Aquel día estaba algo ansioso mientras esperaba diez minutos antes del horario de salida de Yukhei, revisando el móvil de manera repetitiva y esperando que nada pudiera arruinar los planes de aquella noche.
Había mentido en su casa, diciendo que se iba a quedar en casa de Donghyuck a dormir y era cierto, al menos a medias pero era. Observó su ropa aún inseguro, le parecía hasta gracioso que en la escuela fuera el más popular pero frente a un universitario se pusiera así.
Yukhei no demoró demasiado, casi corriendo hacia él y halagándole, sus mejillas adelantándose en una respuesta mientras Yukhei lo rodeaba por los hombros y le contaba un poco de su día.
La charla le gustó más de lo que pensaba y aunque le costó inventar un poco de su vida de universitario, su vida personal tuvo todo de cierto. Se había negado a entrar a un bar por miedo a que le pidieran un documento de identidad que no tenía y ahí estaba, tomando una botella de cerveza y fingiendo que le agradaba aunque detestara el olor, odiaba la cerveza.
Pero todo tuvo su recompensa cuando tuvieron que despedirse y se atrevió a dejarle un beso en la comisura de los labios, beso que fue convertido en su primer beso cuando Yukhei lo tomó por el mentón y lo besó de manera profunda, un beso que lo dejó con las piernas temblando mientras subía al taxi por aplicación con dirección a la casa de Donghyuck.
