CAPITULO 4: DISCUSIONES Y MALOS ENTENDIDOS

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Charlotte se quedó tres insoportables semanas. Pero antes de irse me hizo una buena jugarreta. Su avión salía esa mañana, Mike había ido a trabajar y yo pedí algunas horas libres para llevarla al aeropuerto.

Estábamos terminando de desayunar, cuando empezó a actuar extrañamente. Ya de por sí era medio rara pero ahora parecía que quería decir o confesar algo muy importante

—Bella, tal vez te parezca duro lo que tengo que decirte— empezó. ¿Acaso quería confesar algo? Dejé mi café a un lado para prestarle toda mi atención.

— ¿Qué pasa? Te escucho— la alenté. En pocas ocasiones habíamos teniod una conversación que no acvabe en pelea.

—Creo que no eres buena para mi hijo— me dijo suavemente.

Me quedé pensativa, definitivamente yo estaba hastiada de esta farsa pero no me consideraba mala persona.

—Específicamente… ¿A qué te refieres Charlotte?— pregunté calmadamente. No me iba a tirar de los cabellos porque doña perfecta Newton me dijera mala. Malo era su hijo, en la cama. No, malo no. Nulo, vacío, impotente, incompetente. En una palabra inutil.

Parecía que la versión femenina de Mumm-Ra no se animaba a hablar. Le hice un gesto animándola a continuar. Mejor que lo suelte para no quedarme con la duda.

—Mike casi tiene 38 y necesita sentirse realizado. Al principio prensé que eran ideas mías pero creo que estoy en lo cierto— me dijo pensativa. Tal vez se haya dado cuenta del problema de su hijo, pensé. Qué bueno porque necesitaba convencer a Mike de que esta relación ya no daba para más.

-¿En lo cierto?- entrecerré mis ojos.

— ¡Él te quiere por eso no pide el divorcio! Pero no es justo que se prive de hijos porque tú seas estéril— me soltó de pronto. Ay condenada mujer. ¿Estéril yo?

— ¡No soy estéril!— grité ofendida. ¿Ni siquiera me había estrenado como mujer y me acusaba de no poder tener hijos?

—Eres estéril o muy egoísta. ¿Cómo es que llevas casi 4 años de matrimonio y no le das niños a mi Mike?— me gritó.

—Eso pregúnteselo a Mike, yo no tengo la culpa de que usted no tenga nietos— volví a gritar.

—Mi hijo es normal, yo lo crié y sé que es un muchacho sano y fuerte. Si no puedes darle hijos deberías permitirle que los tenga en otro lado— no podía creer lo que oía. Víbora, su lengua estaba llena de veneno ojalá se la mordiera.

—Dudo que Mike pueda tener hijos en otro lado— dije con sarcasmo. Si no puede conmigo que estoy de buen ver y no le envidio el cuerpo a ninguna modelo, menos iba a poder con otra.

—Claro que puede, es más, yo misma le voy a decir que lo piense ya que no sirves ni siquiera para eso— joder, con esta momia. Sino fuera porque es una venerable anciana ahorita mismo me la cargaba.

—Pues me harías un favor. Hay muchas cosas que tu no sabes y sería mejor que hablaras con Mike antes de atacarme— me levanté dispuesta a irme a mi cuarto a vestirme para llevarla de una vez al aeropuerto.

— ¿Qué es lo que no sé?— preguntó altaneramente. No era el momento ni el modo de decírselo. Estaba muy molesta con ella. Además eso debía decirselo Mike.

—No puedo decirle nada—me mordí la lengua para no hablar. No era la manera de que se enterara.

—Claro que no. Si no tienes excusa. Deberías dar gracias a Dios que mi hijo se haya fijado en ti, antes de casarte eras camarera, no tenías dónde caerte muerta y ahora vives a cuerpo de reina sin hacer nada todo el día, gastándote el dinero que mi Mike gana y no puedes siquiera darle un niño para justificar todo lo que tienes— me gritó.

El Conserje -Terminado-Where stories live. Discover now