MATICES

41. LA ÚLTIMA VEZ

La última vez que nos vimos
con amor a los ojos, fue cuándo
decidiste no continuar con
lo nuestro.

Ese día te pedí que lo consideraras,
pero sólo me diste cómo respuesta ;

- No...

Ese día, tenía el corazón entre mis labios,
con nervios que casi me dominaban,
fui a buscarte, para luchar por lo que
teníamos, para impedir que no
terminara, pero no fue suficiente.

O no quisiste que lo fuese.

Te perdoné, sin dudarlo,
por aquel error que cometiste,
pero la única respuesta que recibí fue
"no", no querías seguir estando conmigo.

Me quebrantaste en diez mil piezas,
que lo único que pude decir,
o pedir, fue un último abrazo.

Me diste ese abrazo, me abrazaste
con el pecho siendo presionado
por mis ganas de llorar.

Al terminar ese abrazo
te diste la vuelta,
te dije ;

- Adiós...

Y comenzaste a caminar,
a alejarte, quería ir por ti,
pero me sentía impotente,
me hiciste entender
qué es lo que deseabas,
que no iría, que no era lo que querías,
así que, también me di la vuelta
y comencé a caminar.

A alejarme de aquella calle, de aquel lugar,
de aquel sitio dónde fue la última vez que
te dije que te amaba, soportando
mis lágrimas.

Me alejaba de ti,
para no verte partir,
aunque ya lo había hecho,
y caminé...
caminé hasta estar seguro de poder
llorar sin qué me vieras,
que me vieran,
y solté mi dolor.

Comencé a llorar cómo mocoso,
mientras caminaba.

Aquella tarde marcó
la desolación que me
hiciste sentir.

No te culpo, cualquiera se equivoca,
comete errores, pero tú decidiste
no afrontar ello,
esa oportunidad
que te merecías,
tomaste responsabilidad de ese error
cometido.

Aunque te haya perdonado
y decidiste hacerte creer,
que ya no eras merecedora de mi,
de mi amor, te fuiste.

Aunque no querías...

Aunque yo no quería.

Pero ese día que nos vimos a los ojos,
una última vez, con amor,
fue dónde se terminó
nuestro amor.