Página 15: Días 20-30

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*la imagen no me pertenece ni los personajes.

Hace pocos días que fue nuestro último encuentro, y sin embargo siento que para mí han pasado años sin verlo, intento concentrarme en el hospital, en mi trabajo, y en el entrenamiento con Tsunade-Sama, sin embargo no puedo dejar de pensar en él, en mi sensei.

Varios rumores han llegado a Konoha, rumores que apuntan que Sasuke se ha arrepentido de todos sus crímenes y que desea volver para colaborar con la aldea. Sería una mentirosa al decir que esa noticia no me afectó en absoluto, es más, cuando escuché su nombre algo dentro de mi se estremeció.

No entiendo el porqué de ese cambio tan repentino en su actitud, nunca entendí a Sasuke, no es que no me alegre de su cambio, pero después de años y años que pasamos Naruto, Kakashi-Sensei y yo misma buscándole, e incluso poniendo en peligro nuestras vidas, para siempre encontrarnos con ese muro de odio y oscuridad que él había construido, es raro que ahora sea él mismo el que quiera volver a la aldea que tanto odió.

Tengo que admitir que en esa época, no era más que una tonta e ingenua niña que seguía esperando a su príncipe azul, esperando que él cambiara, que volviera a Kohona, que comenzáramos un noviazgo juntos para después con los años casarnos y vivir felices para toda la vida.

He de admitir que lo amé, y lo amé mucho, tal vez fue por eso por lo que oír aquellos rumores me afectaron tanto. Sinceramente no sabía que iba a hacer si me lo encontraba por la calle: ignorarlo, saludarlo, como si nada hubiera ocurrido, o mantenerme distante.... no sabía lo que iba a hacer si lo veía.

Los rumores de la llegada de Sasuke se hicieron realidad, y yo misma lo confirmé cuando me encontré frente a él. Al principio lo miré sorprendida, había cambiado mucho, su rostro estaba más sombrío que antes, su mirada seguía siendo fría y oscura, y su pelo estaba más largo. Él me miró como siempre lo había hecho, con ese aire de superioridad rodeándolo, tal vez esperaba que me lanzara en sus brazos y que le agradeciera por volver a Konoha, pero nada de eso sucedió. Reaccioné rápidamente y le dediqué la mejor de mis sonrisas, después de esto di media vuelta y me alejé del lugar. No vi su reacción, pero imagino que se llevó una sorpresa al ver que yo no le había recibido como él esperaba.

Desde ese día no lo volví a ver, e intentaba evitarlo a como de lugar, quería seguir viviendo como hasta ahora, y no iba a permitir que Sasuke volviera a irrumpir en mi vida como lo había hecho siempre.

***

Hoy decidí quedarme más tiempo en el hospital, habían muchos pacientes y no me iba tranquila a mi casa sin haberlos atendido a todos, salí del hospital y caminé sin ninguna prisa por las calles que conducían hasta mi casa. Bostecé despreocupadamente cuando sentí que alguien me atrapaba con sus brazos y tapaba mi boca. Estaba tan cansada que no me había percatado que alguien me había estado siguiendo. Intenté darle un golpe pero la persona que me tenía sujeta era muy hábil y rápidamente me redujo.

El aroma que desprendía me era familiar, pero no fue hasta que intenté mirarlo que confirmé mis sospechas. Unos ojos rojos como la sangre me miraban sin ninguna piedad, sus ojos mostraban enojo e ira, y otros sentimientos que no sabía como interpretarlos. Al darme cuenta de quién era mi cuerpo se comenzó a relajar, más no mi enfado hacia él, ya que no entendía para nada sus acciones.

—¿Pero qué haces Sasuke?—pregunté en cuanto me quitó la mano de la boca.

—Vaya vaya, ya no me dices Sasuke-kun, ni te lanzas a mis brazos, como has cambiado Sakura—respondió  en tono de burla.

—Te lo vuelvo a repetir, ¿qué quieres?, porque me atacas como un vil delincuente— Volví a preguntar nuevamente.

Él no dijo nada, simplemente se acercó más a mí, yo por instinto retrocedí poniendo mis brazos en modo de defensa, esperando cualquier ataque suyo. El miedo se estaba apoderando de mi cuerpo a cada paso que él daba, sus ojos rojos brillaban y sus pupilas negras cambiaban de forma asustándome cada vez más, no sabía si ese era mi final, me sentí tonta por haber escogido aquella calle tan poco transitada para caminar, por no haber perdido aún mi virginidad con Kakashi-sensei, por haber amado tanto a un hombre tan malvado como él, por haber perdido tanto mi tiempo en cosas que no eran importantes...

El Diario de SakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora