Capitulo 18

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Eran las 8 de la noche, hoy fue de esos días en los que yo no podía ni siquiera respirar.

Demasiado trabajo.

Juntas, contratos, lecturas...

Solo había estado con mi niño unas cuantas horas en la comida, ni siquiera pude jugar bien con el.

Apenas había acabado, apague la computadora y me levante del escritorio para guardar mis cosas en mi bolso. Revisé mi celular y tenía un mensaje de papá.

Kian ya estaba profundamente dormido, y el quería llevarlo al día siguiente a la escuela.

La verdad no me opuse, tomé las llaves de mi coche y bostezando salí de mi oficina. El edificio estaba casi vacío, salvo por unas cuantas personas que seguían en sus computadoras.

Por supuesto les avise que ya tenían que irse a descansar. Salí de mi edificio y busque el auto en el estacionamiento, viajando hacia mi casa.

Cuando llegue a mi casa, me di una ducha rápida y me acomode en mi pijama que consistía en unos pantalones largos y una blusita.

Baje a la cocina y calenté leche, tenía antojo de chocolate. Mientras esperaba, revisaba mi celular cunado un mensaje llego.

James:
¿Estas en casa?

No sabía si contestarle o hacerme la dormida, desconocía la razón de su mensaje pero no lo pensé más y entre a la conversación.

Vengo llegando.

James:
¡Perfecto! Abreme la puerta.

Arruge mi frente, ¿era broma o la verdad? Baje la flama de la estufa y me dirigí a un cuarto escondido, que pocos saben de su existencia, donde había pantallas mostrando cada lugar de mi hogar.

Todo por seguridad.

Entonces si, confirme que James se encontraba en las puerta de afuera, con un coche estacionado.

Traía ropa normal, unos jeans y una chamarra negra, apreté un boton donde abría las puertas que daban hacia la calle. Camine hacia la puerta principal y entonces ahí me lo encontré, caminando hacia a mi.

Cuando me miro sonrió débilmente, mientas alzaba sus manos mostrándome unas bolsas de papel.

-Buenas noches Mía.

-¿Que es lo que traes ahí?-pregunté con curiosidad dejándolo entrar.

-La cena-dijo caminando hacia la cocina.

Llegué a la estufa y apague la leche.

-¿Kian esta aquí?-preguntó ilusionado, tiene días que no lo ve.

-No-se le borró la sonrisa- Se quedó dormido en casa de papá, lo deje ahí.

-Oh-dijo triste- Si, lo entiendo.

Quedó un silencio incómodo, sin Kian aquí ¿que podemos hacer, de que tenemos que hablar?

-Bueno, traje sushi ¿gustas?

-No tengo hambre, pero gracias.

-¿Y tu leche?- enarco una ceja.

-Eso no es tener hambre, solo sed.

-Está el agua, está bien, te creo.

James me miró por unos segundos, sacó el sushi de las bolsas y se acomodo en la isla.

-Perdón por comer aquí, pero incluso es mejor estar aquí incómodo que en mi departamento solo.

Me quede callada, analizando sus palabras, me había confirmado que vivía solo, ¿es bueno o malo? Por que quiere decir que esta en un departamento de soltero. Mierda, ¿por qué me importa tanto?

El Policía. -EN PAUSA-Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin