"Eterna Promesa"

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NOTAS: Un "pequeño" y "breve" fic que se me ocurrió, mientras recordaba un manga de Harada, así que sabrán qué nada bueno se nos viene en torno a la pareja xD

En fin, los personajes de Boku No Hero Academia son propiedad de sus respectivos autores. Las imágenes utilizadas en el fic, son propiedad de sus respectivos autores. La historia está basada en uno de los tantos mangas de Harada (sin llegar al grado de las violaciones o la sangre en extremo xD), claro con un buen toque de Omegaverse y la locura de RozenDark.

Y sin más que decir, les invito a leer (^3-)/

~°ɞ°~~°ɞ°~


A veces los juegos de niños, no siempre son simples juegos.

Los niños son tan volubles y manipulables, tanto que en una época como lo es la edad del preescolar, los padres siempre tienen que estar al tanto del rumbo que sus tiernos niños tomarán, especialmente si hablamos de un mundo, donde en su mayoría, la gente nace con poderes.

— ¡Kacchan no me dejes solo! —pidió entre llanto el pequeño niño.

A veces, los niños son crueles, más si uno de ellos es sumamente diferente. Los niños siempre imitan lo que ven de sus padres, aunque en otras ocasiones, los niños pueden llevar esas imitaciones, demasiado lejos.

—No digas tonterías, inútil, Deku —respondió con furia un niño rubio—. Yo no necesito en mi camino a un lastre como tú. Seré el más grande héroe, y un inútil y bueno para nada quirkless como tú, será nada más que una piedra en mi camino.

A veces, las palabras son más filosas y dolorosas que los golpes, pero aquel niño de tiernos cinco años, utilizó ambas cosas para herir al que hacía un año atrás, era su mejor amigo.

Fueron desde golpes e insultos los que el pequeño Alfa, Katsuki Bakugou y sus dos fieles amigos y seguidores, le otorgaron al indefenso Omega sin poderes, Izuku Midoriya.

Ni un solo adulto hacía presencia en el lugar, puesto que los niños se encontraban "jugando" en su escondite secreto. Y sin duda alguna, los infantes no median la fuerza en sus ataques -ya sea porque así lo querían o no lo controlaban del todo-, mientras que el Omega solamente trataba de amortiguar los golpes lo más que sus brazos podían.

— ¡Por favor Kacchan, ya para! —pidió adolorido.

—Kacchan solamente lo miró con desdén—. ¡Tú no eres quien para ordenarme Deku!...

A veces, lo que está alrededor de una persona, tiene más peso que las valiosas presencias a nuestro alrededor, y a Katsuki Bakugou, aquellos halagos y felicitaciones, fueron sin duda, algo tóxico para alguien tan egocéntrico como lo era él.

Katsuki Bakugou no midió -lo es más ni siquiera lo intentó-, su ataque. Hizo una explosión, justo cerca de la nuca del Omega. Ni siquiera se preocupó, cuando Deku cayo inconsciente, de manera dura al suelo.

El Omega no se movía, y parecía que no respiraba siquiera, algo que sin duda preocupó a los dos acompañantes del rubio, sin embargo, a Katsuki poco o nada le importó aquello.

—Vámonos ya —ordenó seriamente el pequeño Alfa.

— ¿Estás seguro Kacchan? —preguntó nervioso el niño de las alas—. Deku no parece ni respirar, así que dejarlo solo, sería algo peligroso, ¿no?...

—Supongo que eso es verdad, ¿en verdad nos vamos a ir Kacchan? —cuestionó el otro niño.

—Una vez leí en un libro, que "hierba mala nunca muere". Eso aplica a la perfección con el inútil de Deku, aunque yo lo compararía más con una cucaracha —mencionó sin sentir preocupación por el Omega—. Seguramente es una treta para que nos compadezcamos y no lo abandonemos, pero yo no soy tan estúpido como ustedes —dijo con rencor, mientras se acercaba al inconsciente niño—. Oíste Deku, no voy a caer en tu sucio y patético jueguito. Justo ahora, voy a regresar a mi casa y ser atendido y elogiado como el ganador que soy, mientras que tú, te quedaras solo...

Eterna PromesaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt