[1] Red Moon ↬ H. Potter (PAUSADA)

01 | The cry of a goddess

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El llanto de una diosa
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El único sonido que se podía presenciar en los pasillos del Castillo eran los zapatos de la chica pelirroja, que portaba el uniforme con el escudo de Ravenclaw impregnado en su túnica, chocando con rapidez y fuerza, contra el suelo del largo y solitaria pasillo.
La joven corría mientras trataba de detener las cristalinas lágrimas que salían sin permiso de sus ojos y se deslizaban con rapidez por las mejillas de la chica. Sus anaranjados cabellos volaban por el viento, y sus ojos color cielos reflejaban dolor y tristeza. Cualquiera que la viera podria darce cuenta facilmente que se trataba de una persona que acababa de perder a alguien realmente  importante y valioso que podría en su vida, Y la verdad no era muy diferente. La pelirroja mantenía su tristeza a causa de impotencia por lo que no podía controlar, por lo que la rodea y agobiaba.

Esa mañana, al despertar, lo primero que le dio la bienvenida a un nuevo día fue una lechuza, de plumaje blancos como la nieve y ojos azules como el océano, parada en su ventana. Desde que la vio portando una carta de color negro y sellada con el escudo perteneciente a su familia, supo que lo que contendría la misma le traería una grande angustia. La desgracia fue que no se equivocó.

Apenas la abrió, con rapidez y nerviosismo, leyó lo que más temia. Era una carta de aviso. La fina letra de su madre impregnadas en el pergamino le informaba del fallecimiento de su tía, Ivette Baudin.

Ivette Baudin, la mayor de las cuatro hermanas Baudin. Había sido encontrada la noche del 11 de Septiembre en su mansión. Donde sobre un charco de sangre descansaba su cuerpo ya sin ninguna pisca de vitalidad que alguna ves posello.
Para Rossi fue un golpe demasiado duro, dado a que su Tía Ivette siempre fue una de las personas que más apreciaba.

Ivette Baudin era la mayor de cuatro hermanas y la segunda, después de su hermano mayor Belmont, hija del matrimonio Baudin.

Un alma libre que siempre siguió lo que ella pensaba correcto, aún que eso la llevo a la muerte. Nunca se dejo llevar por lo que su familia pensaba, tomaba sus decisiones por si sola.
Nunca se caso, nunca tuvo hijos, era solamente ella y nadie más que ella. Podrían llamarla vieja solterona, e incluso loca, pero era una mujer llena de vida. Era feliz de vivir como lo hacía.

Por esos motivos se ganó el repudiado de su propia familia. Por ser diferente. Rossi siempre  la vio como lo que ella quería ser, sin embargo nunca sería, una mujer fuerte e independiente, sin temores y, sobre todo, libre. Una mujer libre, lo que ella siempre anelo pero nunca lograría ser.

La pelirroja recordaba a su tía con sus vestidos extravagantes, cabellera larga, llena de rizos y pelirroja. La extrañaría, extrañaría sus charlas sobre la vida, sus debates sobre los ideales que les enseñaron. Le parecía imposible el echo de pensar que aquellos ojos azules siempre llenos de vida ya no volverían a abrirse.¿Por que la vida era tan cruel?.