Senshi - Jaedo

CAPITULO 1

Las llamas del fuego se esparcian por todo el palacio rapidamente, afuera, los gritos no cesaban e incluso se hacían más fuertes cada minuto.

Un grito femenino le heló la sangre cuando salió de su habitación corriendo, se prometió a sí mismo que por ninguna razón iba a voltear.

Todo era un caos, había sangre y cuerpos por todos lados, fuego consumiendo el palacio y la servidumbre corriendo en todas direcciónes para mantenerse a salvo.

Aún así con todo a su alrededor no miró atrás y siguió corriendo hasta llegar a la única persona que había amado en toda su vida, su hermano pequeño.

Corrió desesperadamente y sintió un escalofrio al ver su habitación con las puertas abiertas.

Cuidadosamente sacó la daga de sus ropas y la tomó con firmeza.

Su hermano pequeño estaba desarmado frente a un guerrero del reino atacante que le daba la espalda.

Corrió y en un instante le cortó el cuello, el guerrero cayó sin vida a sus pies, sin importarle en lo más minimo se aproximó a su hermano pequeño.

- Jeno, Jeno ¿estás herido?

- No, estoy bien - Jeno abrazó a su hermano mayor - ¿Qué está pasando hyung?

- Es un ataque Alteza - respondió una tercera persona. - El reino Xing nos ataca.

Volteó enseguida reconociendo la voz, el primer guerrero en las tropas del Rey, Taeyong estaba parado frente ellos.

Se mordió el labio tratando de reprimir las lagrimas, el hecho de que Taeyong estuviera ahi con ellos y no con su padre el Rey... Queria decir solo una cosa...

El Rey habia caído.

Guardaron unos segundos de silencio en medio del caos para sentir la pena, entonces el guerrero continuó.

- Principe Doyoung, tengo que sacarlos de aqui.

Su voz era firme y fria, Doyoung sabia que se sentia culpable por perder al Rey, ahora no queria perderlos a ellos tambien.

- Indicanos el camino.

Los tres salierón en medio del caos, Doyoung hubiera dado lo que fuera porque Jeno no hubiera visto semejante cosa, pero no podía evitarlo de ninguna manera.

- Hay un caballo detrás de los dormitorios de los guerreros, los llevaré ahi para que lo tomen y puedan huir. - dijo Taeyong

Doyoung volvió a sentir un nudo en el estomago, Taeyong había sido un buen amigo y sabia que solo Jeno y él podrian escapar, sí es que lograban hacerlo.

Llegarón corriendo y al parecer todo estaba tranquilo, Taeyong estaba desamarrando la correa del caballo cuando sintió la fria hoja de la espada en su cuello.

Cuando volteó un guerrero le sonrió burlón.

- ¿Qué debo hacer con él, General?

- Yukhei, deja de estar jugando, atalo y llévalo con el resto, él es el General de aquí, puede servirnos de algo.

Mientras Yukhei lo ataba Taeyong encontró su mirada con la de Doyoung y en silencio le pidió una disculpa.

Doyoung tenia enfrente a dos guerreros, uno el que el tal Yukhei lo habia llamado General y otro.

- ¿Pero que tenemos aquí? El Rey estará muy complacido de que encontramos a los Principes.

Doyoung se paró frente a Jeno y sacó su daga.

- Eso no es necesario - dijo el General.

- ¡Basta ya Principe! Su reino a caído, y si valoras tu vida y la de tu hermano, cooperaras - la sonrisa del guerrero le dió un escalofrio.