Capitulo 2

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                                                                           ❤La monja

Al despertar en medio de la noche, luego de esa tarde inolvidable...recorde que debía cenar. Baje al primer piso y no había nadie en la cocina, así que debía servirme yo. Tome un plato y justo en ese instante sentí un ruido, me voltee a ver y no había nadie, mi corazón se acelero luego de ese gran susto, me voltee a servirme y había alguien delante de mi, fije mi mirada hacia arriba y era ese hermoso mayordomo...Sebástian. 

-¿Qué estás haciendo?-dijo con una mirada muy seria, creo que estaba enfadado.

-Uhm...yo..-dije nerviosa.-el solo seguía observándome furioso.

-En la cocina nadie entra más que yo.-se coloco una mano en la cara.-¿Qué necesitaba?-continuo mirándome.

-Quería cenar, pero no importa iré a dormir.-dije nerviosa e incómoda, así que seguí mi camino a la habitación.

Al llegar a mi habitación me sentí un tanto mal, no me detuvo, no se preocupo en absoluto de mi...no le importo, está claro, luego de tanto pensamiento tocaron a la puerta, abrí y era Sebástian con una estupenda cena...¿mis pensamientos eran erroneos? Dejo la bandeja sobre la mesa de la habitación.

-Buenas noches.-dijo el y se fue, no quería que se fuera, pero no sere arrogante, debo mantenerme al margen, luego de lo de esta tarde debía mantenerme firme, no debía temblar ni pensar en el, hasta tener un plan.

A la mañana siguiente me vestí con unos short's y una blusa aguada, baje al primer piso y tome asiento en la mesa, pasaron algunos minutos, recargue mi cabeza junto a mis brazos en la mesa y sin darme cuenta me había dormido en ella, al paso de unos minutos alguien me desperto.

-Señorita, debe despertar.-me decía una voz, mientras me samarreaba un poco-.

-Ahm...-dije abriendo un poco los ojos y estirándome.

-Lo siento la tardanza, pero como nuestra invitada debe comer bien, le he echo un desayuno único-. dijo con una mirada cálida.

-Gracias por la comida-. dije y comence a comer.

Cada trozo que comía lo hacia rápido para poder seguir explorando la gran mansión y se gran jardín...me encantaba. Termine mi desayuno, tome un libro y me acomode entre unos rosales, luego de unos minutos me percate de Sebástian, el cortaba algunos rosales disparejos y los rosas caían al piso...el se percato de una rosa que caía, la sostuvo, le corto el tallo, me observo con esa mirada fría y sin cálidez dentro de el, observo la rosa y la coloco en su smoking. Yo continuaba mi lectura, las páginas pasaban lentamente, cuando me dio una sed enorme, baje el libro y tropece con Sebástian.

-¿Necesita algo?-.dijo cortesmente.

-Y-yo...bueno, un té helado estaría bien.-dije nerviosa.-el se retiro del jardín en busca de mi té helado.

Me ponía totalmente nerviosa el echo de que volviera con un té para mi...bueno, es obvio, solo soy una huésped que se aloja aquí. Me temblaban los piernas esperando el té que me traería Sebástian, se tardaba...entonces me levante de mi cómoda silla y fui dentro de la mansión, en el comedor había una nota y una taza. 

Srt._____, le he dejado el té helado aquí. Surgió una emergencia.

Quede curiosa de esa gran emergencia que le surgió a Sebástian, ¿Qué seria? Debía averiguarlo. Les pregunte a los demás si sabían donde había ido Sebástian, no me querían decir, lo único que recibí fue que había ido con Ciel, pregunte donde estaba.

-Ciel ha ido a la ciudad local que queda a 2 horas de aquí...ups, lo siento he dicho demasiado-.dijeron los tres sirvientes de la mansión.

Tome un poco de dinero, mi bolsa y fui a tomar el tren en dirección a la ciudad local, creo que es un tanto arriesgado, pero no importada con tal de saber sobre Sebástian, no soportaba no tenerlo a mi lado observándome desde el jardín y esas mariposas en el estómago que me hacia sentir cada vez que me observaba con esos ojos fríos y rojos. Llego una señorita rubia y con una cara muy amigable, se sentó junto a mi y comenzamos a platicar.

-¿Cuál es tu nombre?-.me adelante a preguntar.

-Elisabett, ¿el tuyo?-.dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Comenzamos a charlar sobre nuestra vida sentimental.

-B-bueno...yo estoy enamorada se podría decir, pero creo que no me corresponde.-dije nerviosa.

-Yo tengo un gran novio, me cuida bastante y es la persona más valiente que conocerás, por más que se vea débil y arrogante, a parte frío, es la persona más adorable para mi. Siempre llego de sorpresa para sacarle sonrisas, pero casi nunca lo logró, creo que solo le doy problemas, pero no importa con tal de estar con el y seguir esforzándome.-.dijo echando una sonrisa al terminar su frase.

Continuamos charlando en el transcurso del viaje y tenía una duda, así que decidí decirla.

-¿Cómo se llama tu novio?-dije curiosa.

-Ciel Phantomhive, el conde de la gran mansión que queda cerca.-dijo orgullosa.

Ella era la prometida de Ciel...¿le digo que vivo ahí como huésped? No, no debo...se pondría a preguntarme muchas cosas y no sabría como responder sin colocarme nerviosa, mejor mantenía el silencio, cambiamos de tema hasta llegar a la ciudad.

-¿Te bajas aquí?-le pregunte a la Srt.

-Claro, voy a la mansión de los Phantomhive.-dijo mientras salía corriendo, con su sirvienta repleta de maletas tratando de alcanzarla.

Camine hasta la iglesia, algo me decía que debía ir allí. Al llega a la iglesia estaba Ciel hablando con Sebástian.

-Debo ir solo, encargate del resto.-le dijo Ciel a Sebástian.

-Yes, my lord.

Me escondí en los arbustos y casi caigo..cuando alguien me sujeto, era alguien extraño con cabello rojo, unas gafas entre sus ojos, unos ojos color verde y un atuendo un tanto extraño.

-G-gracias...-le dije tímida.

-Las chiquillas de hoy deberían aprender a espiar, ¡como yo!-dijo gritando.-le tape la boca.

-¿Qué ves?-le pregunte ya que estaba escondido conmigo.

-Lo mismo que tu, ¡A Sebástian! ¡¿No te parece estupendo?!-dijo emocionado.

-Shh!-.era ruidoso.

Observamos unos minutos y Sebástian entro a la iglesia acompañado de una monja...al cabo de unos minutos nos acercamos a la habitación de un lado de la iglesia y solo escuchabamos gritos...¿estarían...? Mi pensamiento fue interrumpido por aquella persona.

-¡AAAH! Sebástian es mío, ¿Por qué elige a una monja sin juicio!

Se escuchaban los gritos de la monja...¿A mi también me utilizo? 

-¡Maldita monja!-dije enfadada.

-Bueno, yo soy un shinigami y tu ¿cómo conoces a Sebástian?

-Bueno...soy huésped de la mansión y dices...¡¿Shinigami?!

-AJAJJA, sí.-dijo con una risa burlona.-bueno me voy, se me parte el corazón con esto.

Sebástian sale de la habitación y me cai al suelo, el arbusto no me cubrió, entonces Sebástian me observo. Se me acerco, me tomo en brazos y me llevo a un lugar desierto, escaso de personas.

GRACIAS POR ESPERAR! TENGO OTRA NOVELA ENTONCES DEBÍA CONTINUAR DOS, LA OTRA AÚN NO LA COMIENZO, PERO :33 GRACIAS POR LA ESPERA.

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~Sebastian Y tu [FanfictionKuroshitsuji]~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora