Leave be me

Capitulo 4

Ravus Pov.

Un grito desenfrenado escapó de los labios de Ravus cuando te vio caer sobre el suelo. Empujó a un sorprendido Loqi y enfocó la cámara en ti, sin importarle quién estaba mirando o qué más estaba pasando. Se enfocó en tus heridas, maldiciéndose silenciosamente por permitir que te lastimaran. Esto fue su culpa. Ninguna parte de su plan estaba llegando a buen término. Leviathan no estaba muriendo, Noctis pronto estuvo a punto de luchar contra la criatura, y las dos personas que más le importaban estaban muriendo frente a sus ojos.

Loqi: ¡Alto Comandante! Debemos concentrarnos en el Sidéreo. ¿Qué están haciendo, Eos? –Cuestionó, su voz subiendo un tono de irritación-

Ardyn: –Entró, oyó la conmoción y levantó una ceja ante la pantalla- Oh, mi... comandante, creo que su esposa está en grave peligro.

Ravus: –Deslizó los ojos de la pantalla y miró a Ardyn- Qué observación más aguda, canciller. –Dijo sin expresión-

Ardyn: –Sonrió e hizo un gesto hacia la imagen de Noctis que rodeaba a la serpiente de mar, aterrizando poderosos ataques- Parece que tu plan también está fallando, comandante. Tch, tch... El emperador Iedolas ciertamente no estará satisfecho con esto. –Reflexionó-

Ravus no dijo nada porque el Canciller tenía razón, y con este desastre en la cabeza, Ravus estaba seguro de que sería ejecutado por esto y Ardyn seguiría libre como siempre, y seguiría pisoteando a otros para su propio beneficio.

Los ojos calculadores del canciller viajaron a la pantalla con Lunafreya, capturando su miedo cuando Noctis se derrumbó.

Adryn: Hmm... Parece que debería mover las cosas, ¿eh? Tal vez esta misión aún podría salvarse si me reuniera con Lady Lunafreya. –Ravus dio un paso adelante, sus labios se curvaron con disgusto. La cabeza de Ardyn se giró hacia él y se echó a reír- Ah, me golpeé un nervio? –El sonrió- ¿De qué lado estás, querido comandante? Porque parece que quieres proteger a tu esposa y a tu hermana, que por cierto están trabajando contra el imperio. –Dijo-

Ravus no pudo dar una respuesta directa.

Ardyn: –Sonrió y tocó el ala de su sombrero en una especie de saludo- Bueno, entonces, no debería ser un problema si tengo una charla con Lady Lunafreya. –Dijo, estaba a punto de desaparecer hasta que se detuvo y le dirigió a Ravus una mirada de reojo- ¿Estás seguro de que eres el lado de la justicia? Si demuestras lo contrario, debes saber que el imperio te castigara. –Luego, con un movimiento de sus dedos, desapareció a Lunafreya abajo-

Ravu tomó un par de respiraciones profundas, tratando de calmar sus nervios, la ira que latía a través de él. A pesar de saber que Ardyn era un sinvergüenza, Ravus todavía se permitía jugar como un títere y permitió que el odio y los celos consumieran su corazón. ¿Y para qué? ¿Por poder? ¿Para ser rey? ¿Tratar estúpidamente de cambiar el destino de su hermana? Lunafreya tenía razón. Tú eras la única constante en su vida, la única persona de la que podía estar seguro, y ahora estabas muriendo y fue su culpa.

Al infierno con Ardyn, a este imperio, a todo arreglare las cosas bien.

Loqi dio un grito de sorpresa, y Ravus levantó la vista de sus pensamientos para ver a su hermana en el suelo. Había sangre en su abdomen. Ardyn la había apuñalado fatalmente. Ravus miró hacia otro lado con dolor, pero se dirigió hacia donde estaba Loqi y le exigió que lo llevara a la cornisa donde estaba acostado. La vida de Lunafreya estaba llegando a su fin, pero definitivamente se aseguraría de que sobrevivieras y de que supiera cuánto te apreciaba.

Loqi: ¡Esto es traición! ¡No lo haré!" –Gritó, levantándose de su silla. Miró a Ravus con desafío- ¡Aunque eres el Alto Comandante, no temeré en ejecutarte! –Intentó sacar su espada, pero Ravus era más rápido. Con un movimiento fuerte y rápido, la espada de Loqi fue derribada de sus manos-