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Mark sentía un dejavú de los regulares regaños de sus padres ahí sentado al borde de la cama con las manos escondidas entre las piernas y sin levantar el rostro en ningún momento. 

Yukhei se mantenía en silencio aún recostado contra el placard oscuro del menor con los brazos cruzados, sintiendo la punzante mirada ajena sobre su nuca.

— ¿Entonces fingiste ser universitario todo este tiempo? —habló por primera vez, sintiendo sus pasos acercarse y hundiendo aún más sus manos entre sus piernas de los nervios.— Mírame, Mark.

No tenía la fuerza para lograr alzar la mirada. se sentía tan avergonzado y tonto por creer que Yukhei no lograría descubrir su secreto, ¿en que estaba pensando? 

— ¡Mark! — exclamó enojado el mayor, tomando su rostro entre sus manos para que alzara la mirada, cerrando los ojos por inercia mientras los ojos picaban ante las inminentes lágrimas.— ¿Creíste que podías esconder el hecho de que eras un estudiante menor de edad? Mark, acabo de acostarme contigo, si tus padres se enteran, pueden meterme a la cárcel. 

— Te juro que no lo harán, no se enterarán. Yukhei, perdón...— empezó a llorar sin poder evitarlo aún con los ojos cerrados, sintiendo la presión de los dedos ajenos sobre sus mejillas y mentón, tomando aire profundamente antes de abrir los ojos; Yukhei tenía la mirada en el suelo, parecía realmente avergonzado también.— Yukhei, por favor, en serio me gustas tanto...

El toque del mayor se apartó rápidamente de su rostro, poniéndose de pie para darle la espalda y buscar su chaqueta, perdida en algún lugar de la habitación.—  Hoy fue la única vez Mark. espero realmente que tus padres no se enteren de esto, pero no volverá a pasar. no quiero tener problemas, soy un estudiante promedio y por mucho que puedas gustarme, no puedo permitirlo.

— Yukhei. — lloriqueó como un niño, sus lágrimas se sentían tirantes en su rostro intentando ponerse de pie pero siendo devuelto a la cama por el constante dolor punzante en su cadera.— Maldita sea. 

— Toma los analgésicos, conozco la salida. —murmuró Yukhei al verlo, dejando las pastillas en su mesa de noche, observándolo por unos segundos antes de aclararse la garganta para salir de la habitación, cerrando la puerta. 


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ahre, se viene lo bueno. cofcofkinkscofcof


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