Había una vez una niña que vivía encerrada, solamente que ella no lo sabía, ella no conocía el mundo, pero tenía una idea de el, como no tenía contacto con el exterior ella trato de hacer un mundo con lo único que tenía, sus sentimientos y la soledad, resultó que ella se convirtió en su mejor amiga, cuando la niña tenía una emoción, o algo pasaba por su cabeza lo hablaba con su amiga la soledad.
Cantaba con ella, leía con ella hacía todo con ella. Con ella empezó a reflexionar sobre lo que podría haber en el mundo exterior y cada día eso le fue robando aún más el pensamiento.
Un día cuando la niña empezó a darse cuenta de que podía librarse de su encierro su amiga se volvió contra ella, la abrazo, y la envolvió en sus ramas de locura y anciedad.
Con la que había sido la vieja amiga de la niña, con la que había compartido sonrisas y anécdotas, esa misma amiga la hizo llorar y gritar hasta no poder más.
Y la niña se dió cuenta que estaba completamente sola, y se hizo una con su vieja amiga, la soledad.
