||Imagine|| Kimetsu No Yaiba ||Lectora||

ʀᴜɪ "ʟᴏᴡᴇʀ ᴍᴏᴏɴ ꜰɪᴠᴇ" ɪɪ

Solicitado por @OokamiD y @tatybb_08

Continuación del anterior one-shot de Rui "Lazos genuinos"

A Rui le fascinaba tu compañía, odiaba cuando tenías que irte, el tiempo que pasaban juntos era muy limitado. Tenias también que velar por tus hermanos al ser la mayor era tu responsabilidad.

La última vez que te ausentaste debido al accidente que ocurrió con anterioridad tus hermanos se asustaron pensando que los dejaste.

Ellos no sabían sobre la existencia de Rui y tú relación con el, era un demonio y ellos solo habían escuchado historias sobre demonios que devoran humanos, preferidas mantenerlo en secreto.     

—¡Hermana!— hablo un pequeño niño, se acercó a ti tirando de la manga de tu yukata para obtener tu atención.

—¿A donde vas hermana?—preguntó una pequeña niña.

—Umi, ve a la cama no es hora de que estés despierta— hablaste, colocarse suavemente tu mano sobre la cabeza de la pequeña infante y revolviste un poco sus cabellos.

—Está bien— murmuró la pequeña.

—Sumi, Yoichi ustedes quedan a cargo de Umi y Nori en mi ausencia.

—¡Si!— exclamaron ambos jóvenes.

Te despediste de tus hermanos y saliste de la pequeña casa en la que vivías, alzarse tu viste el cielo no se obscurecía totalmente aún tenías tiempo para llegar. 

Tomaste el camino de siempre, acelerarse un poco el paso estabas algo ansiosa por ver a Rui, no la habías visto en semanas y no sabías como el reaccionaria.

Después de varios minutos de estar caminando llegaste a lugar en donde comenzó todo, en donde el te observaba pasar mientras tú tarareabas esa pequeña melodía que le gustaba.

—Te estaba esperando— murmuró una voz que lo reconociste.

—Rui, lo siento por ausentarme— te inclinarse haciendo una pequeña reverencia en forma de disculpa.  

—No importa pero aun así me alegro de verte— hablo Rui aunque en su tono de voz expresara todo lo contrario a lo que decía realmente estaba feliz.

Dedicarse una pequeña y tierna sonrisa al demonio.

—Ven conmigo— dijo Rui, él extendió su mano la cual tú tomaste formando un agarre seguro pero suave.

Rui te comenzó a guiar por un pequeño sendero de la montaña.

—T/N sostente de mi cuello— dijo Rui

—Está bien Rui— respondiste

Colocaste ambas manos en el cuello de Rui y entrelazaste tus dedos para sujetarte, sentiste unas manos superaron tu cintura. Rui comenzó a correr con gran velocidad a través del sendero.

No paso demasiado tiempo hasta que el se detuvo y te soltó, era una parte de la montaña que jamás habías visto, en aquel lugar pequeños rayos de luz de luna se filtran a través de los árboles junto a un ambiente tan pacífico que reinaba en el lugar.

Ambos se sentaron en el suelo y Rui se recostó sobre tu regazo, el dirigió su mirada a ti te miraba de una forma tan apacible después llevo su mirada al cielo nocturno, se podía contemplar claramente las estrellas y constelaciones en el cielo.

El te pidió que comenzaras a cantar, asentiste con tu cabeza en forma de respuesta, comenzaste a jugar con los cabellos de Rui y acariciar su cabeza mientras cantabas pensaste que esto lo molestaría o ta vez le incomodaría, pero no fue así, el se acomodo y cerro lentamente sus parpados; te detuviste al darte cuenta de esto. 

—Se durmió— murmuraste— Se ve están lindo.

— T/N, no te detengas— murmuró aun con los ojos cerrados— Por favor.

Continuaste acariciando suavemente  la cabeza de Rui, asi permanecieron por un buen rato.

—Rui tengo que regresar— dijiste

Rui chasqueo con su lengua molesto pero después solo asintió el viaje de regreso fue de la misma manera en la que él te trajo.

Rui te llevo al lugar en donde siempre se reunían, te despediste de él con un corto beso en su mejilla sin decir ninguna palabra, sin embargo, el te tomo de tu mano y dijo:

—T/N, te quedaras conmigo— dijo Rui, sus ojos emanaba un leve destello.

Tardaste en procesar aquellas palabras dichas por el demonio pero sabias muy bien a lo que se refería, soltaste un pequeño suspiro y le sonreíste con ternura.

—Claro que si Rui— tu sonrisa aún permanecía en tus labios —Mientras mi vida dure lo haré, estaré a tu lado. 

Rui era consciente que tu vida era corta y frágil mientras que la de el era más longeva y duraría más al ser un demonio pero, los lazos que ustedes dos habían establecido eran lo suficientemente profundos, genuinos y totalmente verdaderos que incluso si unos de ustedes dos moría ese vinculo prevalecería al igual que sus sentimientos que tenían uno por el otro.