✧: love me harder.

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📍: Continuación del capítulo anterior, contacto sexual explícito. Si no te gusta puedes saltearte el capítulo y nos ahorramos las molestias. Gracias.

Los labios del rubio se deslizaron por el blanco cuello ajeno, dejando besos húmedos a su paso, el sonido de los gemidos suaves escapando de entre los labios del menor. La sensación de estar probando algo prohibido pero al mismo tiempo disfrutarlo era como una droga para Kai, quien se deleitaba cada vez que lo probaba.

Las manos inquietas bajaron hasta la camisa del mayor, quitándola y lanzándola por cualquier lado de la habitación; admirando su pecho desnudo. Sus anatomías se separaron un poco y lo ojos del azabache estaban fijos en los del rubio, esos ojos llenos de lujuria, sin inocencia alguna, un ángel caído del cielo intentando hacer pecar a un simple mortal.

—Luces como un ángel. —Comentó Beomgyu, mientras deslizaba la prenda superior del cuerpo de su niño. Un niño, literalmente Kai era uno, ¿eso estaba bien?

Cuando sintió como el azabache volvía a unir sus labios ignoró todo lo demás, que importaba la moral en esos momentos, tenía a un paraíso ardiente encima suyo. No habría que desaprovechar la oportunidad.
Sus labios emitieron un chasquido al separarse, y sus cuerpos, tuvieron que hacerlo al querer retirar las últimas prendas quedando solo en ropa interior; moviendo sus caderas en un exquisito roce que los ponía a jadear y a gemir.

Huening Kai era como neón fosforescente, abierto como un regalo de navidad. Tan susceptible al tacto de alguien más. Sus dedos temblaban ansiosos cada vez que rozaban la piel ajena, pronto invirtieron posiciones quedando el rubio encima del más pequeño, mejor dicho, acomodando entre sus piernas. Nuevamente las caricias regresaron a escena, y los labios del menor se abrieron dejando salir la melodía del placer más preciosa: Gemidos.

—Te quiero, Kai. —Beomgyu besó su cuello, clavículas, pecho y vientre. Pronunciando estas únicas palabras—. Te quiero mucho.

Algo dentro de ambos dolió. Pero ninguno dijo nada porque el momento se sentía demasiado bien. Cuando por fin el acto dio inicio como tal, ambos se sentía inseguros, pero cuando los movimientos de cadera comenzaron todo eso se perdió.

Era real. Estaba pasando, Huening Kai estaba gimiendo mientras entrelazaba sus dedos con los de Choi Beomgyu, ambos amándose fuerte como tanto querían. Pintando las líneas de sus cuerpos, recorriendo sus pieles, con sus dedos como pinceles y gemidos como inspiración.
Era duro pero a la vez contenía un profundo sentimiento, tanto como los dos querían; el sudor haciendo que sus cuerpos resbalen, sus ojos encontrándose en medio de la luz del atardecer que empezaba a colarse por la ventana.

Diciéndose tantas cosas con tan solo una simple mirada. Porque eso era lo que necesitaba Kai, amor, amor fuerte tal como él quería. La manera en la que Beomgyu sostenía su cuerpo mientras lo poseía era tan única, lo hacía sentir que flotaba en las nubes.

—Si quieres tenerme... —Jadeó. Su cuerpo sacudiéndose por las bruscas embestidas. —, tienes que amarme fuerte.

Y la noche fue solo de ellos dos. De ellos dos y el nacimiento de un amor, lleno de sensualidad y a la vez dulzura.

DIRTY DIRTY. ─YEONBIN.Where stories live. Discover now