━ twenty one

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I want to be define by the things that I love, not the things that I hate.








Aunque Alex se pasaba el rato ayudando a Peter a adentrarse en un nuevo mundo, ella ya tenía un poco más de confianza de sus amigos, y se olvidaba de sus miedos y el dolor que la mataba sentimentalmente cada vez que podía

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Aunque Alex se pasaba el rato ayudando a Peter a adentrarse en un nuevo mundo, ella ya tenía un poco más de confianza de sus amigos, y se olvidaba de sus miedos y el dolor que la mataba sentimentalmente cada vez que podía.

Incluso Karmi dejo de molestarla y a otros, sabiendo que tuvo otro encuentro con su Capitán Encanto, sabía que aunque fuera duro para ella, lucharía por el hasta morir.

Tan pronto como las cosas fueron mejorando, la profesora Granville puso en marcha de nuevo un programa de proyectos que beneficien esta vez al medio ambiente. Lo malo era que el trabajo era en parejas, así que Hiro se sintió un poco mal ya que tenía unas ideas para hacerlo todo el solo.

Por suerte Karmi eligió a Peter, argumentando que aunque no le caía bien lo había escogido, sea todo por una buena calificación y una excusa para burlarse de Hiro.

Por ahora lo único que quedaba, era poder preguntarle a Alex que fue de ella en su pasado y como es que había conseguido aquellas extrañas pero fascinantes habilidades.

Y hablando de Alex, durante varias clases donde les tocaba compartir lugar, de vez en cuando, él se sentía un poco raro de alguna manera.

No era ira, era otra cosa, como si le estuvieran haciendo cosquillas en el estómago, y aveces cuando ella se acercaba un poco para revisar que todo lo que hacían estuviera bien Hiro sentía cómo su corazón aceleraba, que hasta pensó que se le iba a salir.

Mínimo Baymax no estaba presente para ridiculizarlo, no estaba seguro de sus sentimientos en esos momentos. Pensó que era buena idea que Baymax lo ayudase un poco.

Así que en vez de ir con sus amigos a la cafetería, activo a Baymax y cerró todo para asegurase de que nadie oía nada. Todos estaban almorzando así que no era un problema.

Baymax lo miro sin saber que hacer aunque el chico buscaba las palabras adecuadas para hablar.

-Estoy detectando una carga de nerviosismo ¿estas bien Hiro?- pregunto el robot amablemente.

-Si estoy nervioso-admitió- necesito tu ayuda y bueno... se trata de el tipo de sentimientos que tengo ahora.- Baymax lo escaneó a la velocidad de la luz.

-Mi sistema me indica que estas sintiendo una atracción hacia una persona- el chico se sorprendió de que no dijera de quien se trataba- es muy normal a esta edad para los hombres. Suelen sentirse muy nerviosos y tienen dificultades para hablar frente a esa persona.

Había creído que Baymax no podía detectar sentimientos tan profundos como aquellos.

-¿Que debo hacer para no sentirme tan nervioso?- pregunto en voz baja.

-Se tu mismo, estimé que a muchas mujeres les atraen más la gente que es ella misma sin alteraciones.- si así se comportaba hace poco cuando estaba con Alex, no podía imaginarse tratando de ser tranquilo frente a ella. Tenía que intentarlo.








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El atardecer había caído ya lo bastante rápido y todos salían esperanzados para descansar los típicos dos días del fin de semana. Hiro aun no encontraba alguien de su clase que estuviera disponible para el proyecto. Pensó que Alex no tenía ningún partidario que la ayudase, no sería malo preguntarle.

A duras penas la había alcanzado siendo ya la última en salir. Tuvo que apartar gente con bastante cuidado pero al final lo consiguió.

-¡Alex!- la chica se volteó en ese instante que lo escuchó. Volteo para ver quien lo había llamado, se había exaltado un poco pero sonrió un poco al saber que era el. Y todo pasó como si el tiempo se estuviera deteniendo de a poco.

No debió haberla mirado directamente, al menos no así. Se veía tan bien... por el simple detalle que los lidos ojos verdes de Alex tenían un hermoso brillo ámbar por la luz del sol que se ocultaba bajo los edificios. Otra vez su corazón palpitaba tan fuerte que sintió un leve dolor en el pecho.

Agradeciendo que el sol todavía seguía en ese ángulo, su cara le ardía de lo sonrojando que estaba.

-¿Si?- volvió a hablar la chica y eso lo hizo reaccionar.

-Ehh... solo quería saber si, ya tienes a alguien para el proyecto que encargo la profesora Granville- se impresionó que aquello lo digo con toda normalidad a pesar de estar temblando de nervios.

-Mmm, no pero si tú estás libre, puedes ayúdame entonces y así la profesora no tendrá un motivo para irse en contra de ti.

-Ahh.. ¡si! De acuerdo... nos vemos entonces- Alex no le dijo nada más y se reitero sin antes dirigirle una pequeña sonrisa.

Se esperó a que se perdiera entre la gente y tomó aire a jalones. Su corazón todavía latía ferozmente, que tenía miedo de sufrir un paro cardíaco.

En su interior, aceptaba que aunque antes odiaba a esa chica, no podía negar que ella era una buena persona, y algo linda.

Pero se sentía confundido por lo que pensaba, no sabía si esto era parte un juego por su cerebro o algo muy real.

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