Desperté ya que Noen estaba esparciendo besos por toda mi cara.
– Coraline, es tarde– decía él– hay que ir a la escuela
– No quiero– le respondí y me tapé con la frazada
– Tenemos que ir– me insistió
– No tengo ganas. A demás, estará Justin– le respondí
– Está bien, podemos faltar si quieres– me contestóNos cambiamos y decidimos ir a desayunar a Starbucks.
Primero Noen pidió su bebida y yo notaba que la chica que lo atendía lo estaba mirando demasiado, no quería parecer celosa así que ignoré eso.
Cuando me atendió, me miró con desprecio y escribió mal mi nombre en el vaso, en vez de poner "Coraline" puso "Caroline".Nos sentamos en una mesa y luego fuimos a buscar nuestras bebidas.
– Qué?– preguntó de pronto Noen y me mostró el frappuccino, que tenía escrito a demás de su nombre, un número de celular
– Le gustas– le contesté
– No lo creo– respondió
– Y entonces por qué escribiría su número?– le dijeSeguimos hablando y unos minutos después, ella se acercó.
– Quieren algo más?– preguntó acercándose a Noen, apoyando su mano en el hombro de él
– No– le respondí cortante– no me oíste?– pregunté al notar que no se iba y que cada vez se acercaba más a élFinalmente se fue y decidimos irnos.
– Gracias por estar cuando te necesito– le dije a Noen en la puerta del lugar
– Haría todo por ti– me respondió y sin darme cuenta, lo beséQuizás fue por celos o quizás en realidad lo necesitaba, volver a estar cerca de él. Aún no lo sabía.
– Qué fue eso?– me preguntó refiriéndose al beso
– Oh, lo siento– le contesté
– No, no me molestó– respondióLlegamos a un parque y nos acostamos en el suelo a ver el cielo. El sol daba en la cara de Noen y sus ojos celestes se veían hermosos.
– Que lindos ojos– le dije
– Gracias, tu eres hermosa– dijo acomodando mi cabello detrás de mi orejaSe estaba acercando a mi cada vez más para besarme pero decidí abrazarlo.
Finalmente, regresamos a su casa.
Como no teníamos nada más interesante que hacer, fuimos al living y nos sentamos en el sofá a ver películas. Yo me senté arriba suyo ya que tenía algo de frío y así podría abrazarlo.No sé si era que la película estaba aburrida o que yo estaba incómoda, traté de acomodarme pero me sentí igual.
– Podrías dejar de moverte tanto?– me preguntó
– Por qué?– le pregunté
– Coraline, yo sé que entiendes– me respondió– estás sentada arriba mío
– No sé a qué te refieres– dije fingiendo no entender y me volví a mover
– Coraline, es en serio, no lo hagas– insistióIgnoré lo que dijo y seguí moviéndome sobre él. Luego, dejé de hacerlo y me miró.
– No querías que pare?– le pregunté
– No, sigue– me contestó
– Seguro?– le pregunté
– Si, por favor, ya hazlo Coraline– respondió e hice lo que me pidió
– Creo que no podemos ser sólo amigos– me dijo