One shots de México.

Baile

Las risas del mexicano y de Brasil reinaban el lugar, prácticamente era lo único que se escuchaba.

Veamos... Un día de peda con sus hermanos, Chile y Argentina hicieron una apuesta sobre quién bebía más y esa pendejada.

El que ganaba, se tenía que aprender a fuerzas un baile tradicional del otro.

Solo tenía dos cosas para decir...

1.- ¿Que verga con esas apuestas.

2.- ¿De dónde Brasil sabe tomar tan bien?

Como sea, el día había comenzado con un un café en manos y chistes incómodos, ¿Por qué? Simple, no sabían cómo empezar a bailar, bueno
Brasil si, pero...

—¿Quieres bailar ya?— pregunto suavemente el de bandera verde al tricolor quien solo asintió.

Ambos se levantaron de sus asientos, México tenía su mirada baja, avergonzado, sabía que la Lambada era un baile algo... Movido...

Miró al brasileño ya que este ya estaba en frente suyo, sintió como era tomado de su cintura y fue apegado más al cuerpo del más grande, juntaron sus manos al tiempo que la música sonaba.

Los pasos comenzaron, el tricolor con escudo de águila seguía con detenimiento los pasos delas grande, observaba sus pies con tal de no pisar al otro.

Pero mierda, la mano en su cadera lo hacía ponerse nervioso.

<<Llorando se fue, la que un día me hizo llorar~

Llorando se fue la que un día me hizo llorar~>>

La canción adornaba la casa, mientras que ambos países bailaban el uno pegado con el otro, sin embargo, el latino fue separado de la nada y con la mano sosteniendo la de Brasil volvió a sus brazos.

El de bandera verde sonrió ante la sorpresa de México.

<<¡A recordacao vai estar com ele aonde for!

¡A recordacao vai estar pra sempre aonde for!>>

La mirada de ambos se conectó, México le sonrió de manera amigable, Brasil trago saliva.

<<Danca sol e mar guardarei ni olhar o amor vais querer va encontrar.>>

C

on ambos brazos, tomo fuertemente la cintura del mexicano y se fundieron en un beso.

Los labios del brasileño eran demandantes y llenos de pasión, mientras que torpemente el latino trataba de seguirlo, fue acorralado en una de las paredes cercanas aún con sus labios conectados de manera romántica.

Se separaron del beso y un fino hilo de saliva recorría ambas bocas, Brasil tomo posesión del cuello de México, dejando mordidas y chupetones, saboreando su piel a toda costa.

El tricolor cerro sus ojos, sus pues estaban de puntillas intentando sostenerse a si mismo, pues la diferencia de tamaños no le favorecían.

—Mgh~ S-si~ ¡Ah!— gemía México ante las caricias del angloparlante.

En un movimiento rápido, Brasil desgarro la camisa del mexicano dejando expuesto su cuerpo, mordió uno de sus pezones mientras que el otro lo pellizcaba.

Nota del día: México es muy sensible en esa parte.

Brasil se levantó y quitó su camisa, para después corrales de nuevo al mexicano.
—S-sabes...— comenzó a hablar México entrecortado debido al masajeó en su trasero.

—C-cuando me g-ganaste ¡Mgh!—  mordió su labio al sentir dos dedos arremeter con su entrada.
—C-crei que me e-señaAh-rias a bailar como R-ricardo M-milos.— se burló de su propio comentario que fue cambiado a un gemido cuando otro dedo se meto en su anillo muscular.

—Eso será otro día...— le dio un suave beso mientras estiraba el ano del menor.

México fue girado y quedó con su trasero expuesto al menor, quien solo sonrió con amor.
—Que bello eres...— recargo sus manos en las del latino para después arremeter con su miembro la entrada del pequeño.

Las embestidas eran rápidas y salvajes, pero solo había placer, ambos países se amaban el uno al otro, solo que fueron bastante cobardes para intentar el siguiente paso.

El cosquilleo en su entrepierna le aviso que estaba cerca, no pudo decirlo pues se corrió y de sus labios un dulce gemido salió.

Rato después, ante la presión de las paredes de México, Brasil también se corrió.

Los jadeos seguían en la sala, estaban exhaustos.
—Vamos amor...— susurro Brasil dando pequeñas estocadas al cuerpo tembloroso de México, pues ante el recién te orgasmo, estaba muy sensible.

—Todavia no hemos terminado.— las estocadas fueron subiendo de tono cada vez más.

Ésta sería una tarde larga...