𓏲ᣟ 𝑙𝑙𝑎𝑚𝑎𝑚𝑒 𝑘𝑎𝑐𝑐𝒉𝑎𝑛 ; 𝑘𝑡𝑑𝑘 ᳝

01

—¡Bakugo!, bajate del escritorio, ¡estamos en clases!—gritó el anciano canoso con un libro de física en una mano, mientra que con la otra sostenía una tiza.

El rubio sólo ignoro al profesor, y continuó hablando con la castaña de ojos cafés. Prácticamente, para toda la clase aquel profesor era inexistente, su materia y su forma de enseñar los dormía demasiado, así que, la mayoría optó por ignorarlo durante su hora.

Claro, todos menos cierto pecoso, la cual amaba la física más que cualquier otra materia. A pesar del desmadre que había detrás suyo, él simplemente seguía anotando en su libreta lo que él profesor decía.

El viejo suspiro, cerrando su libro. Se había dado totalmente por vencido. Aquella clase era un total desastre, y él, que era un profesor que ya no tenía ni las ganas ni el espíritu de uno no se esforzaria en cambiar la actitud de los muchachos. Después de todos, ellos desaprobarian las materias.

Se acercó a al estudiante de pecas, quien sólo observaba sus movimientos.

—Midoriya, aquí tienes mi libro. Puedes aprender de él, no tiene caso que hable y enseñe solo a una persona, se que te gusta lo que enseñó, pero ya no tengo la energía de antes para captar la atención de estos niños. Disculpame—finalmente le extendió el libro a la niño, quien lo acepto dedicándole una amplia sonrisa.

—Muchas gracias, sensei—finalmente, el anciano salió de la habitación.

—¿es legal dejar irse del curso así?, kero ... —dijo inconscientemente la ranita.

—¿a quien le interesa?—espetó Hanta levantando el dedo pulgar sonriendo. —¡hora libre!

Si los del 1—A se comportaba así estando una figura de autoridad ya de por sí en la sala, imaginen cuando no. Instantáneamente papeles comenzaron a volar en el lugar, insultos, peleas y aviones de papel por doquier se hicieron presentes.

—¡Mineta deja de joder! —gritó la azabache alta quitándose al enanor violáceo de encima, quien efectivamente trataba de tocar su pechos.

—¡Pff! —bufó viendo que claramente su meta no iba a ser posible. —¿Y Jirou?...—penso babeando como Idiota que era.

—¿Jirou?, gau, la tabla de planchar, has caído muy bajo Minoru—exclamó Sero dándole palmadas en las espalda al más bajo.

—¿lo dices porque...? —se calló un momento. —Ah, cierto, no tiene, que imbécil—finalizado lo dicho, repentinamente una mano apretó con fuerza su hombro, y un aura negra lo rodeo completamente. Efectivamente, era el fin del enano de jardín.

—Ese compa ya está muerto, nomas no le han avisado—canto el rubio eléctrico con una guitarra salida de quien sabe donde.

—ustedes dos... —susurro la azabache de cabello corto. —les cortare su amiguito y se lo daré de comer a los perros. —la chica también calló un momento, cerrando sus ojos mientras ponía una mano en su mentón. —ah, verdad, Yaomomo, hazme lupas, no se las podré ver fácilmente—sonrió satisfacha por lo dicho.

—por cierto, Bakubro, ¿a ti no te tocaba hacer el trabajo de química con Midoriya?, ¡si lo hicieron podrían dejarme copiarlo, Denki y yo somos unos verdades idiotas, no entendemos nada de nada—preguntó el pelirrojo poniendo una mano en el hombro del chico nombrado.

El mismo rubio al instante de recordar eso, se acercó rápidamente al pupitre del pecoso. Se apoyo en este sin mínima delicadeza, sonriendo altaneramente sólo como él sabía hacerlo.

—¡oye!, nerd de mierda, imagino que habrás hecho el proyecto de la vieja, ¿no? —arqueo una ceja intentando intimidar al pequeño verdoso.

Sim embargo, el oji—verde no puso ni un ápice de atención a lo dicho por el rubio, sólo se hallaba leyendo el libro que su profesor anteriormente le había dejado, murmurando cosas sin sentido que Bakugo no entendía.

Bakugo no entendía ninguna materia.
Siquiera literatura.
Katsuki no leía más que sus mensajes.
Bakugo era un Idiota.

—Jodido extra, ¡cuando te hablo, préstame atención! —golpeo con su puño la mesa. Aún así, el pecoso no se inmutaba ni un poco, haciendo que la ira del rubio aumentará todavía más.

¿Estas revelandote a mi pedazo de mierda con pecas?, veamos como te va con eso.

—bien, si no me prestas atención, mi puño te despabilará rápidamente—sentenció, al instante en que estaba apuntó de golpear al chico, este simplemente se levantó de su asiento, dirigiéndose al del chicos de ojos violáceos con enormes ojeras.

Era aquel rarito que habían transferido hacia tan solo unos pocos días. En ese corto lapso de tiempo, se vio al chico verdoso estar todo el tiempo a su lado junto a Todoroki, se llevaban bastante bien entre ellos.

Se pudo escuchar la carcajada del Bakusquad desde atrás y varias burlas dirigidas a la idiotez del cenizo.

—¡se te reveló la pasiva!—gritó Mina sonriendo de oreja a oreja.

Todo, absolutamente todo el grupo liderado por Bakugo eran fieles shippers Katsudeku, y apoyaba más al pecoso que al abusón de Katsuki. Ante sus ojos, Bakugo sólo era el grandisimo Idiota que organizaba las estupideces que harían. Mientras que Deku, era la salvación de fin de año de los más idiotas del salón, él era el que se encargaba de ayudarlos a entender tres meses de clases en unas semanas, por ellos, el pecoso siempre estaba en los corazones de los chicos de la clase A.

—¡Ya!, ¡cierren esas maldita boca que tienen! —vociferó, parecía que la vena de su frente estaba a punto de estallar.

—Katsuki, ¿podrías dejar de gritar solo por un momento?... —pidió el pecoso alzando una ceja totalmente serio.

—¿dejar de gritar?... —susurro. Si, definitivamente esa vena reventaria. —tu no me das or—se callo un momento deteniendo su paso. —espera maldito mocoso, ¿se puede saber cómo putas mierda me has llamado?—bufó tomando al chico de pecas de su camisa.

El oji—esmeralda ni se inmutó. Suspirando se limitó a decir: —¿que?, ¿acaso ese no es tu nombre?, si te molesto solo puedo llamarte Bakugo, no hay problema—sonrió ladeando su cabeza amablemente.

Toda la clase se quedó en silencio.

Definitivamente esa actitud por parte del pecoso era extremadamente extraña. Toda su vida utilizó aquel mote meloso y gracioso en el rubio, pero ahora, sólo lo llamaba seca mente por su nombre, y parecía no hacer caso a las acciones que naturalmente asustaban al niño.

—¡Bakugo, te han cambiado a la pasiva! —gritó de nueva cuenta la peli—rosa.

Epa, lo bueno de hacer un cliché es que no tardas nada en escribirlo. Bueno bbs, quiero aclarar que escribo esto solo para relajarme de mis demás historias.

Ni en pedo voy a corregir las faltas, por lo que no voy a necesitar a mi beta reader acá. Además, solo me limite a hacer la portada, ya que los separadores los saque de pinterest.

Noten el desinterés ahre.

Nos vemos <3