando me pidió que lo ayudara con su trabajo sobre la depresión y en "acosar" a YoonGi, me pareció divertido, porque sabía que no encontraría nada en él, YoonGi era difícil de leer incluso para mi.

Entonces el día de la presentación ese chico volvió a sorprenderme, su intensa mirada sobre mi, sus palabras y el cariño en estás. Él supo leerme, él supo entrar en mi corazón sin mi autorización y yo le recibí encantado.

Quizá aún no estaba preparado para ser sincero con él, pero sabía que en algún momento lo estaría, y sabía que él esperaría a que ese momento llegara.

Es que era imposible no querer a ese chico, lo quería, lo quería de una manera que nunca creí permitirme querer a alguien.

— Solo vete, no finjas que te interesa mi vida, pero en el caso que si lo haga te diré algo que lo más posible es que te haga sentir aún más decepcionada de mi -voltee a mirarle, sus ojos negros fijos en mi- tengo novio, y antes de que lo preguntes, no, no escuchaste mal, es un chico, un increíble chico que me ha demostrado que no todo en esta vida apesta, este chico es mi catalizador, así que si, mamá, tú hijo te ha sumedado otra decepción a tu lista, soy gay y no me puede importar menos tu opinión

Y con eso camine hacia la puerta, cerrandola tras de mi con la inconfundible voz de aquella mujer que me dio la vida decir un "marica asqueroso", molestia era poco para definir el como se escuchaba.

El aire golpeó mi rostro y esos ojos avellana me observaron a la distancia con cautela, levanté mi mirada hacia él, extendió sus brazos como esperando por mi y yo por poco corrí hacia él dejándome envolver en su calor, no preguntó nada, solo estuvo allí para mi como lo había estado este último mes desde que nos volvimos novios, él era simplemente maravilloso, lo quería demasiado.

Entonces unas palabras vinieron a mi mente, unas palabras que él me dijo aquel día después de la presentación, cuando pidió que nos diéramos una oportunidad y yo me negué por miedo a dañarlo, él solo había sonreído, tomó mi rostro en sus manos y murmuró.

No puedo arreglarte, pero juro quererte como si no estuvieras roto...

Y allí estaban una vez más aquellas palabras, sus manos tomando mi rostro igual que aquella vez y sus labios posándose sobre los míos con tanta delicadeza y dulzura que por un momento sólo existimos él y yo, aquello me hizo pensar que quizá, sólo quizá, en unos años más y tal vez para toda la vida, él estaría en mi futuro.

Ese pensamiento era el más hermoso que había tenido en años.

Todo gracias a él, quien me enseñó a ver la luz al final del túnel.

Quién se convirtió en mi luz.

Gracias Park JiMin.

***

Fin.

Depresión 《PJM & JJK》Where stories live. Discover now