Wires - The Neighbourhood

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"Tratamiento de pérdida de audición." Suspiró el rubio leyendo la pantalla del ordenador. "Pensaba que trabajabas en una residencia que se dedica a tratar eso." Rió antes de darle un sorbo a la espuma del café.

"Y trabajo ahí, pero yo solo les hago compañía." Me pasé una mano por el pelo mientras forzaba la vista para leer lo más rápido posible todo lo que ponía en ese blog de medicina. "En mi vida he curado a alguien."

"Entonces tienes que tener un buen motivo para estar haciendo todo esto." Suspiró Luke mirándome.

"Lo tengo." Sonreí sin apartar la vista de la pantalla. No perdía nada por intentar ayudar a Calum, además estaba encontrando remedios bastante interesantes. "¿Crees que lo de las rodajas de limón realmente funcionará?"

"No cambies de tema." Insistió Luke acercando la silla más a la mesa. "Todo esto es por el chico ese del pasillo, ¿verdad?" Susurró agachando la cabeza, como si tuviese miedo de que alguien pudiese escucharle. "El que casi me parte la cara ahí en medio."

"No sería capaz de pegarte." Dije después de soltar una carcajada. "Pareces un perrito abandonado, nadie sería capaz de hacerte daño."

Luke me miró fijamente durante unos segundos, se apartó formando una línea con sus labios, un gesto que me hizo sentir bastante incómoda.

"De acuerdo, cambiemos de tema." Suspiró cruzándose de brazos, la chaqueta le estaba unas tallas más grande de lo debido, haciéndole parecer un niño pequeño con todo ese pelo revuelto. "No intentes lo del limón, fijo que le dejas más sordo aún." Rió levemente sin quitar la vista de mis manos, que reposaban sobre el teclado del ordenador. "Pero lo de la música suena bastante convincente, puede que eso estimule lo que sea que está mal en él."

Asentí lentamente, haciendo una nota mental de que debería preguntárselo a alguna enfermera antes de intentarlo.

"Sabes... Es- Bueno, da igual." Luke se levantó de golpe, tendiéndome una mano para que saliésemos de la cafetería.

"¿Qué?" Pregunté mientras apagaba el portátil y lo metía en mi mochila.

"Nada, que se nos va a hacer tarde." Enlazó nuestras manos y salimos de allí sin mirar hacia atrás.

"No, ibas a decir algo." Insistí parándome en medio de la calle. Ni siquiera habían pasado un par de segundos y ya echaba de menos el calor de la cafetería.

"Que se nos va a hacer tarde." Repitió rodando los ojos. Estrechó mi mano antes de volver a caminar. Sabía que tenía que contarme algo, porque últimamente había estado bastante extraño. Pero sentía que lo mejor era dejarle tiempo, que me lo contase cuando estuviese preparado. Claro que se me hacía muy fácil decirlo, porque mi mente estaba constantemente en otra persona.

-

"Es Emma, sin duda es Emma." Las manos continuaron palpando mi cara, buscando signos que pudiesen hacerle saber a Ashton a quién estaba toqueteando. "Esta nariz es demasido redonda para ser de una persona normal. Y los labios los tiene muy gordos, pero no puede ser Michael porque la nariz es demasiado redonda, joder." Suspiró volviendo a apretujar la punta de mi nariz. "Sin duda eres Emma."

"Eres... Eres como Dios." Reí apartando sus manos de mi cara.

"Siempre se me ha dado bien este juego, que te lo diga Mich- Ooh, mierda." Se llevó una mano a la cabeza y se giró en dirección a donde se pensaba que estaba Michael sentado. "Tío, lo siento." Dijo mirando a Peter, que negaba con la cabeza sin poder dejar de reír.

"A tu derecha." Dije mirando al mudito del grupo. Aquel juego era realmente estúpido, pero en ese momento se nos habían acabado las propuestas de desaburrirnos. Básicamente consistía en que Ashton le palpase la cara a dos personas y, seguidamente, una de ellas tenía que ponerse delante de él para que Ashton adivinase a cual de los dos tenía delante.

"Está bien, ¿quién es el siguiente?" Ashton se frotó las manos, esperando a su próxima víctima.

Sentí varios golpecitos en mi rodilla, exigiendo atención.

Sin la necesidad de mirarme, Michael me pasó su móvil. Señalando la pantalla para que leyese lo que estaba escrito.

"Quiero que sepas que me caes bien, y por eso te lo cuento. Anoche estuve con Calum. Yo tengo insomnia y digamos que él no podía dormir porque estaba en otro mundo pensando en otra persona."

Alcé ambas cejas y le miré devolviéndole el teléfono. Me encogí de hombros, dando a entender que no sabía por qué me lo estaba contando. Michael rodó los ojos y volvió a teclear a la velocidad de la luz.

"Solo quiero que tengas en cuenta que él está enfermo, y llegará el día en el que le hablarás y él no contestará. Os tengo mucho aprecio a los dos, y aunque no sea un experto en el amor, estoy seguro de que no tenéis mucho futuro."

Terminé de leer aquello con un nudo en el estómago. Michael apretó la boca, aunque ambos sabíamos que tenía razón.

"Él necesita escuchar, y tú necesitas a alguien que te escuche. Emma, os estáis enamorando de la persona errónea."

Do you hear me? || c.h ((editando))Where stories live. Discover now