Me cambié y me peiné diferente al resto de los días. Me puse esta ropa:
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Esta era la nueva yo, la gente tendrá que acostumbrarse.
Bajé a desayunar y Chase y Klarissa me miraron extraño.
– Irás con esa ropa?– preguntó Chase – Si, algún problema?– le respondí – No crees que la gente hablará mal de ti?– preguntó Klarissa – Yo sólo pregunté, puedes vestirte como quieras– aclaró Chase– Pero dime que no lo haces para llamar la atención de alguien – No, claro que no. Es por lo que contó Lila– le respondí – Lo que dijo fue cierto?– Me preguntó – Chase! No responderé eso– le dije– es incómodo hablarlo contigo
Llegamos a la escuela y todo fue como yo creía. La gente me miraba mientras caminaba por los pasillos y yo trataba de caminar con un aire de superioridad.
– Cada día estas mas perra– me dijo Lila al cruzarnos – Perra no, querida, perrísima– le contesté
Pasaron rápido las clases y ya estábamos en el receso.
– Qué ha pasado contigo?– me preguntó Maddie – Culpa a Lila– le respondí – Por qué se está acercando Isabella?– me preguntó – Quién?– pregunté– No la conozco – La novia de Payton– me respondió –No lo sé– le contesté – Tu quién te crees que eres?– dijo Isabella empujándome cuando se acercó – Qué pasa contigo?– le dije – No te hagas la tonta, Lila me contó todo!– me respondió furiosa – Sigo sin entender– le dije – Crees que no sé que te acostaste con mi novio?– contestó y me empujó – Vas a creer esas mentiras?– le dije – Sólo admite que es cierto, eres una zorra– me dijo y me volvió a empujar pero esta vez yo hice lo mismo y ella se tiró al suelo haciéndose la víctima – Hudson, a detención!– dijo un profesor que había visto todo
Traté de explicar que yo no había tenido la culpa pero tuve que ir igual a detención.
Le mandé un mensaje a Noen, tratando de que no me vean el celular. Pronto, él llegó. Lo vi a través de la ventana del salón. Él me hacía señas para que saliera pero si me llegaba a ver el profesor a cargo, seguro tendría un castigo peor.
Decidí arriesgarme y salí por la ventana. Sin querer, caí arriba de Noen.
– Lo siento– le dije levantándome rápidamente – Te llevo a tu casa?– me preguntó – Si, gracias– le contesté y fuimos caminando
– Gracias por traerme, te quiero– le dije al llegar – Yo también, hermosa– me contestó y me dió un beso en la comisura de los labios
