𝖽𝖾𝗅𝗂𝖼𝖺𝖽𝗈 𝗈𝗆𝖾𝗀𝖺 -𝗵𝘆𝘂𝗻𝗺𝗶𝗻.

➵ O1

Y ahí estaba él, trabajando para el famoso Han Jisung. Omega dueño de uno de los más exitosos emprendimientos de Corea. No quería pero envidiaba a su amigo, siendo Omega sus padres siempre lo alentaron y apoyaron ¿Qué tenía él? Padres que lo detestaban ¿Era su culpa que la diosa luna lo haya presentado como Omega? No, claro que no. Si hubiese sido por decisión propia sería un fuerte alfa de sangre pura como su hermano mayor, Woojin. Dejo salir un gruñido de molestia, como extrañaba a ese imbécil. Era su único apoyo.

—Minnie necesito que reserves una mesa en algún buen lugar, voy a cenar con mi hermano —ordeno su amigo entusiasmado. —Hyunjin es mi hermano menor ¿Sabes? Estaba estudiando artes en el exterior —Han suspiró feliz y el asintió anotando en su pequeña libreta que debía hacer esa llamada. —Quita esa cara —Jisung le sonrió débilmente. —¿Volvió a molestarte, Seungminnie?

—Joven Han estamos en horas laborales ¿Necesita algo más? —cuestiono y ambos lados de sus labios se elevaron formando una falsa sonrisa.

—Eres mi mejor amigo —puchereó el mayor. —Se puede ir a la mierda el trabajo —Seungmin sonrió verdaderamente.

—Estoy bien, Sunggie —y salió de la oficina de Jisung.

Después de ducharse se rocío con neutralizador, no quería que su olor lo delatara, ya demasiado hacia su apariencia.

Un Omega hermoso.

Omega delicado.

Omega precioso.

Omega angelical.

Omega divinamente débil.

Su mandíbula se tenso, la sociedad era tan estúpida ¿Quienes se creían?

Él iba a probárselo a todos incluyendo a su padre, él no sería el típico Omega sumiso y débil, claro que no. Podía solo, y lo había probado. Trabajaba en una importante empresa, vivía solo en su apartamento sin las migajas de su padre y no era dominado por ningún alfa.

Aunque se sentía un poco solo a decir verdad, extrañaba a su madre y lo hacía en demasía. Una adorable Omega que vivía para mimarlo y consentirlo hasta que se presentó y el imbécil de su padre le prohibió esa clase de contactos. No quería recordar no ahora, pero ya era tarde.

A diferencia de Woojin, él pasaba más tiempo en casa y notaba ciertas cosas. Notaba los moretones de su madre y los llantos escondidos en sus ojos. Notaba el el tiempo pasaba lento y doloroso para él mientras que para su hermano mayor era diferente. No lo culpaba. Era culpa de su padre y nada más que de él.

Woojin, como lo extrañaba. Él único que lo defendió y mimo hasta lo último, aquel que lo crío después de presentarse y lo impulso en todo lo que quiso. Su hermano enfrentaba a su padre y lo salvó más veces de las que recordaba de los golpes. Su medio hermano era el único que siempre había estado con él pero no podía ser egoísta, Woojin estaba en el exterior haciendo y estudiando lo que quería aún en contra de las objeciones de su padre.