La cantidad de pensamientos en su mente y la velocidad con la que iban cambiando fue suficiente para que la morena abriera los ojos y desechara la idea de meditar en ese momento, le asustaba demasiado visitar las situaciones que la tenían tan angustiada, así que optó por bajar de la torre y simplemente sentarse sobre el capó de la camioneta a ver el atardecer. 

El cielo estaba empezando a pintarse de naranjo cuando su celular emitió un sonido que la desconcentró. 

F: Vine a verte y tu mamá me dijo que saliste por aire jajaja ¿Quieres compañía?

Daniela esbozó una sonrisa y contestó de inmediato.

C: Nada me haría más feliz, supongo que sabes dónde encontrarme.

F: No me merecería el título de mejor amigo si no lo supiera jajaja estoy en camino, llego como en 20 minutos!

Dani bloqueó el celular y siguió contemplando los colores danzantes en el cielo, siempre le había parecido increíble el juego de luces que se creaba entre las nubes y, de alguna forma, siempre le había parecido reconfortante.

Perdida en sus pensamientos casi le dio un paro cardíaco cuando Pipe puso un pie en una de las ruedas para subirse al capó.

- Casi me matas del susto - le dijo con una mano en el pecho - la próxima vez haz un poco más de ruido.

- Perdón - Pipe se rio y le dio un abrazo - ¿Cómo estás?

- ¿Honestamente? - lo miró con los ojos vidriosos - No sé. 

Felipe no dijo nada y solo la acercó a él con cariño. Algo que Calle agradecía del chico era que nunca insistía en hablar, siempre dejaba que ella fuera la que dijera la primera palabra. Estuvieron abrazados mucho rato mientras un par de lágrimas le mojaban el rostro a Dani y, una vez que pudo calmarse, le explicó a Pipe qué sentía.

- A lo mejor esto te va a sonar estúpido, pero nunca pensé en lo difícil que iba a ser tener que dejar todo atrás - la voz le temblaba con cada palabra - me enfoqué todo el tiempo en lo horrible que era tener a Poché lejos, pero nunca contemplé lo terrible que iba a ser tener lejos todo lo demás. Siento que estoy saltando al vacío sin paracaídas.

- ¿La amas?

- ¿Qué? - Calle miró a Felipe con el ceño fruncido.

- Que si la amas - el chico repitió - a Poché.

- Claro que la amo - Dani respondió frustrada porque sabía que era obvio lo enamorada que estaba de la peliazulada.

- Entonces da igual que saltes al vacío sin paracaídas - Pipe sonrió con ternura - Poché te va a estar esperando abajo. Mira, yo no sé qué se siente porque nunca he vivido algo así, pero lo que sí sé es que el amor que ustedes dos se tienen es la cosa más pura que yo he visto en la vida y es obvio que, donde sea que estén, si están juntas van a estar bien ... no te estoy diciendo que va a ser fácil y que todo va a ser color de rosas, pero piensa con la cabeza fría, ¿Prefieres vivir extrañándola a ella o extrañando cosas y personas que ya has extrañado antes? Dani, llevas echando de menos a tu mamá mil años, tu papá se la vive viajando, Juliana se va a ir a Asia, a tu familia no la ves mucho ... ¿Qué te queda? ¿Yo? No creo prefieras extrañarla a ella que a mí, ¿O sí?

- No puedes pedirme que te compare con ella - Calle le reclamó.

- No te estoy pidiendo que nos compares, estoy intentando hacerte entender que no tienes nada que hacer aquí porque tu vida está allá con ella.

- Pero también está aquí - Dani sintió las lágrimas acumularse en sus ojos.

- La vida que tienes aquí es de cartón - Felipe le tomó las manos con fuerza - y con el tiempo el cartón se desgasta, se moja, se rompe ... allá te espera una vida de puto cristal blindado Daniela. Allá puedes amar sin miedo a que tu amor ofenda a alguien y ese simple detalle para mí ya lo vale todo.

Calle inhaló con fuerza y dejó caer el escudo que se había puesto para no verse débil. Apoyó la cabeza en el pecho de Pipe y lloró como no lloraba hace años. Dejó que todo lo que tenía adentro saliera, que todas las cosas que había preferido guardar bajo llave se fueran con las lágrimas y, por primera vez, se permitió sentir las cosas tal cual eran.

- Esto es una porquería - dijo con una sonrisa mientras se secaba las lágrimas con las mangas de la camisa - me han pasado cosas horribles y me estoy angustiando por esto ... es una estupidez.

- No es una estupidez, es normal - Felipe le dio un beso en la frente y volvió a abrazarla - da miedo salir de tu zona de comfort y pisar territorio desconocido, pero yo creo que da más miedo quedarte en la comodidad de tu vida y después arrepentirte de nunca haber hecho las cosas que te asustaban.

- Te estás juntando demasiado con mi hermana - la morena dijo entre risas.

- Ojalá así fuera - Pipe suspiró con tristeza.

Daniela había tenido un par de días jodidos, pero sabía que Felipe también, así que no podía ser tan egoísta de solo preocuparse por lo que le pasaba a ella.

- Oye - le tomó el rostro con las manos y lo miró a los ojos - vas a estar bien. Con ella o sin ella, te lo prometo.

Felipe cerró los ojos sin decir nada.

- Sé que la amas, me consta - Calle hizo una pausa contemplando si debía decir lo que tenía en la cabeza en ese instante - y sé que ella te ama a ti.

Apenas las palabras salieron de su boca los ojos de Pipe se encontraron con los suyos.

- A lo mejor es un error que te diga esto porque es algo que no me involucra, pero conozco a mi hermana y sé que ella te ama como no ha amado nunca a nadie - le explicó con la mayor sinceridad del mundo - y sí, la situación es una mierda, pero estoy segura de que todo lo que Juliana está haciendo es por miedo, porque te quiere tanto que le asusta más el hecho de perderte que el de no tenerte jamás.

- Estamos jodidos Dani - el chico soltó una carcajada y se inclinó para abrazarla - pero estamos juntos, y eso es lo que importa ¿No?

- Total.

Cuando la temperatura empezó a bajar Felipe le propuso a Calle que fueran a cenar a un restaurante nuevo que el chico había probado hace unas semanas, cada uno se fue en su auto y acordaron verse ahí en caso de que se perdieran de vista.

En el camino de regreso Dani tuvo casi una hora para pensar en todo lo que Pipe le había dicho y se había dado cuenta de que tenía mucha razón, prefería vivir extrañando las cosas que ya extrañaba que extrañando al amor de su vida. Tomó su celular, abrió la conversación con Poché y comenzó a grabar un mensaje de voz antes de entrar al centro de Bogotá.

- Hola amor, sé que estás durmiendo y vas a escuchar esto en la mañana, pero solo quería recordarte lo mucho que te amo y lo feliz que me hace tenerte en mi vida. Eres lo más hermoso que me ha pasado y volvería a vivir todo lo que ha pasado si eso signficara que termináramos juntas. No puedo esperar a empezar a vivir nuestra vida juntas.

El mensaje se envió y el gps le avisó que su punto de destino estaba a 500 metros, pero Dani sabía que eso no era verdad. Su punto de destino estaba cruzando el Atlántico, casi llegando a la frontera con Francia, porque su punto de destino no era un lugar, era una persona.



VAS A QUEDARTE || CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora