-Esto es para los dolores, beba y enseguida le darán al pequeño príncipe para que lo amamante.

-¿Por qué no llora?.

No responde y bebo aquello que huele muy mal y sabe aún peor.

-¿Ya está todo listo?- escucho una voz masculina.

Pero mi cabeza se embota. Me siento como adormilada, todo se vuelve borroso y en el último minuto de lucidez veo a...¿Yoongi?.

-Mi hijo- susurro como si eso fuera a devolverme al bebé de los brazos de ese traidor.

¿Qué hace aquí?.

-Mi hijo- repito y escucho la tenebrosa risa de aquel hombre que quería convertirme en su esposa.

-Nos vemo en el infierno, Lalisa. Eres muy ingenua.

Fin del flashback

Duele mucho mi cabeza, tanto que parece que me martillan el cerebro.

Abro los ojos. Mis párpados pesan como cinco caballos sobre un buque. Me duele la nariz, la garganta y la entrepierna.

Los sentidos van despertando y siento un asqueroso olor a humedad ligado con el peor de los escondites de ratas.

Estoy tirada en el suelo, un suelo mojado y de roca. Parpadeo intentando que todo deje de dar vueltas. Hay barrotes gruesos como mis muslos. El sonido seco de más de mil goteras aturde mis oídos, es un sitio que sin dudas me daría miedo inspeccionar.

Mi hijo.

Jungkook.

No, Jungkook no.

En mi memoria siguen vigentes las palabras de aquella madame, la mano de aquella zorra extendiendo mi regalo y la cara de pena de Seok Jin y Jimin.

Me entra una arcada y escupo...¿sangre?. Limpio mi boca y la nariz parece estar en las mismas condiciones.

Intento sentarme con los brazos temblorosos. Me siento somnolienta otra vez.

-Mi hijo- susurro como si alguien fuese a traérmelo.

Jung Woo.

Así le iba a llamar.

-Aún no está despierta, su alteza- escucho las palabras de un hombre.

Me entra el pánico. ¿Para qué estoy aquí?. ¿Presa?. ¿Para matarme?.

Dos soldados cruzan por el pasillo frente a mí.

-Oh, está despierta- murmura el de antes, su voz en muy profunda y parece un cuarentón.

El otro...se queda mirándome fijamente. Es joven y siento como intenta atravesarme con esa mirada intensa.

-Ella es Lalisa, le hemos rescatado de los soldados coreanos.

A estas me doy cuenta de que hablan en coreano.

-Ya lo sé- el joven levanta la mano parando la explicación del mayor.

Se acerca y mira la cerradura.

El otro corre y abre mi celda. El chico camina dentro y se para frente a mí.

-Lalisa- se agacha y me toma de la barbilla-...te han intentado matar. Tu supuesto pueblo te ha intentado matar. ¿Qué hacías en Kaosong?.

-Yo...me casé.

-¿Con?- enarca una ceja.

-Con Jungkook.

Su semblante se oscurece.

-No sé nada de lo que ha pasado. Solo me quitaron a mi hijo y he despertado aquí- añado.

-Mis soldados te rescataron. Iban a tirarte al río dentro de un saco con piedras. Sé quién eres pero jamás creí que te fueran a utilizar para ser miembro de ese ridículo pacto entre Tailandia y Kaosong.

Bajo la mirada.

-Te han traicionado y yo puedo ofrecerte la venganza que debes querer.

Levanto la vista a sus ojos.

-Quiero vengarme de toda la monarquía de Kaosong. Voy a hacerlos pagar por lo que han hecho. Mi ejército está formado por inocentes, ¿quieres unirte?.

Trago en seco.

-¿Quién eres tú?- susurro.

-Park Jin Young, supongo que tu cuñado ya que estás casada con Jungkook- sonríe de lado y acaricia mi mejilla.

Me pongo en estado de alerta.

-No te haré daño, solo quiero venganza y tú has llegado en el momento exacto.

-Me uniré a ti con una condición.

-Me gusta eso. Dar algo a cambio. ¿Cuál es esa condición?.

-Que me digas dónde está mi hijo. ¿Puedes?.

-Hmn. Mandaré a uno de mis soldados a Kaosong y si lo encuentran te lo traeré.

Sonrío y una lágrima baja por mi mejilla mojando su mano.

-Gracias.

-Siento que te dejasen aquí. Ven, te llevaré a mi hogar.

Me extiende una mano y la tomo.

Siseo por el dolor en mis piernas. Él lo nota y me carga pasando un brazo por mi espalda y otro por la cara interna de mis muslos.

My heart is on fire for you (Terminada)Where stories live. Discover now