Prólogo II: Las alianzas, los conflictos y el fin de la paz.

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Como ya hablamos hace poco, la primer medida que se tomó fue crear una alianza entre todos los imperios, federaciones, uniones y coaliciones para poder lidiar con enemigos como La Horda y evitar, desde antes de que empezaran, cualquier posible enfrenamiento armado que volviera a amenazar contra la paz que hasta ahora había existido en la galaxia y terminara afectando las buenas relaciones que ha habido entre unas y otras especies.

La alianza pareció tomar fuerza rápidamente y prácticamente todos pasaron a formar parte de ella, la llamada "Gran Federación de Sistemas", aunque hubo algunos que decidieron mantenerse al margen o directamente oponerse a tal cosa.

Los primeros en tomar esta decisión fueron los sistemas de la Gran Hermandad Uruk'Thel, que simplemente dijeron no estar en disposición de unirse a otras razas en este mal intento de dominación política, aunque estarían en total disposición de colaborar si había otro enemigo como La Horda. Dejaron bien en claro que, fuera de eso, los problemas que tuvieran los unos con los otros o las ofertas de tratados, alianzas y comercio no les interesaban demasiado.

Poco después, la Orden de Pureza de los Jotun (apodada "Corte Sangrienta" por los grupos de oposición) también decidió alejarse de la diplomacia e intentar por su lado, ellos no dieron razones para no formar parte de la Federación aunque hubo quienes especularon sobre que había sido porque los miembros acordaron tener una plática donde se discutiría si prohibir la esclavitud y regular la mano de obra robótica dentro de los mundos que se unieran a la alianza; otros más pesimistas, y quizá con mejor ojo, advirtieron que quizá tanto ellos como los Uruk habían rechazado la oferta porque ya tenían planes de comenzar a causar problemas en un futuro no muy lejano.

Otros dos que se negaron a unirse fueron los Istaci, por su forma simple de vivir, y la Federación Tuxkana de Comercio, que prefirió intentar hacer su propia coalición con los mundos que se habían independizado a raíz de la desintegración de los imperios que antes los tenían dominados. Los Tuxkan siempre habían tenido un amor por los negocios y el dinero, incluso mucho antes de que dieran el primer paso hacia la era espacial. Sin embargo, tanto los reptiloides Tuxkan como los pequeños y pacíficos Istaci (y perdona que no te haya descrito físicamente a las especies, pero es que el sólo hecho de hacerlo nos tomaría demasiado tiempo y atrasaría aún más el inicio de nuestra historia) mantuvieron buenas relaciones con los mundos de la federación, los primeros por la ventaja comercial y la posibilidad de integrarse a esta Federación si la suya fracasaba y los segundos porque amaban la idea de una hermandad de especies que colaborara por avanzar y prosperar.

La última en rechazar la oferta fue la misma Azray, quién prefirió observar y analizar desde su lugar, manteniendo una postura neutral hacia ellos y cualquier otra facción a menos que amenazara con la paz y la vida en la galaxia. Además, previno a los demás que no duraría mucho esa alianza y que, aún si lo hacía, la mayoría de sistemas no estarían muy de acuerdo con su manera de operar puesto que una inteligencia colectiva donde todos los miembros, menos la mente central, son más bien como zombies sin libertad alguna no sería bien vista en una coalición donde la mayoría son democráticos o cosas similares, aparte de que los debates recientes sobre la esclavitud y otros temas similares no tardarían en hacerla víctima de ataques políticos por su manera de dirigir. 

Como era de esperarse, los gobiernos líderes de la Gran Federación de Sistemas fueron el Imperio Ex'van, ahora llamado "Imperio Travanista de Ex'van",, el Real Imperio de las Naciones Unidas (RINU), que la gobernaba un comité encabezado por un Líder Supremo y no un emperador como se pudiera esperar por el nombre, y la Unión de Sistemas Hiranos (USH). Cada uno liderado por uno de los 3 héroes que terminaron la Gran Guerra Galáctica: el xx'van Lord Travarus Phaloid, que ahora era conocido como el Emperador Travarus I "el excelente", el humano Lucius d'Vhakk, que mantuvo su puesto a la cabeza del comité ejecutivo del RINU, y el hirano Alas Magenta, que en las siguientes elecciones dio un salto gigantesco de gobernador planetario a canciller de toda la USH. Los tres líderes se habían vuelto buenos amigos después de lo cerca que estuvieron de morir juntos.

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