16. Se llama pena ajena.

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- Yo le hubiera enviado unos corazones..

Tae se volteó y observo como su amigo se acababa de recuperar de un ataque de risa al ver que Tae había echo dos shows delante del galán.

- Tu cállate, como pudiste decirle que me llamo pena ajena.

Jimin volvió a tirarse al suelo agarrándose el estómago.

- Ya para por favor moriré de risa.

- Pero por otro lado ¡Tengo una cita! - Empezó a brincar como un loco. - Jimin se levantó y empezó a brincar con él.

- Tae dime que trajiste otra camisa.

Tae se detuvo y vio su camisa llena de mermelada del pastelillo que Jimin traía en la mano.

- ¡Noo! Ahora sí te va a tocar. - Pero antes de que pudiera alcanzarlo Jimin salió corriendo riéndose como loco - Has ensuciado mi camisa y es mi primera cita.

Al verlo así de feliz el coraje menguo y disfruto de su sonrisa, era tan lindo cuando sonreía, durante mucho tiempo lo había visto tan triste que ahora que volvía a sonreír quería que jamás volviese recordar su antigua realidad.

A la salida Tae, llevaba puesta una sudadera para tapar la horrorosa mancha que su amigo le había regalado.

Tae le había dicho que sí sabía dónde era el número de estacionamiento pero no lo encontraba ahora. Dio una vuelta por todo el lugar pero no encontraba el número pintado en el suelo. Cuando iba a empezar la segunda vuelta para revisar el suelo, unas luces frente a el se prendieron. Tae volteo y vio al joven Yongi dentro del carro. Se apresuró y cuando llegó al carro buscó el número en el suelo pero allí estaba el A68.

Se subió.

- Creo que este número de estacionamiento no es el que me habías dicho.

- Lo sé.

- ¿cómo?

- Lo que pasa es quería verte caminar - Yongi prendió su carro y salió del estacionamiento, solo le dijo adiós a Jimin que estaba a punto de subirse a su camioneta. - ¿Te gustan las películas de acción?

-¡Si, si me encantan!

- Perfecto. - Le dijo volteando a verlo sonriente - Iremos al cine.

- ¿ Te puedo hacer una pregunta?

- Claro dime.

- ¿Para qué querías verme caminar?

Escucho que Yongi empezó a reír.

- ¿en verdad no conoces esa expresion?

- Espera no me digas..

Tae guardo su teléfono pero no lo volteó a ver

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Tae guardo su teléfono pero no lo volteó a ver.

- ¿Y bien ya resolviste tu duda?

- Si ya. ¿Te gusto lo que viste? - Se arrepintió al instante pero escucho su voz gruesa rápidamente.

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