One shots de México.

¿Aprender de Ti?

Si bien, México es un país que no le gusta meterse en problemas con otros, está guerra, fue la excepción.

—Lo siento USA, puedo darte materia o petróleo, pero participar en la guerra, no es lo mío.— sonrió con amabilidad.
—Esta bien, pero, si cambias de opinión, estaré cerca tuyo.—

—Pus si wey, Somo vecinos.— el inglés soltó una pequeña carcajada.

Salió de la oficina del tricolor y se fue. Sabía que México no le gustaba tener conflictos más allá de su propio país, y eso estaba bien, pero ahora necesitaba su ayuda, no lo iba a obligar pero...

—¡¡USA!!— se escuchó un gruñido de parte del mexicano, el estadounidense volteo a ver a su vecino quien tenía el ceño fruncido y una mano en el abdomen.
—¿Qué sucede?—

—Esta bien, voy a participar.— el inglés sonrió con emoción.

[...]

—Cuando te dije que iba a participar, pensé que sería como exportador de trabajadores o algo, no mames.— dijo acomodándose en su asiento, pues iban en avión.

—URRS quiere verte, no podía decirle que no, recuerda que en si, para todos los de este continente, no te conocen, así que...— USA intentaba ser amistoso con lo que le decía pero México era muy terco.

—Wey, soy un pinche país tercermundista, ¿Qué voy a hacer de diferencia? Exacto, nada.— el tricolor tenía miedo, había escuchado hablar a USA con URRS y su voz era muy intimidante.

—¿Tienes miedo?—

—...—

—Ven acá, tonto, no voy a dejar que te haga nada imbécil.— abrazo a México aún cuando este se impuso, tenía sus rodillas flexionadas hasta su pecho y rostro escondido en él.

USA podía sentir el acelerado corazón de su vecino.

—Solo... Mantente detrás mío, no quiero que ningún país se te acerque.— el latino asintió.

[...]

México veía como las personas corrían desesperadas de un lugar a otro con papeles en mano.

Como le dijo USA, se mantuvo detrás de él.

—¡¡He dicho no!!— se escuchó en la oficina detrás suyo, la voz era demandante, como también decidida.

—Quedate aquí un momento...— USA entró a la habitación, México se quedó ahí, escuchando la mayoría de las cosas, hasta que un niño de 3 años o menos de edad salió de la oficina, llorando.

—Hola...— México le sonrió, el niño lloró más y le pidió los brazos, este lo cargo tan rápido como pudo.
—¿Qué sucede escuincle?—

—P-papá no q-quiere ir a jugar c-conmigo...— escindió su rostro en el cuello de México mientras le abrazaba.
—¿T-tu q-quieres jugar?— pregunto el niño con cierto ápice de felicidad.

—Claro...— le sonrió.

[...]

—¿Estás hablando enserio?—

—Si.—

—No, no te dejare hacerlo, México es como un hermano para mí, no dejaré que lo utilices de esa manera.— USA tenía sus manos hechas puños principalmente por como hablo URRS acerca de México.

—Usarlo de carnada es una gran idea, USA, después de todo, ¿Qué haría alguien como él?— el euroasiático estaba cansado, ni siquiera sabía que estaba diciendo, solo quería terminar los papeles e ir a jugar con su hijo.

—Pues en primera ganarte a tu hijo.— dijo USA mirando por el gran ventanal que daba vista al patio trasero, el cual era cubierto por una gruesa capa de nieve.

Ahí, riendo y lanzándose bolas de nieve, estaban México y Rusia, siendo este último que todavía estaba hipando.

Para empezar, hacia mucho que no escuchaba a Rusia reír tan alegre, era como si volviera a la vida. En segunda;

—¡¿Están jugando afuera!?— URRS era un paranoico de primera, y es que estar al frente de la guerra no es sencillo, y menos teniendo al enemigo de vecino.

El ruso salió disparado de la oficina hasta llegar al patio donde México y Rusia jugaban plácidamente.
—¿¡Qué haces afuera, Rusia?!— gritó URRS enojado, asustando al niño y al latino.

—Papa, yo estaba jugando con México porque tú estabas ocupado.— hablo asustado el niño.

El eslavo miró a México y chasqueó los dientes.
Camino a zancadas hacia Rusia para después tomar su brazo con brusquedad.

—Te he dicho a que no hables con extraños, te quedarás en casa, castigado sin sa-

Rusia comenzó a llorar con fuerza, pataleo a URRS, siendo algo chistoso ya que ni siquiera se movía, hasta que mordió la mano del mayor.

—¡¡Agh!! ¡Rusi-

Vio como su hijo corría a los brazos de México.

—Deberias pasar más tiempo con Rusia... Es un bebé.— USA miró a su vecino consolar al pequeño y de vez en cuando, haciéndolo reír.

URRS simplemente observó.

Debería aprender del latino.