Un Príncipe Americano [ Saga MEDICOS Parte 2]

Capitulo 22

Vanessa

Siempre le dijeron que un médico no debe sentir miedo a nada, ni tampoco ser sensible. Vanessa a operado cerebros y todos los días convive con la muerte, es fuerte y fría, pero no puede evitar sentir miedo al mirar la pequeña caja entre sus manos.

Mueve sus piernas inquieta sin parar porque está completamente asustada. No puede dejar de mirar la pequeña caja rosa y con el dibujo de un bebé pintado. Debería de atreverse a abrirla y saber de una vez si esta embarazada.  Por una parte desea conocer el resultado de la prueba pero cuando su mente le recuerda sus experiencias anteriores, le asusta pensar que puede ser negativo de nuevo.

Solo quiere tener un bebé.

Escondió la prueba en su caja en cuanto su orina la tocó y ahora le aterra saber que puede pasar con su vida. Ha pasado un mes desde que Alexander la dejó sola en el desierto, lo a visto en televisión junto a su prometida... pero durar más de una hora en la ducha para quitarse la arena y su rostro rojo por el sol, vale la maldita pena si tan solo la prueba sale positiva. 

Por fin Ishaq y ella podrán tener el bebé que siempre han querido y sus vidas serán mejores muy lejos de Inglaterra y del palacio. Quizá su bebé podría crecer en Egipto o Dubai, en algún lugar perdido donde no sepa nunca que su verdadero padre es un rey.

Por poco y cae de su silla de la emoción al imaginarse la sonrisa de su abuela y la locura de su madre al ver a su nieto. Todo iba tan perfecto hasta que un par de toquidos hicieron que por los nervios la prueba se cayera al cesto de basura junto a su escritorio. No tuvo tiempo de abrir la puerta porque Barbara entró con una sonrisa y tomó asiento en la camilla.

— Llego algo para ti — mostró una invitación entre sus manos — La encontré junto a tu puerta, no sabia si entregartela, pero la enviaron del palacio de Buckingham. Supuse que sería importante —

— ¿Cuando la enviaron? — preguntó  mientras tomo un par de golosinas para bajar sus nervios.

— Por la mañana pero estabas en cirugía — Barbara sonrió con un poco de vergüenza — Te juro que no quería abrirla pero... es una carta que enviaron de Buckingham, tenía que leerla —

— Damela. Vamos a ver ahora que quiere la reina — su amiga le arrojó la carta hasta hacerla caer sobre el escritorio. Quito un par de radiografías y dejo solamente la carta. El papel es fino, delicado y con pequeñas decoraciones. Las letras son elegantes y el sobre contiene algo importante.

— Tardas mucho en leer — su amiga se acomodó mejor sobre la camilla — Alise, la próxima nueva reina, te esta invitando a su boda —

— ¿Que? — bajo la vista para leer el contenido del sobre. Su amiga está en lo cierto, la boda se celebrará en la abadía de Westminster y la ceremonia en el palacio de Buckingham dentro de un mes. No solo envió la carta hasta la puerta de su consultorio en el hospital, sino Alise, con su puño y letra escribió que deseaba verla. Por su puesto solo para burlarse. — ¡Esto es una ofensa! ¿Cómo piensa que iré a su boda? —

— ¡Vamos! Es una boda y no cualquiera. Es el día más esperado por toda Inglaterra y el mundo. Deberías ir — suspiro su amiga emocionada al hablar — Además, creí que Alise te caía bien —

— Si, es una buena chica, quizá un poco inocente — pensó al recordarla — Pero no iré a su boda. Regresaré la invitación —

Barbara se tómo la cabeza con ambas manos y miró al cielo pidiendo paciencia para lidiar con su amiga.

— ¡¿Porque?! —

— Porque tuve sexo con su prometido y me gusto. No puedo ver el rostro de Alise el día de su boda sin recordar que su próximo esposo pasaba las noche conmigo —