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🌸66 (5to año)

La brisa de verano parecía casi una caricia a como nos había tratado todo el año.

El invierno había sido largo y la llegada del sol era más que agradecida, además de que simbolizaba el inicio de las vacaciones.

—No entiendo como les puede alegrar el maldito calor —un muy acalorado Draco se acercaba a mi con unos vasos en sus manos.

Se le veía muy bien en su estilo veraniego por más que el odiara la época. Traía la camisa del uniforme con las mangas arremangadas obviamente sin el chaleco ni capa y los pantalones negros, su pelo seguía siendo perfecto pero los rayos del sol lo hacían lucir más rubio que platinado y su cara que usualmente era muy pulcra y clara ahora se veía manchada por el rojo de las mejillas a causa del calor.

Se sienta a mi lado tendiendo uno de los vasos que estaba cargando hacia mi, con gusto lo acepté y me sonreí, era muy lindo verlo fuera de su zona de confort.

Al ver mi sonrisa veo como su expresión se relaja y me la devuelve.

—Supongo que es el aire de libertad lo que emociona —Respondo intentando alivianar la situación.

Él resopla y se lleva una mano a la frente, dándose cuenta de lo colorado que está.

—Odio el calor, lo odio de verdad —Se queja pero más para sus adentros que para mi, su manera de actuar me estaba resaltando un poco estresante, no quería que nuestro último día en la escuela acabará con quejas sobre el clima ha final de cuentas no nos veríamos hasta que regresaramos a la escuela.

—¿Desde cuándo te gusto? —Saque la pregunta de repente haciendo que Draco se atragante un poco con el té helado que nos había traído.

—Granger... no pierdes tiempo —Limpia la comisura de sus labios con sus brazos mientras me responde, normalmente me podría colorada ante la pregunta pero no quiero que volvamos al tema anterior. 

Nos miramos por unos segundos esperando a que el otro dijera algo, creo que el espera un comentario mio pero ahora realmente me pica la curiosidad. Probablemente sea desde cuarto año, al menos en mi caso, recuerdo el baile de invierno y una sonrisa se quiere escapar a mis labios, quizás desde ahí nos gustamos y lo escondimos en una especie de tregua. 

— No me mires así, Granger, no ataques más mi integridad —Me reprocha al mismo tiempo que voltea su mirada al lago.

Seguramente le hice algún puchero ante su falta de respuesta, porque se acerco aun mas a mi y me abrazo, aquello me brindó dos sensaciones completamente diferentes, la primera: miedo, al final de cuentas seguiamos en la escuela, todos estaban ocupados dentro del castillo alistando sus cosas para abordar el tren de regreso a cas más tarde ese dia, pero aun así cualquiera podía interrumpir el momento, pero por otro lado me dio... ¿paz? una especie de plenitud donde no solo sentía que lo quería, si no que el también me quería por igual. 

Podría haberme quemado la cabeza pensando "¿qué haré cuando no lo vea en vacaciones?" o "¿cuando podremos salir agarrados de la mano?" pero preferi apagar mi mente por esos momentos. hace mucho que no lo hacía, cerré los ojos y me enfoque en esa brisa de verano. 

Nota de la mala autora: 

Han pasado 84 años... i mean, sorry ;(