Realmente debía dejar de meter su nariz en los asuntos de otras personas. Por supuesto, si hubiese hecho eso desde el principio, él no podría haber conocido a Jin. Y Jin hacía que toda la mierda por la que estaba pasando ahora valiera la pena. Él lo valía todo, lo cual era divertido considerando lo duro que había luchado con la idea de estar con Jin al principio.

Le había tomado poco más de una semana para que todo el curso de su vida cambiara, incluso la forma en que percibía lo que era ser un hombre. Jin vestía ropa sexy, de colores y maquillaje, pero era el hombre más masculino que Jungkook hubiese conocido. No sabía cómo alguna vez pudo pensar de otra manera.

El simple pensamiento de su pequeño compañero le hizo reanudar sus pasos corriendo hacia la cocina.

―¿Bebé? ―preguntó mientras entraba a la
cocina encontrándola vacía. ―¿Jin?

Repentinamente un profundo terror abrumó a Jungkook. Corrió alrededor de la cocina abriendo los armarios y mirando bajo los mostradores tratando de encontrar a Jin. Incluso miró debajo de la mesa. Cuando no lo encontró ahí, lcomenzó a buscar en las otras habitaciones.

Abriendo la puerta de la lavandería, Jungkook dejó escapar un grito ahogado cuando vio a Jin acostado sobre su costado en un charco de sangre.

Entró corriendo y se dejó caer de rodillas a su lado, sus manos temblaban mientras trataba de llegar a él.

―¿Jin? ¿Cariño? —susurró Jungkook, su corazón latía fuertemente en su pecho. Había tanta sangre. Estaba por todos lados y Jin parecía estar cubierto de ella.

Tenía miedo de tocarlo, temeroso de descubrir si estaba vivo o muerto. Simplemente no podía ver como alguien podría sobrevivir con tanta pérdida de sangre, asumiendo que toda era de Jin.

Escuchando un pequeño gemido, Jungkook dejó escapar el aliento que había sostenido y se inclinó junto a la cabeza de Jin. Gentilmente lo rodó sobre su espalda, sus ojos fueron a su cara.

―¿Jinnie? Bebé, ¿Puedes oírme?

Jungkook recorrió con sus ojos el cuerpo del hombre tratando de encontrar sus heridas. Tenía varios cortes profundos y rasguños, algunos moretones y unas cuantas abrasiones, pero no parecía haber una herida que pudiese producir tanta sangre.

―Cariño, tienes que decirme dónde estás herido ―le susurró en voz baja.

Recorriendo con sus manos su cabeza y bajo su cuello, Jungkook quedó anonadado al ver dos profundas y pequeñas heridas punzantes en el cuello de Jin. Instantáneamente se sentó y olfateó el aire que los rodeaba, sólo ahí detectó la esencia que había estado tan ocupado en oler cuando corría dentro de la habitación.

¡Chupasangre! ―Jin había sido mordido por un vampiro. Pero eso no explicaba toda la sangre. A menos que desgarraran la garganta a una persona, la mordida de un chupasangre no sangraba. Jin no lo hacía.

Entonces, ¿De dónde venía toda la sangre?

Jungkook usó una de sus garras para cortar la camisa abierta de Jin, extendiendo el material para revisar su pecho. Una vez más, además de algunos cortes, arañazos y pequeñas contusiones, no había heridas profundas. Tampoco encontró nada cuando le quitó los pantalones.

―Voy a girarte ahora, Jin. Necesito revisar si tienes lesiones en la espalda ―dijo suavemente Jungkook antes de hacerlo rodar con cuidado sobre él.

De acuerdo, no hay lesiones importantes. La mayoría de la sangre parecía estar en su ropa.

Miró nuevamente hacia abajo a la cara de Jin, notando que se estaba formando un hematoma en su delicado rostro. Alguien había trabajado en él muy bien, y si alguna vez tenía sus manos sobre ellos, desearían estar muertos.

―¿Bebé? Voy a levantarte. Quiero llevarte al segundo piso y limpiarte un poco, luego te pondré en la cama, ¿Está bien? ―dijo suavemente Jungkook.

Pensando en la otra persona en la casa, tomó una toalla del estante y la envolvió alrededor de Jin antes de levantarlo gentilmente entre sus brazos. Con tanto cuidado como pudo, Jungkook cargó a Jin fuera de la lavandería. Tan pronto como llegó a la sala de estar, llamó a Yoongi, y luego subió rápidamente las escaleras.

Acababa de llegar a los escalones superiores
cuando Yoongi salió, con Heechul sobre sus talones.

―Jin se quedó dormido así que lo estoy llevando a la cama. ¿Crees que podrías venir y abrir la puerta por mí? Tengo mis manos llenas ―le pidió Jungkook, protegiendo el cuerpo de Jin con el suyo mucho más grande.

No quería que nadie supiera que su compañero había sido atacado hasta que él supiera qué había pasado.

―Heechul, ¿Podría prepararnos unos tragos? Hay un mueble bar con licores en mi escritorio. Bajaremos en unos momentos.

Yoongi parecía confundido, pero de todas formas subió las escaleras. Jungkook miró a Heechul hasta que entró nuevamente en el estudio antes de dirigirse al dormitorio. Esperó a que Yoongi llegara ahí, aún escondiendo a Jin de su vista hasta que la puerta estuviera abierta.

―¿Yoongi? Ven y cierra la puerta ―le ordenó.

El Beta aún parecía confundido, pero hizo lo que Jungkook le pidió, cerrando la puerta antes de volver a detenerse en un extremo de la cama. Jungkook con cuidado recostó a Jin sobre la cama antes de sentarse a su lado. Sólo entonces vio lo que le habían hecho.

―¡Oh dios mío! ¿Qué demonios sucedió? ―gritó Yoongi horrorizado.

―¡Sshhh! Baja la voz. No quiero que nadie sepa lo que pasó hasta que sepa lo que está pasando. ―Jungkook le reprendió.

―¿Qué ocurrió?

―No lo sé. Lo encontré tendido en el suelo del cuarto de lavado. Dios, Yoon, había sangre por todos lados. Estaba seguro de que estaba muerto, pero no pude encontrar ninguna lesión importante en él. Tiene cortes y abrasiones por todo el cuerpo como si hubiese estado en una gran pelea, pero el único daño real es esto ―dijo Jungkook, alzando el cabello de Jin para mostrarle al Beta las heridas punzantes en su cuello.

Yoongi se acercó más, su boca cayó abierta en completo asombro. ―Él ha… él ha sido mordido.

Jungkook asintió. ―Hay un chupasangre en nuestra casa Yoongi, y quienquiera que sea, atacó a Jin. Esto no sucedió por casualidad. Alguien lo estaba esperando en la cocina, y ellos tenían ayuda.

Yoongi miró a Jin un momento, y luego asintió con la cabeza mientras caminaba hacia el teléfono que estaba en la mesa de noche levantándolo.

―Voy a llamar a Yugyeom y Youngjae para que regresen a casa. Creo que necesitamos protección adicional.

―Probablemente eso sea una buena idea. Hasta que ellos lleguen aquí, no quiero que nadie sepa lo que le sucedió a Jin. Por lo que respecta a los demás, Jin se quedó dormido mientras limpiaba la cocina. ¿Entendido?

Yoongi asintió, incluso cuando escuchó a alguien contestar el teléfono.

―¿Youngjae? Soy Yoongi. Necesitamos que regreses a casa. Estamos en problemas.





































Muchas gracias por todo su apoyo, cariño y todos los bellos mensajes que me dejan cada uno de ustedes♡
P.d: Ya se que debería haberles dicho esto antes pero se me olvidaba ponerlo xD





ᴊᴜsᴛ ᴀ ᴛᴀsᴛᴇ ᴏғ ᴍᴇ | ᴊ.ᴊᴋ - ᴋ.sᴊ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora