𝖽𝖾𝗅𝗂𝖼𝖺𝖽𝗈 𝗈𝗆𝖾𝗀𝖺 -𝗵𝘆𝘂𝗻𝗺𝗶𝗻.

➵ O1

-—En realidad mañana será tu día "libre" —hizo comillas en la última palabra. —Eres mi asistente y te necesito conmigo —cerro su portátil y frotó sus ojos. —En unas semanas es el cumpleaños de Hyunjin y yo, en realidad nosotros lo debemos organizar porque él va a estar recuperando algo de tiempo con mi madre —pausa. —Por favor, te necesito o moriré de estrés —el mayor hizo un puchero. —Además sabes analizar a las personas y sé que darás en el clavo con Hyunjin ¡Maldición! Te lo imploro.

—Bien —suspiro y camino hasta uno de los enormes sillones y se "sentó".

—Esta noche cenaremos con él, si no es mucha molestia ¿Podrías quedarte en casa? —los ojos de Seungmin casi salen de su cara. —Te necesito en todo momento, eres mi mano derecha, la uña de mi mugre, el pu de mi din, el Robin de mi Batman, la braga de mi culo, el agua de mi mar.

—¡Entendí, entendí, entendí! ¡no sigas! —lo interrumpió. Jisung carcajeó. —Voy a acompañarte.

—Te pagaré extra por esto —comento emocionado. —Por la diosa luna, si no fuera por la insistencia de mamá de que consiga un alfa todo estaría bien —resoplo. —Esa mujer va a volverme loco.

Una de las razones de que Jisung fuera su mejor amigo era porque lo entendía. Toda su vida fue criado para ser el Omega perfecto, sumiso y lindo. Hyunjin lo sabía, sabía que la madre de Jisung era muy parecida a su padre aunque no tan drásticamente.

Jisung era sinónimo de perfección, tan hermoso y cautivador, tan talentoso y lleno de gracia pero al igual que él ansiaba la libertad. Por fuera se veía a un chico frívolo, hermoso y serio. No se dejaba pisotear y se había ganado su puesto batallando. Aunque la empresa originalmente la fundo su abuelo, había emprendido su lucha como cualquier otro y salió victorioso.

Seungmin era otra historia, no ansiaba poder o un reino. Lo único que quería era vivir sin tanto prejuicio y que ningún alfa toque sus cojones. Odiaba que intentarán dominarlo o se mirarán de eso.

—Aunque Jinnie es muy codiciado —dijo su amigo con un toque de burla devolviéndolo a la realidad. —Tal vez se caigan bien, aunque te advierto que mi hermano liga con cualquier Omega que se le crucé —admitió con desagrado. —Mis disculpas anticipadas por si ese idiota lo intenta contigo.

—Sabes perfectamente que si intenta algo lo haré morder el polvo y me importa poco si se trata de tu hermanito -anuncio sonriendo, una verdadera sonrisa plagada de diversión—No pienso detenerte, Minnie —le sonrió con complicidad.

Ambos omegas se entendían, estaban en sincronía. Ambos lo sabían. Dominarían el mundo a su manera, serían guerreros y romperían estereotipos.

—Minnie en media hora tenemos cita con mi estilista —comunico Jisung.

—¿Tenemos? -cuestiono incrédulo. —¿Cómo que tenemos?.

—Vas a ir conmigo ¡Vamos! Tu cabello está algo descuidado.

—Esto no puede estar pasándome —Seungmin se miraba sorprendido, se veía tan diferente. Un rojo intenso dominaba su cabello.

—Te queda ge-nial —dijo el estilista de los Han.

—¡Pareces un puto ángel! —exclamo su mejor amigo, antes rubio y ahora castaño. —Te ves magnífico.

Tocaba su cabello frente el enorme espejo sin poder creerlo. No se veía tan mal.

—¿Puedes esperarme en la puerta? Debo ir por mi auto —informo su amigo. Seungmin se limitó a asentir, saludo al estilista y el resto del personal para salir del local.

—Pero mira qué belleza —el pelirrojo se volteó para encontrarse con un tipo alto, hombros anchos y un desagradable olor a menta y tabaco, un alfa. Acompañado de un chico de complexión media sin olor, aparentemente beta. —¿A qué hora abren esas piernas, precioso? —Seungmin mordió su labio inferior y camino con lentitud y sensualidad pestañeando coqueto. El alfa sonrió victorioso y acercó su mano a la cintura del más bajo. Error. Seungmin sujetó su muñeca y la torció causando un gran dolor. El tipo soltó un alarido de dolor. —Maldita zorra —gruñó.

—¿Quieres ver cómo abro mis piernas? —cuestiono con burla y levantó la rodilla golpeado la entrepierna del alfa con fuerza, este término en el suelo. El Omega observó al beta que lo miraba asombrado. —Buh —el chico levanto las manos en señal de rendición. Iba a volver a golpear al alfa que se retorcía de dolor en el piso hasta que la bocina de un auto llamo su atención.

Jisung.

—Pasare a buscarte más tarde —dijo una vez emprendió camino hasta el apartamento del pelirrojo.

[...]

Primer capitulo aaaaa.

si se confunden por algún motivo del texto me dicen y les contesto u.u