MATICES

33. VOLVERÉ A AMAR

Mi corazón se hartó.

Se hartó de amar
y tener que padecer
de sufrimiento.

No sé sí soy yo,
que me enamoro
de amores imposibles,
o si hay alguna razón
por la que el amor
tenga la necesidad
de flecharme así,
incondicionalmente
de corazones
en los que no estoy.

En los que no existo,
en los que la única
correspondencia hacia mí,
es un mensaje de rechazo,
un mensaje claro que me dice 'no',
devolviéndome el arco,
la flecha y el amor.

No sé sí soy ingenuo
y entrego mi querer sin pensarlo
dos veces,
o si... mi amor no lo vale,
¿valdrá poco?, ¿será eso?...

Pensarlo, pensar en eso
hace que el cielo que observo
se vuelva gris, que mi vista
transcurra a volverse borrosa,
que mis pestañas queden
bañadas en el agua cristal
de mis lágrimas.

Que mis mejillas queden remojadas,
empapadas de mis llantos,
por un llanto al amor,
un sollozo de desamor,
de tristeza,
de un corazón roto,
de mi corazón cayéndose
en medio del dolor.

Mi corazón está harto.

Está llorando porque
necesita una cobija,
necesita descansar,
necesita dormir
al menos un momento,
quiere que lo abracen
y nadie lo hace.

Es difícil y ya no sé qué hacer.

El amor... lo quiebra.

Me rompe, me da puñaladas
y estas cicatrizan,
pero están ahí,
recordándome el dolor
de amar a alguien.

De esas veces qué amé
y que salí uniendo los pedazos
de mi corazón,
de cuando amé incluso
estando dormido,
y es de locos...

¿cCómo es qué sigo amando?,
 ¿después de tanto? no lo sé...

No tengo la put* mínima idea,
lo único con certeza que sé,
es que no sé no amar.

El tiempo se lleva todo
lo preciado si lo descuidas
se llevará mis dolores probablemente,.

Sé que las ahujas corren
sin detenerse, y sé que el amor es joven,
sé que siempre volveré a amar,
sé que me volveré a enamorar...

pero no,
no sé si volveré a ser rechazado
o si me aceptarán, aunque amaré.

Me tocará ser feliz,
me tocará sufrir,
me tocará llorar,
me tocará sonreír...
pero amaré.

¿Es irónico? lo sé,
mi corazón está harto de sufrir,
así empecé esto.

 Que estoy cansado de tener
que aceptar que me enamoro
y amo sin inquietudes,
que salgo herido,
pero qué a pesar de estar así,
voy a amar y debo aceptarlo,
teniendo una pequeña flor de esperanza,
de que algún día, en algún punto de mi vida,
alguien llegará y me entregará de lo mismo.

Del mismo amor.