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32. PIEDRA FAVORITA (CARTA SIN ENTREGAR)

Corazón,
¿recuerdas aquella vez que te llamé
"mi piedra favorita con la que tropecé"?,
¿recuerdas qué te dije que me alegraba
y me sentía afortunado de haberme
tropezado en la vida contigo?...

¿Que estaba feliz
de tenerte en mi vida?,
¿que eras mi casualidad favorita?

Volví a ti.

Volví a tropezar contigo,
de forma despiadada
e inesperada.

Apareciste en mi camino
y no supe cómo reaccionar.

Todo lo que vivimos juntos,
todos esos recuerdos vinieron
a mí bruscamente a confundirme,
a alterar mi corazón, a acelerar
y adueñarse de mis latidos.

A inundar mis pensamientos de ti,
totalmente de ti,
sin siquiera dejarle paso
a la duda en permitir
que vuelvas a mí,
de que vuelva a ti.

Mi corazón tomó control
de la situación, o tú...
lo hiciste.

Volviste a tomar control
sobre mi inexperto corazón.

De este que no conoce
el verdadero significado
de despreciar a alguien que alguna
vez te destrozó en mil pedazos.

De este corazón experto
en saber amarte, incluso con miedo,
pero sinceramente.

Desde ese momento en el que
volviste a mis brazos, y yo a los tuyos.

He estado luchando contra mí mismo,
contra mi mente y mis emociones,
incluso aún estoy en esta dicha batalla,
y lo único que quiero decirte, es...

Soy tuyo nuevamente,
han pasado años,
y te he perdonado
por aquello también hace años.

Desde lo que sucedió, lloré por ti
y clamé por ti a las estrellas,
al cielo, a la vida...

Pero nada había funcionado.

Hasta ahora, y yo, amor,
estoy predispuesto a volver
a entregarte mi corazón,
a volver a empezar.

Y quisiera una respuesta sincera,
sin mentiras, sin rodeos,
sin tantas vuelvas,
sin excusas,
sin peros.

Porque sé perfectamente
que lo que sient
puede no ser mutuo,
y puedo aceptarlo.

Mientras me digas honestamente
una respuesta la aceptaré,
sin problema alguno.

Lo que digo, es que
podrías hacerme feliz volviendo a mí,
a nosotros.

Podemos volver,
o puedes romper esta tonta ilusión,
igual estaré feliz,
porque me hablaste con la verdad.

Independientemente
de lo que pase, tú
 seguirás siendo
mi piedra favorita,
mi casualidad favorita.