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"He migh got the biggest car"

—Hola Jade. —saludaba el apuesto chico desde la ventana de su moderno auto a la pequeña morena, quien sonrió.

—Hola Ryan.—devolvió el gesto—¿Ocurre algo?—preguntó preocupada.

El chico rio al ver la cara de la chica.

—¡No, no!—negaba con la cabeza—Solo, quería invitarte al baile del sábado. Ya sabes, el que hicieron para ganar algo de dinero y donar a la caridad.—explicaba.

Jade sonrió como boba, no todos los días un chico guapo y popular te hacía una propuesta como esa.

—¿Y qué dices?—preguntó el muchacho, dando una de sus sonrisas más encantadoras.

La morena no podría decir que no ni aun que quisiera.

—Por supuesto.—aceptó.

Ryan sonrió.

—Genial, sube, te llevaré yo mismo a la escuela.—comentaba abriendo la puerta del coche.

—Gracias Ryan, eres un amor.—le dijo Jade, parpadeando seguidamente, mientras el chico le colocaba una pulsera de flores.










[...]














"Said he got a lot of cash
Darling, he can't buy my love
it's you i'm dreaming of"

—Por Dios, miren a Ryan.—hablaba una chica—Es buenísimo jugando al basket.—suspiraba.

En la cancha se podía observar como el chico anotaba una increíble canasta.

—Fabuloso...—suspiró Leigh-Anne, mientras veía como el apuesto jugador se le acercaba con una sonrisa y una pulsera de flores.

—Hola Leigh.—saludaba—¿Te gustaría ser mi pareja en el baile?—preguntó.

La chica afro asintió con una sonrisa enorme.

—¡Pero claro!—exclamó estirando su mano y dejando al chico colocar la pulsera.

"Don't need those others numbers,
when I got my number one"

—Espléndido, nos vemos el sábado.—dijo con una sonrisa.














[...]


















La linda rubia iba en su bicicleta hacia su casa después de clase, como normalmente, tenía que pasar por el campo deportivo del Instituto.

Cuando volteó a admirar el lindo paisaje se topó con un musculoso chico haciendo su rutina de ejercicio, lo que la hizo distraerse y caer al suelo.

Ryan la vio y fue rápidamente a ayudarla, tendió su mano y la levantó.

"So baby, baby
come and save me"

—¿Te encuentras bien?—preguntó—fue una caída dura.—hizo una pequeña mueca.

La oji azul asintió, empanada con la belleza del chico.

—Eh, ¿Perrie, cierto?—preguntó el oji verde, tratando de recordar el nombre de la rubia, quien asintió.—¿No te gustaría ir conmigo al baile del sábado?—sonrió y Perrie devolvió el gesto.

—Por supuesto.—dijo y Ryan inmediatamente le colocó la ya conocida pulsera de flores.

—Entonces, nos vemos.—se despidió con una sonrisa que hizo suspirar a la oji azul.
















[...]




















"They tray to romance me,
but you got that nasty
and that's what I want"

—Aprovechando este momento íntimo,—hablaba el chico—Jesy, ¿querrías ir al baile conmigo?—preguntó.

La chica asintió eufórica.

—¡Esperaba a que lo dijeras!—lo abrazó.















[...]
















«Hoy es el mejor día de mi vida»

Rondaba en cuatro chicas el mismo pensamiento, mientras se arreglaban para acudir al baile.

Unas cuantas horas más tarde, ya todas se situaban ahí, en las gradas, esperando a su cita.

La pequeña morena miró a su izquierda, había otras tres chicas sentadas.

«Bueno, eso me hace sentir mejor».

Pensó.

«¿A qué hora llegará?» pensaba Perrie, bufando.

Leigh-Anne miró sus zapatillas, eran incómodas, pero valía la pena. «Espero ya no tarde».

Jesy suspiró, «Ese idiota, siempre tarde».

Esperaron 15 minutos más, cuando lo vieron llegar.

Todas sonrieron al verlo, pero dejaron de hacerlo cuando vieron que tomó la mano de una chica alta y rubia.

El solo las miró y las ignoró, pasando tranquilo.

Jade quería reclamarle, en verdad quería, pero estaba tan decepcionada que las palabras no salían de su boca y vio como simplemente pasó de largo.

—¡Oye!—exclamó la afro cuando la de ojos color aceituna tomó su muñeca y buscó el nombre de Ryan en la pulsera.

—¡Maldición, por una mierda!—dijo enojada, mostrando el nombre del chico a Leigh, quien frunció el ceño y repitió el procedimiento con Jade, quien estaba a su lado derecho.

—Joder, nos invitó a todas.—chilló molesta.

—Pero que mierda de chico, eh.—comentó Jesy—¿Y ustedes como se llaman? Yo Jesy.

—Perrie.

—Leigh-Anne.

—Jade.

Respondieron una por una.

—Bueno chicas, supongo que ahora solo estamos nosotras cuatro.—se levantaba la oji verde—Vayamos a una mesa. No quiero estar aquí como tonta.

Todas asintieron con una pequeña sonrisa, esa chica es graciosa.
Cuando se encontraban finalmente en una mesa, Jesy rompió el hielo.

—En el cine, ¿y ustedes?—preguntó.

—Cancha de basket.—bufó la afro.

—Campo de fútbol.—suspiró Perrie.

—A fuera de mi casa.—frunció el entrecejo Jade.

Todas suspiraron.

Sí, esa noche no fue lo que esperaban.

▶ℓσνє мє ℓιкє уσυ||Jerrie OS.Where stories live. Discover now