En Brazos de Él (Pablo Alborán)

Capítulo 26: "Everything has changed"

La nota de autor está al final del capítulo!

Escuchar "Everything has changad" de Taylor Swift y Ed Sheeran.

*Narra Valeria*

Ya había pasado una semana desde todo el lío con Salva, al parecer se disculpó con Alejandra, y Alejandra le perdonó, no por él, sino por el bebe que esperaban. Supongo que tardaría en volver a confiar en él.

Ya estábamos a mediados de agosto, y cada vez quedaba menos.

Las cosas entre Pablo y yo iban genial, de momento no habíamos tenido ninguna discusión, y cada día a su lado era incluso mejor que el anterior.

-Hace calor pero al mismo tiempo se está bien- comenta Pablo. Estamos andando por la playa de la Malagueta, hay poca gente, es extraño ya que son casi las ocho. El sol aún no se había ido, pero pegaba menos. Pablo rodea mi cintura con su brazo y yo la suya con el mío mientras andamos muy pegados, haciendo que la arena salte entre nuestros dedos de los pies.

El sonido de las olas del mar es tan relajante que incluso cierro los ojos. Trampi corre de la orilla a la arena, y de la arena a la orilla jugando como un tonto.

Todo es perfecto.

Pero como todo lo perfecto, esto acaba en unos minutos. Trampi empieza a ladrar, cosa que hace siempre que alguien se acerca, y abro los ojos. No me da tiempo a reaccionar. Él ya esta en frente nuestra, Pablo y yo nos paramos, suelta mi cintura para cogerme la mano, sus dedos están cálidos sobre los míos y me da un leve apretón para que no me ponga nerviosa y no haga nada tonto. No sabe como es Mario, pero tiene que imaginárselo al ver mi cara. Suelo ser una persona muy tranquila, hasta que me cabrean, y solo con ver su cara empiezo a cabrearme.

-Hombre Valeria, yo que pensaba que estabas tan afectada que ni ibas a salir de casa- tiene el descaro de decir.-Tendrías que haberlo hecho, en vez de estar aquí paseando- mira con desprecio a Pablo y nuestras manos entrelazadas.

-¿Quién coño te crees que eres para decirme lo que tengo que hacer?- Trampi empeieza a ladrar al verme tan alterada.

-Mm no se, uno de los muchos que han estado en tu cama- suelta Mario- sí, te estoy llamando puta, por si esa cabecita  tuya no entiende mis indirectas. No entiendo como hay tantos que se acuestan contigo, tampoco es que seas tan buena en la cama- sonríe con una sonrisa prepotente.

Pablo da un paso a delante con intención de pegarle, cuando era él el que quería que me tranquilizara, al parecer le ha cabreado bastante lo que ha dicho Mario de mi, pero pongo mi mano en su pecho para que se quede quieto.

-¿Qué, me vas a pegar? - dice burlón. Le observo fijamente, está igual que siempre, con el pelo castaño al igual que sus ojos, es bastante más bajito que Pablo, lo que debería hacerle sentir intimidado, pero parece feliz al ver que ha conseguido cabrearle, no sólo a él, sino que a mi también.

-No, no te va a pegar- él se empieza a reír, y como siempre, mi cuerpo reacciona antes que mi mente y me encuentro caminando a unos centímetros de su cara.. Mi puño va directo a su mandíbula haciendo que se caiga a la arena debido a la sorpresa, se inclina para atrás pero luego consigue recuperar el equilibrio. Joder, que dolor. Lo normal habría sido darle con la palma de la mano en la mejilla, pero bueno yo soy así.

-Yo seré puta, pero tú te vas a quedar solo el resto de tu vida y no hay mayor desgracia que eso.-dicho esto sigo para adelante, mientras él nos mira indignado cubriéndose la mandíbula con sus manos. Veo que maldice algo, pero no escucho su voz, solo vocaliza. Pablo empieza a reírse. Trampi le ladra una última vez y nos sigue saltando por la arena.