Senshi - Jaedo

CAPITULO 15

Youngho se presionó con sus dedos la cien, su cabeza dolia en gran manera y los ministros no se canzaban de discutir entre ellos y recordarle lo mal Rey que era.

- Deberiamos investigar sobre el culpable y matarlo - comentó uno.

Youngho negó.

- No quiero nada de derramamiento de sangre - comentó en tono casi aburrido.

Habian pasado tres días desde que Doyoung fue envenenado y no había despertado aún, eso lo hacia sentir triste, cansado y sobre todo desesperado.

- Majestad, si me permite, creo que no estamos viendo más allá del problema - Youngho lo miró confundido.

- ¿A que te refieres?

El ministro se paró delante de él con la cabeza agachada y habló.

- Creo que ahora mismo, el blanco no es su Alteza, su esposo, si no más bien es usted.

Youngho lo miró sorprendido.

- ¿Yo?

- Sí Alteza, después de lo que sucedió con los escalvos las personas del pueblo se han dado cuenta de que es lo más importante para usted, simplemente están utilizando a su esposo para dañarlo.

- Pero... ¿porqué? - Youngho parecia perplejo.

- Majestad, un Rey busca la prosperidad y felicidad de su pueblo antes que la suya propia, pero su Majestad ha puesto sus propios intereses antes que a su pueblo.

Youngho lo miró claramente ofendido.

- Ya les dije que no necesito que me digan cuan mal Rey soy, no me importa.

- Pero a los del pueblo sí, los esclavos han quedado en paz pero su propio pueblo es ahora quien lo ataca, desde que se casó con un Principe de un Reino caido desobedeciendo el acuerdo, todo ha sido más complicado.

Youngho lo miró frunciendo el ceño, estaba muy molesto.

- ¿Y entonces? ¿Qué, según tú, debería hacer?

Youngho miró directamente al ministro que le devolvió una mirada seria.

- Majestad, no se puede tener todo en la vida.

El Ministro le hizo reverencia y regresó a su lugar dejando a Youngho sorprendido.

Jungwoo caminaba rumbo a su habitación, pasaba de la media noche y estaba muy cansado.

Pensó que había tenído días dificiles pero desde que envenaron a Doyoung todo era una locura.

El Rey lo había citado apenas saliera el sol, eso quería decir que apenas tendría algunas horas para descanzar.

Cuando llegó a su habitación sonrió, Yukhei estaba recargado contra la puerta con los ojos cerrados, probablemente dormido.

Estos ultimos días lo había dejado acercarse más a él y todo iba mucho mejor que antes.

Jungwoo se acercó a él y se sentó a su lado, Yukhei parecia muy cansado, desde que Doyoung apareció en el palacio y el fue ascendido a General se le veia así.

- Yukhei - Jungwoo tocó su hombro.

El guerrero abrió los ojos y le dió una cansada sonrisa.

- Pensé que nunca aparecerias - Jungwoo sonrió.

- Yo también - Yukhei rió.

Jungwoo miró con detenimiento esa encantadora sonrisa que lo enamoró desde el primer día, repentinamente todo el cansancio desapareció.