Capítulo 1

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La habitación estaba llena de olor a sexo, en la cama los dos amantes se abrazaban con pasión y un deseo primitivo por devorar y ser devorado. Las penetraciones de Asami eran rápidas, profundas y certeras en el punto dulce de Akihito, mientras que Akihito era apretado, caliente y húmedo, envolviendose a la perfección al gran tamaño de Asami. 

Lo único que se podía escuchar aparte del movimiento de las sábanas, la cama chocar contra la pared y como los movimientos de los amantes provocaba un obsceno sonido de choque de piel contra piel, eran los gemidos, gruñidos y los sollozos de súplica por misericordia de Akihito. Sus extremidades se sentían tan blandas, sin fuerzas ni para respirar pero Asami seguía entrando y saliendo de él como si estuviera fuera de sí y solo tenía una única misión: Limpiarlo.

Y esto a sido por noches, exactamente desde la día que aterrizaron en esta isla privada de Asami y eso fue hace diez días. Noche tras noche Asami no le dió respiró, tomándolo una y otra vez, orgasmo tras orgasmo hasta que amanecía podía respirar con tranquilidad. Según el mismo Asami esto era limpieza por haber sido tomado por otros, por haber sido tocado, ensuciado, por otros al ser suyo. Cada vez que alguien toca lo suyo él personalmente tiene que limpiarlo.

Suyo.

Akihito perdió toda resistencia, tampoco es como si pudiera hacer algo. Cada vez que se resistía eso era una provocación a Asami y eso lo invitaba a tomarlo más y más y más… Por lo que ya ni se resistía, desde el segundo día ya no tenía ni las fuerzas ni las ganas de discutir con Asami. Por lo que solo que se abría de piernas y dejaba a Asami llevar a cabo su limpieza.

[...]

Akihito suspiró profundamente mientras veía la puesta de sol, era hermosa, sintiéndose triste por no poder al menos tener su cámara para no inmortalizar tal paisaje. Ya han pasado doce días desde que fue fue rescatado Asami de las manos de Fei Long y los rusos, doce días en que casi pierde la vida a manos de ese ruso. 

Y un año desde que conoce al magnate más importante y rico de todo Japón, y aparte, el yakuza más temido de dicho país. Un ser frío, calculador y sin sentimientos. Lo que importaba era él y si alguien tocaba lo suyo es que ya quería morir. Akihito no tuvo la suerte de haber solo vivido veintitrés años, pero ahora tenía la marca de "Propiedad de Asami Ryuichi" tatuada por todas partes de su cuerpo. 

Algunos no pensaban acercarse a él y otros lo veían como el objetivo perfecto para hacerle "daño" a Asami, pobres ilusos. Que Akihito este siendo obligado a calentar la cama de Asami no quiere decir que sea indispensable en su vida. Que ahora sea Akihito no quiere decir que antes no hubo otros, ni cuando él ya no sea suficiente no haya otros. 

La etiqueta de "eres mío" se aplica a todos lo que Asami quiere tener bajo suyo y aunque no te necesite en su cama, seguirás siendo una propiedad de él. Hasta que la muerte no haga su acto de bondad de romper esa cadena que mantiene prisionero a Akihito ¿Alguna vez será libre? ¿Podré volver a sus días dónde vivía en un miserable apartamento pero cómodo y que podía pagar gracias a lo que ganaba trabajando corriendo por aquí por allá con su cámara? ¿Podrá volver a eso de nuevo? ¿O será un pájaro enjaulado por toda su vida?

— Ten — la voz voz ronca y clara de Asami lo devolvió a la realidad. Akihito que había estado por un largo rato divagando en sus pensamientos, en trance, parpadeo confuso antes de fijar sus ojos grises en la figura alta, fuerte e intimidante de Asami — Se que te gustaria tomar fotos — le tendió la cámara que estuvo sosteniendo sin intenciones de seguir hablando.

Akihito lo miró por un momento antes de levantarse de dónde estaba sentado, extendió su mano y tomó la cámara. Suspiró en su corazón. Esta cámara tiene el precio de un riñón, no la podría haber comprado nunca en su miserable vida. Pero para Asami solo fueron un par de billetes, como si hubiera comprado el pan en la panadería de la esquina. Akihito le sonrió, una sonrisa que escondía una profunda tristeza tras esa fachada de alegría.

— Gracias — agradeció mientras la encendía, enfocando a la puesta de sol junto a la recta figura de Asami y pulsó el botón tomando una imagen de su dueño en un paisaje tan hermoso.

[...]

De vuelta a Japón d apuesta de unas vacaciones, cosa que no es así, fue más bien una larga limpieza y recordatorio a Akihito de que su cuerpo y alma eran de Asami. Que haga lo que haga siempre volvería a él, no había lugar donde se escondiera, Asami siempre lo encontraría. 

Por lo que con los ánimos por los suelos, fingiendo su actitud positiva y alegre de siempre, volvió a retomar sus días de trabajar de lo que le gustan. Eso era lo único que conseguía sacarle una sonrisa real a Akihito, y aunque no janimq sacado el tema, sabía que Asami tiene algunas sospechas de que algo no va bien. ¿Y que? ¿También lo obligaría a sonreír siempre? Ya estaba cansado.

Suspiró. Se había vuelto una costumbre, siempre estaba suspirando mientras que antes a la mínima oportunidad corría lejos de Asami. Mientras que ahora solo eran sonrisas falsas y suspiros, se parecía más a una marioneta que a un joven vivaz de veinticuatro años.

Caminando a sin rumbo fijo no queriendo ir al departamento de Asami ya, sus pies lo llevaron hasta las puertas del club número uno de toda la ciudad. El club nocturno de Asam, Shion.




¡Ya está el primer capítulo! Sé que no es interesante pero es importante para entender a Akihito y a la historia en sí. Gracias por darle una oportunidad y seguir leyendo a pesar de que han pasado casi dos años desde la última historia viewfinder que he escrito.

¡Espero no decepcionar a nadie!

Dato #1: Este fic no se parece a nada de lo que he escrito antes, tanto como este tipo de Mpreg que verán como la historia en general Quiero que tenga más un concepto realista, espero que no les moleste y no me odien mucho más adelante ^^'

Un solo "Te amo" [Mpreg]Where stories live. Discover now