Capítulo 19

5.8K 387 17
                                    

He dormido como una reina en mi cama de matrimonio, pero creo que los chicos no han dormido tan bien. Al final fuimos a cenar por ahí, y entre la sangría de la cena y los cubatas que nos tomamos en el chiringuito, mi hermano y Javi acabaron bastante mal. Encima querían salir luego de fiesta, suerte que Yon les convenció para irnos, porque si no a saber cómo hubiera acabado la noche.

Hoy han vuelto a quedar con ellas, y aunque vengan Daniela y Victora, me va a dar bastante igual, o eso espero. La verdad es que Yon últimamente se está portando muy bien conmigo, y eso que no somos nada.

—¿Por qué no hacemos algo de deporte hoy? ¿Os apetece paddle surf o canoa?

Miro a mi hermano, incrédula. Pagaría por verle hacer paddle surf...

—Las dos cosas —bromeo entre risas.

Sobre las once de la mañana vamos a la playa y nos apuntamos a hacer paddle surf. Mi hermano, como no, se cae varias veces de la tabla. A Yon, para mi sorpresa, le cuesta un poco cogerle el tranquillo. Aunque lo que más me sorprende es que a mí se me dé tan bien, al menos mantenerme sobre la tabla, remar ya me cuesta más, pues no consigo remar lo suficiente para avanzar todo lo rápido que me gustaría. A Javi se le da muy bien para ser la primera vez que lo hace, y aprovecha para fardar y picar a mi hermano y a Yon.

Cuando acabamos de hacer paddle surf todo son risas, al menos hasta que veo aparecer a Irene, Helena y Daniela, hoy han cambiado a Victoria por un pelirrojo que no está nada mal, aunque no es mi tipo, y menos teniendo a Yon delante de mí con sus increíbles músculos y su rostro angelical. Helena saluda a mi hermano con un beso en los labios, Irene le da uno en la mejilla a Javi y Daniela se acerca a Yon muy coqueta, aunque él se limita a darle dos besos, luego se aparta y vuelve a ponerse a mi lado. Yo no puedo evitar morderme los labios conteniendo una sonrisa ante ese gesto, pues Daniela se ha quedado un poco cortada, aunque se recupera enseguida y me dice:

—Te he traído a mi primo, para que no te quejes de que solo tienes compañía de chicas.

Yo le dedico una falsa sonrisa antes de decir:

—No hacía falta que te molestaras, yo ya estoy bien acompañada.

Ella sabe que me refiero a Yon, y su primo debe saber que Daniela quiere separarme de él para poder ligárselo, porque el chico se acerca y me dice:

—Me llamo Gonzalo, y si me dejas te demostraré que puedo ser mejor compañía.

Yon alza las cejas y yo le miro de reojo, parece que el comentario no le ha hecho gracia, ha debido herir su orgullo de macho alfa.

—Íbamos a hacer canoa —interrumpe mi hermano al ver la tensión que se ha creado en un momento entre los cuatro—, ¿os apuntáis?

—Claro —Daniela se acerca de nuevo a Yon—. Así somos pares.

—Ya éramos pares —protesto.

Mientras estamos haciendo cola para pagar las canoas, el pesado de Gonzalo no deja de insinuarse mientras se me acerca cada vez más e intenta agarrarme de la cintura constantemente. Odio que invadan mi espacio personal y que me toqueteen sin permiso, así que le contesto bastante borde en varias ocasiones, aun así no consigo librarme de él. Yon, por su parte, habla con Daniela, y aunque mantiene las distancias, ella no se da por vencida ante nada y le agarra continuamente del brazo.

Al final me canso y digo enfadada:

—Voy a pasar de las canoas, creo que prefiero ir a la piscina a descansar un rato.

—Pero si has sido tú la que has dicho de hacer canoa —protesta Javi.

—Sí, los cuatro solos, y sin un pulpo de por medio —digo mirando a Gonzalo.

Y antes de que diga algo de lo que pueda arrepentirme, me doy media vuelta y atravieso la playa en un santiamén, llego al camping, tiro la toalla en una hamaca y me siento al borde de la piscina.

Es cierto que soy un poco antisocial, pero en mi defensa diré que nos lo estábamos pasando muy bien los cuatro solos... Y entiendo que inviten a otras chicas si les gustan, pero tanto mi hermano como Javi saben que tengo algo con Yon, cosa que no me da exclusividad con él, pero tampoco me apetece que liguen con él en mis narices, y aun así, después de lo de ayer, permiten que venga Daniela otra vez. Además, estaba muy incómoda con el pulpo de Gonzalo, debía notarse un montón y no han hecho nada. O mi hermano y Javi son muy tontos y no se dan cuenta de nada, cosa que dudo, o tienen un morro que se lo pisan; porque si prefieren que yo esté incómoda a cambio de conseguir a sus ligues, me parece que son muy mal hermano y muy mal amigo.

—¿Quieres compañía?

Estoy tan mosqueada que ni reconozco la voz, así que digo lo primero que se me pasa por la cabeza:

—No, tengo novio.

En cuanto digo eso y me aparece la imagen de Yon, suelto una pequeña risa sarcástica.

—¿Tienes novio?

Pongo los ojos en blanco, este tío me está hartando.

—¡Sí! ¿Qué pasa?

Me giro y veo a Yon sentándose a mi lado y metiendo las piernas en la piscina.

—¿Y quién es tu novio?

—Perdona, no te he reconocido —me disculpo sin mirarle a la cara—, pensaba que eras el típico tío que quería ligar conmigo.

Yon me mira con una sonrisa mientras asiente.

—¿Entonces no tienes novio?

—Sabes que no —pongo los ojos en blanco antes de volver a mirar al agua.

—Será porque tú no quieres.

Casi me desnuco al girar la cabeza para mirarle. Yon alza las cejas y sonríe antes de levantarse y saltar al agua de cabeza.

—Oye, no. El otro día hiciste lo mismo —digo indignada mientras me meto en la piscina y nado hasta él—. Hoy me vas a explicar qué has querido decir.

—Gonzalo parecía muy interesado en ti.

Le miro y comprendo que, nuevamente, no voy a sacar nada en claro, así que me acerco a él y le hundo la cabeza en el agua aprovechando que le pillo desprevenido. Cuando sale del agua, y me ve riéndome, se acerca para hacerme lo mismo, y aunque intento volver a hundirlo, no puedo.

Tu ausencia me llevó hasta élWhere stories live. Discover now