Catarsis ↬ Jaeyong ; Yuwin ; Markhyuck [NCT]

Capítulo 30

Nuevas reglas

Domingo, 7 de octubre.

Ese fin de semana había sido una completa tortura para Donghyuck. No entendía que había cambiado, Mark era de alguna manera más agresivo, un poco más molesto e incluso cuando lo besaba era más rudo, como si quisiera lastimarlo. El moreno le había plantado órdenes, pero Mark las había desobedecido completamente haciendo oídos sordos. Todo se estaba volviendo más complicado para Donghyuck, ya sea en el trabajo o en la universidad, ni hablar del canadiense que justamente ahora lo ignoraba mientras escribía algo en su celular.

—Mark —lo llamó por quinta vez, soltando un suspiro. Ni siquiera tenía las ganas suficientes para alzarle la voz. Últimamente se sentía cansado, desganado. —¿Puedes ayudarme en esto? —preguntó levantando un poco su cuaderno para que viera a que se refería. —No lo entiendo mucho y es el último examen que nos queda, quiero que me vaya bien.

Mark lo miró por segundos. —¿Acaso no pones atención cuando la maestra explica? Deberías concentrarte más, Donghyuck —y sin más, su vista se volvió a su celular mientras tecleaba de manera rápida.

Donghyuck se sintió desconcertado y algo descolocado por la respuesta del otro. El enojo comenzó a apoderarse de él, se sentía furioso, ¿desde cuándo Mark le daba esas respuestas? ¿y desde cuándo se había negado a un pedido de Donghyuck?

—¿Qué demonios te pasa, Mark Lee? —vociferó levantándose de la silla. —¿Qué crees que te está pasando-

—Ahórrate tus mierdas, Donghyuck —Mark bufó levantándose de la cama en la que estaba acostado. —Ponte a estudiar porque te puede ir mal, no queremos eso, ¿cierto? —se notaba a kilómetros la burla en su voz. —Voy a salir con los demás.

Todo era confuso, así que Donghyuck se desplomó en la silla nuevamente viendo como Mark tomaba su billetera y llaves, para luego ir hacia donde él estaba, tomarlo de su rostro y besarlo.

El coreano jadeó de dolor cuando la lengua del otro arremetió contra su boca, sin ningún tipo de cuidado ni dulzura, y podía sentir su labio palpitar cuando Mark lo mordió con fuerza. Ese no era como los usuales besos que solían compartir, en este no habían emociones, deseos ni amor, Donghyuck claramente pudo sentir la rabia y el odio a través. No sabía que pasaba, pero tenía miedo y quería llorar porque ver a Mark comportarse de esa manera era algo inusual, él quería al antiguo Mark, no al que se estaba convirtiendo ahora.

Toda la tarde se la pasó estudiando y preguntándole a demás compañeros sobre las dudas que tenía acerca de la materia porque ya ni siquiera quería pedirle ayuda a Mark, mucho menos cuando llegó cerca de las once de la noche a su casa, oliendo de una manera asquerosa.

—¿Estuviste fumando? —preguntó luego de que Mark se alejara del brusco beso que le había dado. —Hueles a cigarro, Mark.

—¿Eso importa? —ladeó la cabeza mirándolo, luego su vista se dirigió a todos los apuntes que tenía sobre su escritorio. —¿Aún sigues estudiando? ¿Cómo es que tu pequeña cabeza no puede retener todo? Esto es fácil, Donghyuck, deberías saberlo todo ya.

—Me cuesta —contestó sintiéndose un poco intimidado. —Siempre me ha costado estudiar, no como tú que entiendes las cosas desde el principio.

—No es culpa mía que tu coeficiente intelectual sea más bajo —alzó las cejas separándose de él, sacando su ropa y poniendo su pijama bajo la vista de Donghyuck. Mark nunca antes se había burlado de él como en ese momento respecto a su condición académica. Donghyuck no tenía ningún coeficiente intelectual bajo, simplemente le costaba un poco más, al igual que a muchas personas. —Deja todo eso ahí y ven a acostarte.