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–¡Taehyung hyung!

–¿Si, Kookie?

–¡Está nevando!

–¿Qué?

–¡Nevando!. Del cielo cae nieve, nieve esa cosa que es del color blanco que parece helado

–Sé lo que significa

–No lo parece, hyung

Pasó sobre el para poder ponerse sus pantuflas e ir a ver mejor desde la ventana, la abrió y pudo ver todo lleno de nieve, los buzones, los autos, la calle, los jardines, las casas, los árboles,¡todo!. Iba a voltear pero no sabía que su hyung se encontraba hincado y a su par, haciendo que sus rostros quedaran a escasos centímetros.

Se miraron a los ojos y ambos dirigieron los ojos a sus labios, el pequeño los relamió y, por acción, Taehyung también. Sin pensarlo se estaban acercando mucho...

–¡Ya llegamos hijo!

Salió corriendo dejando al chico Kim un poco frustrado por lo que iba a suceder, suspiró, negó dando un golpe al marco de la ventana y se levantó para poder ir a ver a los padres del pequeño. Estaba triste, entonces eso significaba que ya no estaría ahí, no dormiría ahí, no comería ahí, no lo verá más.

–¿Cómo se portó Jungkookie?

–Bien, es un gran niño

–Mira lo que te traje campeón

No puede ser. Ahora tenía un auto, no uno de verdad pero tenía un auto, sabía que era mucha cosa de auto pero joder extrañaría mucho el que lo viera con su pijama, con sus sábanas, todo. Su sonrisa se esfumó cuando el teléfono de alguien era el que estaba sonando.

–¿Si?...¿Ahora?, acabamos de llegar...Si lo sé, lo sé...¿No puedes hacerlo tú?...Está bien

–¿Qué pasó?

–Tenemos que ir a Francia, problemas con la línea de ropa para mujer. Dice que es muy grave

Los ojos de Jungkook habían entristecido demasiado, acababan de llegar y se tenían que ir de nuevo.

–Lo siento cariño – se puso a su altura –Lo compensaremos al regresar...de nuevo

El señor y la señora subieron para poder arreglar sus maletas. El mayor se acercó al pequeño que se encontraba girando de un lado a otro el volante y pudo divisar como sus labios se movían haciendo el sonido de un auto...sus labios. Se sentó en frente de él con las rodillas encogidas, puso su cabeza apoyada en estas y esperó a que siquiera lo viera, estaba feliz porque se quedaría pero triste porque él estaba triste.

Se despidieron y salieron, Tae miró la puerta aún cerrada para luego ver el piso y por fin al niño. Seguía sin decir nada.

–¿Kookie? – hizo un sonido para que siguiera hablando – ¿Qué te parece si hacemos una carrera? – y alzó su mirada

–¿Carrera?. ¿Como la de Cars?

Ujum, volar cual cohete

–Atacar como bólido

Y viviría siempre y cuando Kookie sonriera...su Kookie

¡Taehyung hyung! (VKook)Where stories live. Discover now