¿Coincidencia? TaeKook.

25. ¡Maldito! ¡Deja a mi Jungkook!

Fuimos a mi casa lo más rápido posible. Finalmente llegamos y dejé que Jungkook entrara primero para cerrar la puerta a mis espaldas.

Realmente no sé que me preocupa más; aquel señor de la calle o el estado de Jungkook ¿qué demonios le estaba pasando? Estoy casi seguro de que ese señor tiene algo que ver y ,quiera o no, me temo que si quiero solucionar esto tendré que volver a cruzarme con su cara.

Ambos nos sentamos en el sofá y me quede en silencio observando a Jungkook, él cuál jugaba con sus dedos como si de muñecos se trataran.

–Jungkook, ¿alguna vez te cruzaste con alguna persona parecida?

–Mmm –Quedó pensativo –Creo que no, al menos no en la vida real.

Espera, ¿qué? ¿qué se supone que quiere decir con eso?

–¿Qué? Como en... ¿sueños?

–Ajá, y pesadillas –Su tono era tan inocente que ciertamente no sabía cómo tomarme sus palabras.

No le respondí. No sabía cómo. Él simplemente siguió a lo suyo y ni si quiera prestó atención a mi confusión.

Llegó una notificación a mi móvil y encendí la pantalla para ver de qué se trataba.

Mensaje de número desconocido:
[😀]
√√ 12:32

¿WTF? Por si no era suficiente lo que estaba pasando ahora me habla un número desconocido, sin si quiera decirme quién es o por qué tiene mi número.

No sabía si responder, y no lo hice. Dejé el móvil a un lado.

–Me duele la cabeza –Me dice Jungkook formando un tierno puchero en sus labios.

–¿Quieres beber algo?

–Shi, agüita

No pude evitar sonreir ¿cómo de repente es tan sumamente adorable? Dios, me está matando.

–Enseguida –Me levanté, me dirijí a la cocina y llené un vaso de agua fresquita.

–¡Hyung! ¡Te están llamando! –Escucho desde el salón.

Fui junto a Jungkook y le di el vaso de agua, efectivamente me estaban llamando y me sorprendió quien era la persona que llamaba.

–¿Mamá? –Pregunté nada más contestar a la llamada.

–¡Hola hijo! ¿Qué tal te está yendo por allí? –Escuché su voz al otro lado de la línea.

–Bueno, teniendo en cuenta que nunca vienes, ni tú ni papá, a visitarme... Pues no sé ¿tú cómo crees? –Hablé en un tono algo sarcástico.

–Lo siento mucho cariño pero es que tu padre y yo estamos teniendo mucho trabajo en Busan.

–Ya...

–Pero tenemos buenas noticias.

–¿Ah, si? ¿Cuáles?

–En unos días estaremos en casa y nos quedaremos por un mes sin marcharnos ¿no es genial?

–¿En serio? ¡Claro que es genial! Extraño la comida no precocinada –Solté una risa.

–Ah, ¿así que sólo me quieres por mi comida?

–No no, no es eso –Me defendí.

–¿Has estado comiendo bien?

–Bueno... –En realidad no –Sí sí, perfectamente –De repente Jungkook empieza a darme en el hombro con el dedito índice –Eestoo, bueno, mamá hablamos luego. Te quiero adiós.

–Adiós hijo yo también te quiero –Cuelgo y vuelvo a dejar el móvil sobre la mesilla.

–Lo siento –Dice Jungkook.

Entonces me doy cuenta de que el suelo está lleno de agua y el vaso está vacío junto al charco.

–¡Qué has...! –Le miré y vi su carita de temor a la bronca y entonces aclaré mi garganta –No pasa nada... –Agarré el vaso y lo llevé a la cocina.

En la cocina agarré una fregona y volví con Jungkook. Me puse a limpiar el agua en silencio.

No soy capaz de enfadarme con él.

Le miré y vi como estaba sonriendo, seguramente porque no me enfadé con él, y yo también le sonreí.

Llaman al timbre.

–¿Puedes abrir por favor? –Le pido.

–Claro –Se levanta y va a abrir la puerta.

Escuché cuando abrió la puerta, pero ya no escuché nada más. Miré hacia allí y vi que no estaba y que no había nadie. Pero la puerta estaba abierta.

–¿Jungkook? –Solté la fregona en el suelo y me asomé por la puerta.

No se veía nada.

–¡Taehy....! –Se escuchó un grito ahogado. Era la voz de Jungkook.

En ese momento me asusté, me asusté porque sabía que alguien lo tenía.

Cerré rápidamente la puerta y corrí hacia donde me parecía que venía la voz, un callejón.

_____________

¡Hola!

Capítulo corto. No tengo nada que decir ˎ₍•ʚ•₎ˏ