«1»

115 11 0
                                    

 Namjoon se sentaba en la misma banca del parque desde hace ya bastante tiempo para cuidar a su primo menor que él, Jimin.

El niño tenía trece años cuando le confeso que ya no estuviera con él porque el chico que le gustaba podría pensar que era su novio. Al principio le sorprendió que al mocoso le gustaran los niños, pero después se enojo. Sabía que Jimin no lo dejaban ir al parque solo, tenía que ir a fuerzas con Namjoon, sin embargo al estar enojado con él, dejaron de ir.

No podía estar enojado con Jimin por mucho tiempo, era muy adorable y sin mencionar de que le pidió disculpas, solo quería castigarle un poco.

Cuando regresaron, y desde entonces, Namjoon se sentaba en esa banca a vigilar a su primo. Esa era la condición que le había puesto el mayor para no estar con él. Prácticamente era su única condición, tenerlo a la vista todo el tiempo. Mataba dos pájaros de un tiro vigilaba a Jimin y de paso podía ver a uno de sus amigos, Jungkook.

- ¿De nuevo de niñero? - Escucho una voz familiar, era Jin. Un amigo que había hecho estando sentado en esa banca.

Jin también compartía su mala fortuna, también era niñero de su hermano Hoseok y su pequeño primo Taehyung. Sin embargo, Jin podía estar con los chicos, pero decidió estar con Namjoon, ambos más grande que los demás.

- ¿Qué más me queda? - Dijo mientras Jin se sentaba a su lado.

Desde esa banca podía ver a los cuatro chicos, y ver cuando llegaba Yoongi. Ni Jin, ni Namjoon sabían cómo es que un chico como él había conocido a los chicos.

Jimin y Hoseok iban en el mismo salón de la preparatoria, mientras que Jungkook y Taehyung en la misma secundaria, pero diferente grado. De hecho, Jungkook defendió a Taehyung de que lo golpearan, y desde entonces comenzaron su amistad. Pero aquel chico no sabían de donde lo conocían, sin mencionar que lucia un poco más grande que los demás.

- Pronto será el cumpleaños de Hoseok – hablo de nuevo Jin – Hará una fiesta, supongo que invitara a los chicos.

Eso significaba para Namjoon que tendría que acompañarlo. No lo dejarían ir solo.

- Pensaba que si tú también querrías ir – Namjoon lo volteo a ver con una mueca – No quiero estar solo en esa fiesta, habrá muchos niños.

- ¿Por qué no invitas a más amigos? - Jin agacho la mirada, Namjoon sabía que no tenía muchos amigos – Perdón.

- Descuida – volvió a sonreír – Pero piénsalo. No me hagas soportar a los niños yo solo.

- Cobro ocho dólares la hora por cuidar niños.

- ¡No es para eso! - escucho la risa de su amigo.

Jin, al igual que los demás del grupo, iba a un colegio privado, Namjoon iba a una escuela publica. Los padres de Jin creían que se debía pagar por una buena educación para obtenerla, pero su amigo no había experimentado lo mismo que Namjoon y aquello se lo contaba a Jin. Había encontrado en él un confidente. Le contaba cosas que no podía permitir que su familia supiera, ni siquiera Jimin.

A veces le daba la impresión que entre más le contaba de sus fiestas, Jin tenía ganas de ir a una, pero no parecía que se atreviera a decirlo.

- Si no dejan ir a Jimin, puede que vaya yo, por lo menos.

- ¡Bien! - La cara de a Jin se ilumino con una brillante sonrisa – Conseguiré cerveza, ¿cuál es tu favorita?

- ¿Qué? No – Namjoon comenzó a reír – No tienes que conseguirla, estaré bien con lo que haya.

- Pero tienes que ir.

- Sí Jin.

Casi siempre se ponían a platicar de la vida de los dos mientras que los chicos lo hacían de forma más escandalosa. A veces conseguían algo de comer y ellos seguían ahí. Se iban cuando el crepúsculo se ponía. Esta vez, la regla de regresar a casa a esa hora, la habían puesto los padres de Namjoon, solo por Jimin.

Cuando el pequeño Jimin llegaba a donde estaba su primo mayor, era solo porque Yoongi se había marchado y así, solo así, se acerba de nuevo a su primo. Incluso Jin a veces se iba antes de que el pequeño se acercara a Namjoon.

De regreso, a casa, ambos se quedaban callados. No solían hablar nada de lo que haya pasado en el parque, pero esta vez, Jimin hablo.

- ¿Jin te dijo de la fiesta de Hoseok?

- Sí – no agrego más.

- ¿Piensas ir? - Namjoon sabía a donde iba con esas preguntas.

Si le respondía que sí, lo más probable es que lo usaría como excusa para poder conseguir el permiso más fácil, y las cosa no se las dejaría de esa forma.

- No lo sé. Lo más probable es que no – soltó un suspiro – No quiero estar de niñero.

- ¡Debes de ir! - Lo tomo del brazo para detenerlo y mirarlo - ¡Por favor!

- No lo sé. Lo pensaré...

- ¿Eso le dijiste a Jin? - Lo miraba de forma suplicante.

- Sí, le dije lo mismo – mentía.

Comenzó a caminar, pero Jimin lo volvió a detener.

- Trata de ir... o por lo menos dime que lo intentaras.

- No sé.

De nuevo retomaron su camino, pero esta vez Namjoon no le hizo caso a los berrinches de su primo. No es que lo odiara, lo quería, pero a veces sentía que Jimin solo lo usaba para salir. Que no le importaba si se encontraba divirtiéndose o no. Y es que, desde que le dijo que le gustaba un chico, se sentía de esa forma.

La banca del parqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora