Más tarde ése día, TaeHyung llegó a su casa, estaba abochornado, le pidió mil disculpas y le contó que había olvidado su teléfono en casa de un amigo, por eso no respondió sus mensajes y llamadas.
JungKook se mantuvo sonriente y amable con él, algo en su interior le repetía que no abriera la boca para mencionarle la extraña llamada que recibió de Min YoonGi.
TaeHyung tampoco se mostró raro, como si escondiera algo, o el desgraciado era un excelente mentiroso o no había nada que esconder. JungKook no era estúpido y estaba seguro que algo escondía.
Esa tarde se lo folló duro, como si fuera un polvo más en su vida, porque muy dentro de él sabía que lo sería dentro de poco. No tuvo consideración con él, lo maltrató, sexualmente hablando, ni siquiera lo besó en la boca, si lo hacía sentía un sabor amargo.
— Wow.. — murmuró el rubio una vez que su espalda tocó el colchón. — Estuviste como un animal, bebé.
JungKook se limitó a sonreír sin dientes.
— Te extrañé. — habló bajito su contrario, mientras se colocaba en su pecho.
— Yo también. — contestó sin mirarlo.
Enrolló su brazo por el delgado cuerpo de su novio antes de suspirar, ya recordaba por qué sus relaciones anteriores no duraban demasiado.
— ¿Estás bien? — la preocupada voz del muchacho se coló en sus oídos.
JungKook lo miró a los ojos y no pudo creer que ese hombre con ojos tiernos, sonrisa extremadamente adorable le estuviera mintiendo en el puto rostro. Trató de sonreír y asintió a su pregunta.
— ¿Te quedarás esta noche? — cambió de tema, antes de que vomitara algunas verdades.
— No, lo siento, bebé. Esta noche salgo de viaje para una reunión de trabajos mañana temprano en otra ciudad.
Mentiroso decía la cabeza de JungKook.
— De acuerdo, ve y busca tu teléfono antes, no se qué haría si no pudiéramos hablar por teléfono mientras no estés.
— Sí, amor, tranquilo... estaré allí algunos días, son muchas reuniones, posiblemente no tenga mucho tiempo.
JungKook apretaba su mandíbula para contener la ira que crecía en él cada vez que TaeHyung hablaba para soltar otra mentira más.
— Bien. — contestó suave. — Sólo asegúrate de mantenerte seguro y avísame cualquier cosa.
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Estaba loco, por supuesto que lo estaba, no podía creer que se encontraba allí.
Cerca de la noche Tae volvió a su casa con la tonta excusa de que se le había olvidado la billetera, YoonGi quiso mandarlo a la mierda por ser tan desagradable y seguirle mintiendo, sin embargo sonrió y le dijo que fuera a buscarla tranquilo. Había dejado el teléfono justo donde lo encontró, así que no estaba preocupado.
Antes de que el hombre se marchara le contó que saldría de viaje. YoonGi no se sorprendió, posiblemente saliera con JungKook y serían una pareja feliz.
Grande fue su sorpresa cuando media hora después de que TaeHyung saliera de su casa JungKook lo llamara para citarlo en un bar. Pese a que su mente le repetía que era una muy mala idea verse con el amante de su novio, aceptó.
Así que allí estaba, esperando al hombre que se acostaba con su novio. Ni siquiera tuvo el valor de contarles a sus amigos, estaba seguro de que SeokJin se le reiría en la cara por ser tan estúpido y HoSeok lo llenaría de mimos para asegurarse de que estuviera bien.
Diez minutos pasaron de la hora acordada y su cabeza seguía repitiendo que se marchara de ahí con su poco de dignidad que le quedaba. Por primera vez iba a hacerle caso, sacó dinero para pagar lo que consumió e iba a pararse cuando una pesada mano se posó en su hombro.
— ¿Min YoonGi?
Su respiración quedó a medio camino. Trago pesadamente mientras observaba al hombre de singurales ojos brillantes mirarlo, esperando una respuesta por su parte. Se lamió los labios, buscando que las palabras salieran de su boca.
El desgraciado era hermoso, su pelo castaño, algo largo, los ojos negros que parecían tener una galaxia dentro, era alto, bastante más que él, musculoso, sin ser exagerado. Ahora entendía por qué TaeHyung lo engañaba.
Se sonrojó notablemente cuando se percató que lo estaba mirando fijamente, sin responder.
— Sí... yo, uhm, soy YoonGi.
— Soy JungKook. — vio como éste hizo el intento de sonreírle. — mira, seré directo... no estaba enterado que TaeHyung estaba de novio, sino, créeme que jamás, jamás, me hubiera metido con él.
YoonGi tragó el nudo que tenía en su garganta para luego asentir.
— Cuánto... ¿cuánto llevan?
— Un año y medio. — respondió JungKook.
YoonGi cerró sus ojos tratando de calmarse, ni siquiera pudo serle fiel desde el principio el muy maldito. Se sentía tan estúpido, le estuvo viendo la cara todo este tiempo.
— ¿Ustedes? — volvió a hablar el hombre.
— Dos años. — respondió cabizbajo.
Escuchó como JungKook maldecía, notablemente enojado. Luego de soltar algunas lágrimas, pidió un trago y el otro hombre también.
— ¿También te dijo que se iría de viaje? — se animó a preguntar.
— Sí, estoy seguro de que tiene a otro más.
— ¡¿Otro?! — un ruido ahogado salió de la garganta de YoonGi.
— Pues, no está con ninguno de los dos, así que sería una buena explicación.
— Maldito infeliz.
El pálido bebió lo que tenía en su vaso para luego hacerle una seña al barman para que le sirviera otro.
Al cabo de media hora, YoonGi ya se encontraba medio ebrio. JungKook también había tomando una buena cantidad de alcohol, pero al parecer tenía más resistencia que él.
— Respondeme una cosa que tengo en mente desde que llegaste. — YoonGi arrastró un poco las palabras. — ¿Él te folla?
Curiosamente, YoonGi esperaba que JungKook respondiera negativamente.
— Claro que no. — contestó mientras vaciaba su shot. — TaeHyung es el pasivo.
Min abrió sus pequeños ojos con sorpresa, TaeHyung ni siquiera dejaba que arrimara su polla a su culo. Se sentía, de cierta manera, ofendido.
— ¿Contigo no lo es? — preguntó JungKook, curioso.
— No, el desgraciado nunca quiso que lo follara y eso que casi nunca quiero ser el activo porque es demasiado trabajo, prefiero que me den.
YoonGi vio como JungKook le regalaba una sonrisa divertida. Se notaba que estaba ebrio, porque ni loco hubiera dicho aquello con sus 5 sentidos.
